martes, 26 de octubre de 2010

Tercer borrador para Ana Fernandez

Borrador nº3

Prof Ana Fernandez:

Le envio este borrador. En este se encuentra el curanderismo hecho por hombres.
En poblaciones indígenas, en el curanderismo de los hombres se puede destacar en primer lugar la siguiente transformación en tigre del curandero (según testimonio del jesuita Martin Dobrizhoffer en el Chaco del siglo XVIII)

a menudo(el curandero) amenaza a todos sus compañeros con que se transformará en tigre y que allí mismo los despedazara a todos juntos. En cuanto comienza a imitar el rugido de tigre, los vecinos se dispersan con increible desorden. Pero quedan escuchando a los lejos, las veces fingidas.¡Oh! ¡Comienzan a brotarle por todo el cuerpo manchas de tigre!¡Oh!¡Ya le empiezan a crecer las uñas! Exclaman atónitos y con temor las mujeres aunque no pueden ver al embaucador que se esconde en su tugurio. Pero aquel pavor frenético trae a sus ojos cosas que nunca existieron.(1)

El curandero de los abipones habla con el demonio principal (su abuelo) que lo ayuda a prever el futuro

A veces, cuando mas acerbo es el deseo de conocer el futuro, o mas urge la evidencia de un peligro amenazante, ordenan a algunos de los hechiceros que convoque las sombras de un muerto y que les descubre al instante de que los amenazan los hados. Una promiscua multitud de toda edad y sexo rodea la tienda del adivino. El hechicero se oculta tras un cuero de vaca a modo de cortina-. Con un murmullo por momentos lúgubre y por momentos impreciso, pronuncia oráculos arbitrios, y proclama por fin que el espíritu de este o aquel (al que el pueblo quiso invocar), se ha hecho presente. Le interroga una y otra vez sobre suceso futuros; y cambiando súbitamente la voz, responde lo que le parece propio al caso. No hay uno solo de los presentes que ose dudar de la presencia de la sombra o de la veracidad de la predicción (4)

En el sur argentino (durante el siglo XVIII) también los curanderos hablan con los muertos (demonios)

Confiesan haber un gran número de demonios vagando por el mundo, a quienes atribuyen todo el mal que se hace, sea a hombres o a mujeres, y aun a bestias; estando tan obstinados en esta creencia, que aseguran que todo el cansancio o fatiga de sus largas jornadas o trabajo, viene de estos demonios. Suponen que cada uno de sus hechiceros tiene dos demonios familiares, que les asisten continuamente, y les avisan todo lo futuro, y aun lo que pasa al presente, a gran distancia de ellos; que los ayudan a curar sus enfermos, peleando y echando fuera, o apaciguando los otros demonios que los atormentan. Creen también que las almas de estos hechiceros, después de muertos, son otros tantos demonios.(6)

El curandero en el sur suele pelear con demonios para curar enfermedades

Dirigen enteramente su culto a esta mala potencia, exceptuando algunas ceremonias particulares que usan con respecto a sus difuntos. Para practicar su culto se juntan en la tienda del hechicero, el cual está escondido en un rincón de ella, donde tiene un pequeño tambor, una o dos calabazas rodeadas de conchas, y algunas bolsas de piel pintadas, en que guarda los materiales de sus encantos: comienza la ceremonia haciendo un gran ruido con el tambor y calabazas; finge luego una epilepsia en que lucha con el diablo, que supone entra en él, teniendo los ojos levantados, las facciones torcidas, echando espuma por la boca, y sus coyunturas descompuestas; hasta que después de varias y violentas mociones, queda recto y en disposición de un hombre que se halla con epilepsia: después de lo cual vuelve como que ha ganado la batalla contra el demonio, fingiendo dentro de su tabernáculo una voz desmayada, chillona y dolorida, como si fuera de un mal espíritu que se supone vencido; y finalmente, tomando una especie de asiento en tres pies, responde de allí a todas las cuestiones que se le proponen: que sea bien o mal nada quiere decir, por que en caso de suceder lo último, se echa la culpa al demonio. En todas estas ocasiones se pagaba bien al hechicero.(8)

