sábado, 17 de abril de 2010

38. Marulo, Marcos: "evangelistario" (traduccion de fragmentos)

A continuacion se procederá a la traducción de fragmentos del texto "evangelistario" de Marcos Marulo. Los fragmentos han sido traducidos de la version portuguesa:

S.Francisco, padre de los Menores, como ellos tienen regla y ley de acuerdo a sus necesidades, que necesitan mendigar, andando camino, encontró a un hombre, tan pobremente vestido y roto, que escasamente cubría sus carnes, y sintiendo la desnudez de pobre, paró, suspiró y gemió. El hermano compañero le dice. Padre, porque sentis esto tanto, porventura, este pobre de vestido, será rico de cobijas. Tanto que el Santo Padre no sufriendo, mas reprendiéndole el error del compañero, mandolé luego, que se despida de su hábito y vistiese de pobre, y pidiese perdón por mal juicio, que ha tenido. Y finalmente le insinuó, que era grave culpa juzgar y murmurar de los pobres, y no tener que contar como las suyas esa necesidades. Si asi son castigados, encontrarán mas graves penas, los que a veces dicen mal, y se lanzan en esa reprensión, porque no les preocupan mas que su celo y se deshumanizan. (Pagina 8 b)

Mas no fue tal San Bernardino, de la orden de los menores, segunda gloria. Muertos sus padres, y viviendo a cuidado de su tía Diana, de a poco comenzó a dar flores, y fines de su futura perfección, porque acostumbraba siempre repartir de su comer con los pobres. Y un día habiendo en casa tan poco pan, que si había necesario solo para los de casa. Y por eso excusándose su tía a un pobre, de no dar esmola: rogó el Santo que le quiten lo que para él se guardaba, se la de a ese pobre, queriendo mas pasar el mismo hambre, que negarle a un hambriento una esmola. (pagina 5)

Con igual reflejo de pobreza, ardió S.Francisco padre de los Menores, con su fe mas firme en su propósito, porque por los perseguidores no pudo ser arrastrado, ni dejó de seguir a Jesucristo. Antes, que el religioso fuese a Roma, halló un pobre roto, trocó con el sus vestidos y asi vestido se juntó con quién lo esperaba, y con ellos estuve asentado aquel dia, pidiendo con ellos comió, alegrándose por igual. Y estando en profundo parecía gloriarse, y decir. Soy pedidor y pobre, y el Señor eso me lo solicita.
Y teniendo cantidad de dinero como quien fuese mercader, y dió por amor a Dios, cuando le dio la noticia a su padre (cuya avaricia consiste el amor natural en furia) alegremente sufrió de prisión e injuriado, y devolvió todo dinero, y roto vestidos que de camisa tenia con tanta bondad, como cuanta cobija que el padre pedía. Con esto, haciendo renuncia su padre, de toda herencia, que de él podía haber: no menos contento, que en otro tiempo José, cuando dejaba la capa, escapó de las manos de ruin señora. No menos que mancebo que dejando a IanÇol, escapó de las manos de los fariseos; vencía con placer de libertad a la verguenza de la desnudez, rompiendo por ventura en aquella voz. Quebranta Señor mis cadenas, a ti sacrifico los sacrificos de los señores.
Contento con su vil túnica, y andando dezcalzo, comenzó a sembrar la palabra de Dios, intentado imitar la vida de Santos Apóstoles, asi no cesó de pregonar, como en su desnudez. Y manteniéndose pobrísimo, tenía miedo a ser vencido, si otro parecía mas pobre que él, llamando a la Pobreza Su Señora, mas haciéndose pobre, criado por pobres.
Con sus hermanos comió una vez en mesa, como lider que era, como nuestra Señora en Belen, sin hallar adonde agacharse, parió de verbo divino un manjar: y dijo, Soy un pecador, soy mas servidor, y se ha previsto de no estar sentado en la mesa. No hallando la madre de Dios lugar, se acentó en un establo: naciendo el creador del mundo en estrebaria, y estando reclinado en su manjar: diciendo esto, comió con lagrimas en paz en tierra.
Finalmente, como era tan solicitado, principalmente de su protectora la Santa Pobreza, de misma manera intento instituir a sus hermanos, mandándoles no tener nada propio, ninguna cosa poseer; y que vivan lo mas humildemente, y buscar comer mendigando.
Dejando lo insasiable de los mortales, en juntar riquzas con todas sus fuerzas y poder: San Francisco mas gloria ha ganado con su pobreza que algun rey nunca ganó con su riqueza; el nombre de S.Francisco, mas que de los mismos reyes, ha tenido mas honra, por muchos hombres, y en años fue mas celebrado, que todos los principes del mundo. (Paginas 23 y 23 b)

de Tobias he escrito que oraba con lagrimas , y por su desastre perdiendo la vista, mereció ser curado por el angel Rafael. Enviado de cielo a la tierra: tanto lo aprovechó derramar lágrimas en oración. Pagina 33