El poder de los curanderos produce temor (chaco)

Todos los honran a su manera, pero mas los temen. Considerando nefastos tanto contradecir sus sentencias como oponerse a sus mandatos, por temor a la venganza. Si alguien resulta hostil al hechicero, este lo cita a su casa, y lo ve someterse sin vacilación. Le imputa alguna injuria o quizás una culpa imaginaria y le ordena un castigo en nombre de su abuelo. Le hace desnudarse el pecho y la espalda y lo frota fuertemente por todas partes con una agudísima mandíbula de pescado (que los españoles llaman palometas), desgarrándolo. El pobre infeliz no osa levantarse aun cuando le mane sangre, considerándolo un beneficio que se le permita retirarse con vida.(9)

En relación a los modos de vida de los curanderos, se puede observar una curiosa característica en relación a su sexualidad. En la zona sur argentina se puede ver lo siguiente en el siglo XVIII:

Los hechiceros son de ambos sexos. Los hombres están obligados (por decirlo así) a dejar su sexo, y vestirse de mujer, no siéndoles permitido casarse, aunque sí a las hechiceras. Son elegidos para éste oficio desde niños, dándose la preferencia a los que están más dispuestos desde su primera edad a condición femenina. Vístense muy temprano en traje de mujeres, y se les da un tambor y matraquillas, como pertenecientes a la profesión que han de seguir. Los que padecen el mal de epilepsia, o chorea sanabita, se eligen inmediatamente para este oficio, como si fuesen los demonios, de quienes se supone están poseídos, causándole las convulsiones, y contorsiones comunes en los parasismos epilépticos. El entierro de sus difuntos, y reverencias supersticiosas hechas en su memoria tienen muchas ceremonias. Cuando un indio muere, una de las mujeres más distinguidas, es nombrada inmediatamente para hacer el esqueleto del cuerpo, sacándole las entrañas, y quemándolas hasta que se hagan cenizas.(10)

Sobre esta característica sexual se puede ver también en la actualidad lo siguiente (según del dr Pages Larraya)

En el “shamanismo “ araucano (...) se observó una curiosa modificación (...) coincidente con la conversión religiosa a un catolicismo sui geniris. El “shaman” era primitivamente un homosexual, siendo los rasgos de afeminamiento factores determinantes de la selección iniciatica; al difundirse el horror a la homosexualidad, la función del “shaman” fue transferida a la mujer. (11)

En la actualidad, en el noreste argentino, se puede observar también esta característica sexual en curanderos.

Culturalmente, el chaman “Juanita” era considerado mujer y vivía como tal.
Según Agustín, no tenia ninguna actividad sexual, era “como una mujer que esta sola”.(12)
No había comisario policial que en su paso por Pampa del Indio no le haya bañado en la laguna cercana y obligado a utilizar, sin éxito alguno, ropajes de hombre (...) Se observaba además todo tipo de desenfreno. la figura lejana del transvestista, enjoyado y pintado, era un impostación chiflona y exagerada de la feminidad, daba al “culto” un toque siniestro al que no era ajena la presencia de lo sagrada (...) Casi una hora dura la actuación de Juanita, que luego se retrajo con los dos ancianos transvestistas que siguieron largamente con su monótono canto. (13)

En relación a la formación del curandero, esta debe ser de la siguiente manera en el siglo XVIII (en el Chaco)

Los que aspiran a este oficio de hechicero dicen que se sientan en un viejo sauce inclinado sobre cualquier lago, aguardando una prolongada abstinencia durante varios días, hasta que notan que comienzan a prever en sus espíritus las cosas futuras. Esto lo supe por personas entendidas, pero siempre me pareció mas bien que estos bribones, por la dieta prolongada, se quedan imbéciles, y sufren un cambio en el cerebro, deliran creyendo que saben mas que el resto del vulgo y se hacen valer como magos; primero se engañan a si mismos y después engañan a los demás; pero no difieren en nada de los otros, a no ser por su arte para engañar y tramar fraudes. Y en verdad, que esto no les da ningún trabajo con esos sustos crédulos que en seguida atribuyen a poderes mágicos y consideran un prodigio cualquier cosa que no hayan visto antes. (14)