Judith entrando en oratorio, vestida de cilicio; cubierta de ceniza, postrada en tierra rogó al Señor, y así ella mereció en un día liberar a toda Judea, de la opresión de los asirios. Porque acuso cometer una hazaña digna de memoria, para siempre entre tantos millares de armados, mato al capitán Holofernes con su propia mano. Con su muerte, todo los suyos llenos de miedo huyeron. Si así oramos, será vencido Satanás, los vivos huirán, y una cadena de tentaciones se deshará.(pagina 36)

Que diréis de Susana, aquella condenada a muerte, por una sentencia de dos jueces, llamo al Señor, y fue oída en oración. Y suscitó Dios, o el Espíritu de Daniel, cual convenció de los falsos acusadores, y los juzgó a la pena del Taliam: y fueron apedrejeados, con el polvo de sus mismas piedras, con que hubieran de apedrear a la inocente Susana. A su llamado luego acudirá, a quien manifiesta los secretos de corazon, padece de cantidad de infamia y de muerte inocente.(pagina 43)

Aquella serpiente antigua, que nunca cesa de engañar a los mortales, con engaños y perniciosas persecuciones, nunca pudo engañar al humilde orador, el fidelísimo siervo de Dios, San Francisco. Orando prolijamente, una vez, oyó una voz que le decia. Francisco, Dios perdona sus penitencias, que no se matan con tan hostinados trabajos. Conoció el santo los engaños de estas palabras, y como ya había pensado, perseveró en oracion, y mas se ofreció a hacer trabajos por amor a Jesucristo. Porque conocia los consejos del enemigo, que son siempre para engañar: nunca para bien propio, como he escrito. Nunca lo escuches a aquel, cuyo padre es la mentira, al diablo o a sus miembros.
Otra vez los perpetuos enemigos del género humano, porque nada aprovechan induciendo engañosamente, o acometeran con miedos e ilusiones. Y una noche estando en oracion, comenzaron sobre el techado de casa a hacer grande estrépito, y dar terribles voces. Mas S.Franciso sin miedo se levantó, y dijo: heme aquí, malos espitirus, yazcan en mi cuanto les este permitido. Al estar en este cuerpo, me vengareís de mi peor enemigo. Dichas estas palabras, confusos se fueron, y el Santo continuó su oración; siendo invencible de tentaciones, por la confianza que en Dios tenía.
Siendo asi vencida la malicia del diablo, pues está quieto, y estando San Francisco en oracion, le molestaba la idea que esa sugestion interior era como una exterior; Porque combatía con pensamientos y movimientos sensuales. Y el Santo, dejando el lugar de la oración, logró levantarse y con muy dura disciplina reprimió el mal movimento violento: después se apagó el calor encendido de las velas por un soplo diabólico, lanzándole una cosa, como nieve heladísima. Porque esto es del género de los demonios, que se lanzan durante la oración. (Paginas 44 b y 45)

¿Mas que diré de tí, padre San Francisco? ¿Cuanto, viviendo en tierra, pudiste contemplar? Viste una resplandeciente cruz de nuestro salvador, viste Santo Serafin, por lo que mereces llamare Seraphico. Donde, por un singular privilegio, corporalmente te apropiastes de las llagas de Jesucristo crucificado, porque pobreza y mansidad seguistes, tambien representaste los finales de su sagradísima pasión, en sus manos, en su costados, y en sus pies: y como S.Pablo puedes glorificarte diciendo. Soy llevado como Cristo a su cruz, y ya no como a mi mismo, sino que vive en mi Cristo. Y lejos de gloriarme en la cruz como nuestro señor Jesucristo, la paso igual, un mundo he crucificado, mi mundo. Porque llevo las llagas del señor Jesucristo en mi cuerpo. Un bienaventurado siervo a que el Señor dió cinto talentos, pero con ellos el Señor redimió un mundo perdido. Y sirvo restaurarle una Iglesia que estaba por caer. (Pagina 47 b)