El dr Fernando Pages Larraya dice lo siguiente en relación a la formación del curandero en la actualidad:

El curandero criollo es una figura especial que debe encuadrase dentro del complejo chamánico. Orestes Di Lullo compara la iniciación del “curandero” santiagueño con la del Keebet de los antiguos abipones. La relación del shamanismo criollo santiagueño, con el viaje iniciático a la Salamanca, especie de universo numinoso subterráneo tiene una sugestiva semejanza con modelos iniciaticos aborígenes.(15)

Es interesante en esta cita ver la formación que tiene el curandero en la Salamanca. Tambien aparece este tipo de formación en los testimonios de curanderas mujeres.
También el doctor Pages Larraya dice:

La primer y fundamental experiencia (del curandero) a que nos referimos consistía en el aislamiento del sujeto elegido en el monte, sin agua ni lamento alguno, evitando de todas formas el dormir, aun recurriendo a la propia laceración.
El sujeto a los pocos días deja de percibir el mundo cotidiano, se desgarra los ropas en el monte, huye de la gente que se puede acercar a verlo, trapa a los árboles y canta día y noche
Cuando el sujeto “puede ver”, con referencia a un universo espiritual, y le “aparece como una luz en la frente”, ha concluido su experiencia y retorna a la población. De regreso cambia de nombre y también, habitualmente, de residencia.(16)

Un aprendiz de curandero que no ha cumplido con su debida formación, produce el siguiente efecto cómico (según el dr Pages Larraya)

Petiso no logró llegar a ser shamán, porque no alcanzo la locura mística. No resistió el ayuno y de noche “estaba meta dormir”, en lugar de procurar el insomio enervante.(17)

Sobre su conocimiento sobre sustancias para curar, dobrizhoffer en el siglo XVIII en el chaco nos dice:

Son expertos conocedores de la utilidad de las hierbas medicinales que crecen en increíble abundancia allí; y sin embargo , gustan aparecer muy entendidos en los misterios de la naturaleza. De modo que no es tanto por deseo de reestablecer la salud ajena sino por adquirir fama, que suministrar a los enfermos ciertas plantas, hojas de árbol o raíces (...)
Del mismo modo que la lengua abipona, así la guaraní abunda en nombres de plantas medicinales; y no pocos guaraníes conocen sus usos mas importantes.(19)

Uno de las tantas sustancias en el curanderismo que se usan es la ayahuasca:

Bajo la acción de la Ayahuasca, “se puede descubrir quién es la persona que ha hecho el embrujo y librarse así del mal”. Se puede lograr que una persona confiese maleficios realizados, dándole ayahuasca. “Cuando un sujeto entra en estado de trance bajo la acción de la Ayahuasca, el hechicero puede apoderarse de su voluntad y utilizarlo como médium”(20).

puede observarse el uso que se le da al ayahuasca, para descubrir quien ha hecho el daño.
El ayahuasca se usa cuando:

Los habitantes nativos de estas región recurren al brebaje por diferentes motivos. “Cuando una personas esta enamorada y la familia se da cuenta que este enamoramiento es malo y la daña, la lleva al curandero, quien le da Ayahuasca”. El “daño”, que allí se llama “mal de gente”, es para los naturales etiología de muchos males. Bajo la acción de la Ayahuasca “Se puede descubrir quién es la persona que ha hecho el embrujo y librarse así del mal”. Se puede lograr que una persona confiese maleficios realizados, dándole Ayahuasca, el hechicero puede apoderarse de su voluntad y utilizarlo como médium”. Como recuerdan cuanto han visto, influenciados por lo que se les pide, pueden descubrir hechos que forman parte del “secreto del monte” También se refieren que, bajo este estado, el hechicero puede impulsar a cometer crímenes.(21)

Con el uso del ayahuasca se debe conectar con quien nos ha hecho el daño.