Santa Clara virgen, doctrinada en los preceptos del Padre San Francisco, y digna discípula de tal maestro. La víspera de la Natalidad enfermó, y no le fue posible ir con otras hermanas al oficio de aquella Santa Noche. Mas la dolencia pudo impedir al cuerpo no a su alma, porque una sierva de Cristo está presente como un Espíritu, donde el cuerpo no podía estar. Y regresadas las hermanas del oficio, les decía como si estuviera con ellas presentes, contando muchas cosas particulares que entre las hermanas pasaron. Y pasmadas de esto, les dice más, como que el mismo Jesús le aparecía en aquel lugar en la misma hora, en que nació en Bethlem. Así que contemplando devotamente a Jesucristo, yaciendo enferma en el lecho, vio las cosas que se hacían durante el coro, y que ésta se mereció ver, y que ellas juntas no merecían.
Otra vez también, en el día de la Cena del Señor, o Sábado Santo, sin sentido alguno, estuvo como muerta. Como todas las potencias del alma trasportadas en Dios, vio todos los misterios de paso en unas mismas horas, y con un mismo orden, como si fueran a un tiempo. Y tornado a su cuerpo, pareciale que no fuese raptada mas que por espacio de una hora. Donde fácilmente se puede ver cuan suave era verse en tal sueño, porque breve parece siempre lo que deleita. Y deleitávase, mas viendo a Cristo padecer, mas viéndose comparecer con Cristo. ( paginas 48 y 48 b)

El castigo de Babilonia, hizo mas digno de loar la caridad de Tobías, porque en todo modo que le fue posible ser, no dejo de ayudar, a los que veía en necesidades, ora consolándoles con palabras, ora ayudándolos con obras, y sepultando los muertos desamparados. O cual como fuese mandado buscar en expresa muerte por el Rey, con ayuda divina escapó con los suyos. Después, muerto el Rey por sus hijos propios, tomando Tobías, todo lo que le era tomado, porque no faltase materia de buen hacer, a quien no faltaba bondad. Así que piadoso mereció ser guardado. (Tob I) (pagina 69 b)

S. Bernardino, antes que entrase en la religía de los menores, ejercitaba su vida en toda clase de caridad. En Sena, había tan gravísima peste, que así muchos huyeron de la ciudad, como los que se fijaban no querían curar a los heridos de la peste, morían muchos por desamparo. Y San Bernardino joven se determinó, de acudir a los enfermos tan desamparados, y convirtió a doce en su ayuda, para este servicio de Jesucristo. Con los cuales, visitaba las casa de los enfermos, consolaba los sanos, curaba a los dolientes, proveía de comida, y cosas necesarias, y sepultaba a los muertos: y primero que todo los hacia confesar, porque contritos, y confesados estuvieron aparejados, a espera de lo que Dios le ordenase. Mas temía que nada les faltare, para su salvación, mas que perder su propia vida. Mas con tanta misericordia, mereció, ser guardado de tan grande peligro sano y salvo, y ser fuerte digno, para que mucho mas aprovechase después a los hombres pregando que estén sirviendo. 72 y 72 b.

Y San Francisco padre de Menores, también parece que cumplió aquel mandamiento del Evangelio. Alabó a todo el mundo, y pregonó el Evangelio a toda criatura, porque así pregonó a los hombres, que hinchó un mundo de misterio, así a las aves, que hagan silencio y escuchen con atención, y que no muevan las manos. A los hombres amonestó que viviesen virtuosa y santamente, a las aves solamente que loasen a su Creador, por cuyo beneficio tenían alas para volar, voz para cantar y, y los frutos de la tierra sin sembrar, para recoger para su mantenimiento y sustento. Con que fervor de caridad, se puede decir, que este Santo enseñaba a los que sabia creados para gloria eterna. Si no despreció en amonestar a aves, cuanto a ellas convido?
Pregonando el mismo Santo en la villa de Canario, mandó a las andorinhas que hacían gran chistido que se callasen, lo hicieron, hasta que acabó de pregonar. Porque se ha puesto que hable un espíritu en boca de su Santo, como también a animales brutos, para que fuera de naturaleza, entendiesen , lo que él hablaba, y le cumpliesen, lo que él les mandaba?. (paginas 83 y 83b)

El Padre e instituidor de los hermanos Menores S.Francisco. Puesto que estaba dotado de toda santidad, no alcanzó en esto poca alabanza, que siempre tuvo en suma veneración a los Sacerdotes. Acostumbraba decir. Si encontrase un santo, y con él a un sacerdote, primero besaría las manos del Sacerdote, y después haría reverencia al Santo. Significando que mas debía al Sacerdote por cuyo medio recibía el sagrado cuerpo del Señor, que a un Santo que conocía el reino con Cristo y los suyos. Y en gran dignidad tenia el Santo al Sacerdocio, que en esto mostró, que juzgándose por indigno de ello, nunca quiso recibirlo, contento con el oficio de Diacono en cuanto vivió. Considere a los Sacerdotes, de cuanta perfección que con ellos dejan, que San francisco creyó, y que la suya no bastaba. (paginas 86 b y 87)