Pero el maestro nos ayudaría y nosotros deberíamos conectarnos sobre aquello que queríamos saber, quien nos había hecho mal. También podemos invocar el espíritu de algún muerto que quisiéramos ver.(22)

Encontrarse con quien ha hecho el daño es fundamental

En dos relatos que obtuve de personas nativas, atribuían la curación al descubrimiento (estando bajo la acción de la droga tanto el Maestro como el paciente) del perseguidor causante del mal enfrentado por la víctima, confesaba el daño realizado, completándose así la curación (...) por otra parte,, el enfrentamiento por parte del paciente con sus perseguidores implica la externalización de objetos persecutorios y su sometimiento, gracias a las propiedades omnipotentes atribuidas al Maestro y a la droga.(...)
Los espíritus que invocaban como ayuda los maestros Ayahuasqueros –selva, ríos , animales- son también perseguidores, dan muerte y permiten una vida precaria(23).

También como terapia, esta la versión de succionar el cuerpo del paciente (nos dice dobrizhoffer)

Veamos ahora su método y riámonos, succionan a la parte del cuerpo afectado, aplicando fuertemente los labios y después escupen lo que succionaron. A intervalos, hasta cansarse físicamente, soplan con fuerza con la bocas hinchadas la región dolorida. Repiten alternadamente aquel soplar y succionar. Si tienen todo el cuerpo debilitado, fiebre o comienzan a insinuarse los síntomas de viruelas o sarampión, a veces cuatro o cinco médicos, como las Harpías, revolotean alrededor del cuerpo del paciente al mismo tiempo; uno chupando, otro soplando en el brazo y en el costado; el tercero y el cuarto en los pies. Creerías que hay sanguijuelas adheridas a enfermos (24)

También esta el uso de animales durante la cura:

Los hechiceros alimentan con nuevos engaños esa credulidad de los naturales. Pues mientras se preparan para succionar al enfermo, se meten en las boca furtivamente espinas, escarabajos, gusanos: y escupiendo después de cualquier succión estas chucherias, dicen al enfermo: “He aquí la causa de tu enfermedad”: y muestran al mismo tiempo el gusano o la espina que han arrojado de la boca. Viéndolo, el enfermo se tranquliza, y vuelve a tener esperanza en recobrar la salud. Con frecuencia esta era la única opinión sobre el origen de las enfermedades o la conservación de la salud. Tanto puede el cuerpo en el espíritu y el espíritu en el cuerpo. Lo expuesto ha sido confirmado con claridad meridiana en muchas historias y por la experiencia diaria.(25)

Es fundamental también el uso de las palabras para la cura:

Los hechiceros dicen que tienen en su poder el dominio de las enfermedades y de la salud, y afirman con gran ostentación que solo su palabra es suficiente para curar a los enfermos, excluidos todos los remedios. Sentados junto al lecho del enfermo, entonan cantos arbitrarios o mágicos, tanto para aplacar al demonio, su abuelo, como para evocar a los manes del infierno, por cuya obra prometen han de ser dominadas y exterminadas cuantas enfermedades hay.(26)

El saber del curandero tiene su contracara también

Entre los muy bárbaros payaguas fue establecido por una ley pública de sus mayores, garantizada y sancionada, que si alguno de los suyos moría a causa de una enfermedad, el médico (lo llamaban Pay) que recelaba de su curación fue castigado allí mismo por las flechas de todo el pueblo
Y en verdad, como son muy respetuosos de la venganza, todos obedecen con crueldad esta ley.(27)

Dejando a los pueblos originarios, los gobiernos europeos ( gobiernos civiles europeos) en argentina intentan extirpar este saber:

Eran tan extendidas las creencias mágicas y las brujerías entre los indígenas que en la época de la colonia española, los misioneros, obispos y gobernadores lucharon con energía para extirparlas usando penas severísimas.
Así lo atestigua Jaime Freyre, cuando escribe: “la religiosidad del gobernador que lo llevó a estimular por todos los medios el aumento de clérigos y de frailes y el progreso de las iglesias y de conventos, lo impuso además contra la idolatría de los indios y sus practicas supersticiosas y bárbaras. Los últimos años del siglo XVI vieron en Tucumán el espantoso espectáculo de los autos de fe, desconocidos en esta parte de América. No los precedieron los sombríos y tortuosos trámites de la inquisición: ni hubo calesa verde, ni sambenito, ni coraza llameante. Ramirez de Velazco se limitó a hacer prender a los brujos y hechiceros que infestaban los pueblos de indios y a quemarlos públicamente. En una carta que dirigió al rey en 1586 y que he visto el original en el Archivo de Indias, dice con la mayor simplicidad que envió un juez para que se informara sobre el asunto y le trajese a los culpables. Llegaron mas de cuarenta, confesaron sus crímenes y sus malas artes y los hizo quemar vivos. “Ha sido justicia muy acertada –añade- porque escarmentaron los que quedaban encubiertos”: las victimas del horrible castigo eran ancianos de mas de sesenta años. Uno de ellos pasaba los ochenta. Por lo demás, no era la hoguera un suplicio raro para el tremendo gobernador. Lo aplicó también sistemáticamente a los españoles y a los indios convictos del delito nefando. (Ricardo Jaimes Freyre –el Tucumán del siglo XVI. Pag 74 y siguientes. ) (30)

El tribunal de la inquisición en argentina tiene el siguiente caso en 1671.

Manual Almeida Pereira, soldado de Buenos Aires, procesado por haber repartido un prospecto ofreciendose a las damas sus servicios, a fin de que por su medio y ciertas invocaciones, lo obtuviesen los favores de sus galanes(31)

La tradición de hablar con el demonio (propio de curanderos), puede observarse mas contemporáneamente en el siguiente caso (Un caso de Pichon Riviere )