Judit aparejándose, para hacer aquella hazaña que determinaba en su alma, pidió, como dice la escritura a su piada Abra, un frasquito con vino, y un vaso de aceite, y farinha para caldo e higos pasados y pan y queso, y partióse. Parece en esto que se abstiene de carne, y también, a mi parecer, de vino, y solamente usaba de ella, cuando había menester audacia de animo, y fuerza, que antes con cilicio y jejus quebrantaba, se habia de animar, porque bastase un brazo de mujer, para cortar el duro pezcueso del tirano. A que llevo vino contra Holofernes, sabemos que tenia pelea contra molestia de carne con jejus y abstinencias. Porque a manera de los luchadores se ejercitan en asnos, se han de criar y doctorar los siervos de Cristo. (Pagina 115 b )

La mansura de S.Francisco hizo mas maravillosa el atrevimiento que con él tenían las aves. Corrían a su pregón, no huían de sus manos, tan obedientes, que hacían lo que él les mandaba, que se callaban hasta que él finalizaba, no por entender el mandato, mas porque sentían la autoridad y virtud de quien les mandaba.
Andando una vez cerca entre árboles, una cigarra a su llamado se posó en su mano, y mandándole loar a Dios, comenzó ella a hacerlo, con mas suave melodía, que lo acostumbrado. Así que animalitos acostumbrados a huir de la conversación de los hombres, no temían al justo varón de Dios, S.Francisco que todas las criaturas con su mansidad habían agasajado, ni podían dejar de obedecer lo que les mandaba, en lo que divina virtud moraba. Porque se dijo. Si desamarras este bote, lánzate al mar, navega (paginas 129 b y 130)

Mas también en esta parte es necesario avisar, sobre los manojos de engaños del diablo. A su padre que guardaba perpetuo silencio, no pudo persuadir al padre S. Francisco, que a menos alguna vez, no lograba confesarse. En eso iba creciendo mas, que a su prelado, cayó en compania de Santos y tórnose en arrebatado mundo. Primeramente era en rezar, tenia silencio tan obstinado animado, no se quería confesar como que nunca pecó. También era arrogante y soberbio, en proporción a su bondad de su prelado, como el Señor decía. Quiero obediencia, y no sacrificio. Y, quien viene tras mi, niegue a si mismo.(Luc 9) Y quien no quiere obedecer, no se quiere sujetar, y quien no se quiere sujetar es soberbio, y el soberbio nunca aprovechará. Así que también al silencio de boca, siempre se ha de fundar en humildad de alma, porque pasa a aprovechar a quién lo guarda. (paginas 132 b/ 133)

Hemos dicho que Evagrio Sacerdote, acostumbraba de noche lanzarse en un pozo en invierno, y S.Bernardo en un lago, porque con el frío de agua congelada, se temperaba el color del cuerpo, contrario a castidad. Audomaro Bispo, con espinas se llagaba el cuerpo desnudo; y el padre S.Francisco en las nieves, para que con este castigo se amase la inclinación natural de la carne. (pagina 140)

A San Francisco padre de Menores, las continuas lágrimas lo tenían casi ciego, y siendo amonestado a temperar sus lágrimas para no perder de todo la vista, respondió. No es de tanto valor la vista y oleos corporales, pero por su causa, ataca la vista, y fuerza al alma devota, es cierto que con suspiros se crece, y por las lágrimas se hace camino, y se llega a Dios. (pagina 157)





Del rostro de la sábana se lograron varios descubrimientos, pues se comparó con el velo de la Verónica , que es el paño con el que fue enjugado la cara del Mesías camino al calvario, y que se conserva en la basílica de San Pedro en el Vaticano, y ambos son iguales. Asimismo, se hallaron 130 marcas de sangre idénticas con el sudario que se conserva en Oviedo (España); que es un pequeño paño que cubrió el rostro del Señor, y que fue hallado también por San Pedro en la tumba vacía (Juan 20,7 ) .

El manto se encuentra en la catedral de Oviedo desde el siglo XII, y según las crónicas, fue sacado de Jerusalén en el año 614, cuando la Ciudad Santa fue arrasada por los persas. En las fotografías tomadas a gran escala sobre los ojos de la víctima, se encontraron las marcas de dos monedas sobre los párpados, lo que concuerda con la antigua costumbre hebrea. La moneda del lado derecho pertenece al procurador poncio Pilatos , acuñada entre los años 22 al 32 D.C. La del lado izquierdo es del emperador Tiberio César, del año 29 D.C.