Nacido en Villaguay (Entre Rios) e internado por la policía el 8 de noviembre de 1939. la persona que lo acompaña no da ningún antecedente familiar personal ni de la enfermedad actual. Se presenta pues ante nosotros sin ningún dato y con la característica siguiente: al ser interrogado no contesta absolutamente nada, pudiéndose observar una contracción de los músculos masticadores y del cuello, fenómeno este que se exacerva intensamente, acompañando de rechinar de los dientes cada vez que se le dirige la palabra. Si se intenta abrirle la boca, las dos arcadas dentarias se cierran convulsivamente. También los otros músculos de la cara se contraen llevando las comisuras labiales hacia afuera con elevación de las alas de la nariz, arrugas en la frente, abertura de los orbiculares y aparición de algunas mioclónias. Esta mascara mas o menos fija asociada a la movilidad de los ojos recuerda la risa sardónica. Se le ordena cerrar los ojos, cumpliendo esta orden, pero lo que fue imposible en la primera época fue hacerle sacar la lengua. El grado de contracción podía apreciarse por el rechinar de los dientes, que se hacia intensísimo al intentar explorar sobre todo lo referente a sexualidad. La conducta del enfermo en el servicio nos dio prueba de que se trataba de un enfermo lucido y que solamente tenía un grave impedimento para hablar. La exploraron neurológica no reveló otro trastorno y las pruebas biológicas fueron negativas. Como el enfermo tampoco escribió, lo que en él acontecía era completamente desconocido para nosotros. Lo que la narcosis rebeló desbarató todas nuestras hipótesis.
Inyectamos 6cm3, llegando a la narcosis completa, relajación muscular, abolición del reflejo corniano. Duración de 20 minutos, despertar lento, con euforia y dando la impresión de un sujeto que se había liberado de algo. Se conecta en seguida y comenzamos el interrogatorio porque no hubo relato espontáneo. Dijo así: “Es un mágico que me domina y que no me deja hablar ni escribir. Desde los quince años empezó a manejarme la mano derecha y después todo el cuerpo. No estoy loco, amigo, porque muchos me lo han dicho, estoy en el hospicio, me trajo la policía, pero es el mágico que me maneja. Les cuento esto para que sepan que el mágico me echo de la provincia de Buenos Aires. Estaba trabajando en una estancia y me descargo la carretilla con la mágica. Estaba enfermo y me fui a mi casa y allí pasé la noche sin dormir y entonces el mágico se me apareció de frente y me hablaba y no le entendía nada y de noche, durmiendo me hizo enojar y me levante con el cuchillo en la mano enojado y estaba como enfermo de la cabeza. Cuando salí a la calle me seguía, me iba dando el frente todo el camino y me hablaba y no le entendía, despues se me desaprecio pero me hablaba mal todo el camino con la mágica y el cuerpo era un fuego y me hervía la sangre. El mágico me ataja el pensamiento con la mágica y también a las doctores”. Interrogado sobre su vida sexual, confiesa haber sido onanista, pero “el mágico me atajó la mano derecha y no me la deja hacer”, nos dice. No ha tenido relacions sexuales. Poluciones nocturnas, “influencia del mágico “, dice, pero a medida que el interrogatorio es dirigido sobre sus problemas sexuales el trismus se hace de nuevo intenso, apareciendo el rechinar cuando se insinúa la investigación de sus complejos homosexuales.
La contracción de sus músculos masticadores, el cierre de la boca y la consiguiente imposibilidad de hablar son actos impuestos desde afuera, es decir, hay un sentimiento de influencia, de acción exterior personificado en un mágico. Es manejado, dirigido, diríamos “copado” en su totalidad por este extraño personaje. Desde el punto de vista estructural se trata de un delirio de influencia de estructura primitiva, mágica, en relación con su personalidad anterior. El síntoma mas evidente es pues una acto impuesto y que siguiendo las escuela psicoanalítica tiene un significado de punición, ligado a su onanismo. El mágico “paralizó”, como dice él, primero la mano derecha, mano onánica, y representa para el enfermo un sustituto del padre muerto durante su adolescencia. Frente al mágico realiza él una conducta de obediencia pasiva.
Esta interpretación es confirmada en grandes líneas por lo escrito posteriormente por el enfermo después de haber recibido la orden expresada así: “el mágico anoche me aviso que escribiera”.
Actualmente el enfermo habla libremente con los otros internados: pero la inhibición aparece frente a toda persona que represente autoridad; médicos, enfermeros, policías, etcétera.(33)

Con el mismo criterio anterior, pero extendido mas al terreno rural, se encuentra el siguiente caso que involucra la licantropía (caso Juan Bagual)

En una cálida mañana santiagueña caminamos con don Orestes Di Lullo al manicomio de la ciudad de Santiago del Estero, para entrevistar una criatura feral que habían traído encadenada de campo Gallo. Había sido cazada tal vez en los montes del departamento de Figueroa, desnuda y con los cabellos hirsutos, que crecían hasta las rodillas
Nos encontramos con un ser de color ceniciento, de cabello desordenadamente rasurado, vestido con despojos de hospicio, de edad indefinible pero con asomos de juventud, ya que en el rostro atezado no tenia arrugas, a excepción de un vibración de los párpados que acompañaba un lánguido lagrimeo
Estaba de rodillas, acurrucado en la ochava de un pabellón antiguo de pesados adobones.
Luego del estupor de su cacería en el monte, se había obscurecido en el olvido, y agonizaba en ese abrazador páramo de la locura
Un respeto casi sagrado nos sumió en el silencio, ya que comprendimos que era inútil tender hacia él la mano de la misericordia y habitaba un mundo al que no llegaba ni nuestro amor ni su mensaje.
Un niño hijo de una mujer campesina de la zona de Llajta Mauca, que horneaba el pan del manicomio, hablante quichua, que no superaría los diez años, era el único interlocutor de Juan Bagual. Se comunicaba con él en una habla críptica, constituida con monosílabas, glosolalias levemente sibilantes, y pequeños gestos que emanaban de su rostro de mirada perdida.
Don Orestes Di Lullo, habló con el niño edipo en quichua santiagueño que sabia por “mientes” de hombres de campo, y obtuvo del pequeños descifrador de enigmas esta versión de la contemplación de Juan Bagual:
“ese de chiquitico lo llevó el duende(...)
criatura era cuando lo llevo el duende(...)
hay muchos así con él viven y aprenden (...)
ese dice que no hay miedo, el duende puede ser así, quirquincho, pavo grande, mula, caballo, toro..hasta pájaro y una planta(...)
ese dice que está ahí con ellos como su familias...habla y juega a cualquier cosa...su mamita le daba comida, se la dejaba de noche(...)
ese dice que él es el de los duendes ...mejor así (...)
no es del pueblo, es del monte...eso dice él, está triste triste aquí...está solo aquí (...)
ese tienen cerda larga en la cabeza, porque el sol esta enojado con el duende, si no hay sombrero grande ese “lo sol” enojado lo quema...ese duende a lo mejores está peleado con el sol, o es un hijo malo de ese sol, que cayo acá...eso dice ese...Juan Bagual lo llaman”
En 1990 recorrí los parajes en cuyos montes transcurrió la existencia de Juan Bagual, transustanciado ahora en la figura legendaria , en que se aúnan los enigmas de la licantropía y el de los niños ferales.(35)

Uno podría pensar que la visión de un demonio (muerto) entra en los terrenos de los casos mas graves. Simplemente como curiosidad, transcribo un recuerdo de Domingo Faustino Sarmiento:

Pase la infancia bajo el azote de estos terrores: y contaré aquí (...) ahora se le causa natural que lo produjo, el aire viciado de la habitación en que dormía. En eso pasaba las veladas de invierno a puertas cerradas toda la familia en torno al brazero árabe, y sobre un estrado se extendía mi cama. Cuado se apagaba la luz principaba mi martirio. Un momento después que cuando empezaba a adormecerme, salían de los rincones bultos en forma de vara y media de alto como los postes y palitroques de los juegos de bolas. Eran seres animados pero sin fisonomías discernibles y se empezaba una danza, un dar vueltas en el interior de la pieza. No me hacían mal alguno, no venían hacia mi cama. Yo estaba en el oscuro mirándolos aterrado, sin atreverme ni a gritar de miedo a que se irritasen y me hicieren mal, me comiesen, quien sabe?. Y esto a durado años, al fin estaba habituado a estas otras escenas. Eran como mis amigos, mis conocidos. La luz del día y el sueño reparador que le había precedido traía la alegría y el olvido de los pasados terrores. Alguna vez conté a mi madre y hermanas estas extrañas visiones.¿Quien hace caso de las tonterías de un niño? Así viví tranquilo con seres fantásticos. Ahora sé que son la comitiva obligada de todos los que duermen en aire viciado.(36)

Esta cita puede tomarse que hasta en los mas acérrimos defensores de la razón y la civilización se puede encontrar este tipo de fenómenos (vista de demonios).

Conclusiones finales

En primer lugar, hay que destacar que hay muchas simetrías entre el curanderismo practicados por ambos sexos. Ambos se forman en la Salamanca, especie de universidad instalada en el medio de la montaña. También hay que destacar que ambos pueden hablar con muertos (demonios). Ambos emplean la metáfora de la enfermedad como un animal dañino a extirpar (arañas-gusanos). También se puede destacar que ambos consideran la enfermedad casi siempre como un daño causado por otra curandera desconocida. El daño se termina cuando se sabe quien es el perseguidor. El uso de venenos es también muy importante para ambos.
El curanderismo de hombres tiene la particularidad que los curanderos se transforman en tigre para amenazar, en mujeres no esta tan claro esto.
Los hombres que quieren ser curanderos son sometidos a exigencias muy grandes.
Los testimonios sobre que los curanderos son homosexuales no son pocos, hay que considerar este punto también.
Ver demonios hoy en dia esta incluido como una patología psiquica, cosa que veda un poco la credibilidad del curandero hombre.


Referencias bibliográficas

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