miércoles, 18 de noviembre de 2020

Humanario, de Pages Larraya y Cortazar




Se ha trabajado conexión y nexo entre Onrubia y Cortazar, ahora se pasará a un nexo entre Pages Larraya y Cortazar.

Humanario es un libro con textos de Pages Larraya y Cortazar, ilustrado con las fotografías de Facio y D’Amico, con fotos del Borda y el Moyano. En este libro, se trata de la unión de dos autores, Pages Larraya y Cortazar, con dos textos que se contraponen. Se llama Humanario, en contraposición a Bestiario de Cortazar, no se busca animalizar lo humano, sino más bien lo contrario.

Se cita textos de ambos, fragmentos que se pudieron encontrar. Se incluyen fragmentos de entrevistas a las fotógrafas, donde explican cómo surgió esta obra.

Hay muchos ensayos de semiólogos, de Europa y EE.UU, donde ven y concluyen que los dos textos y las treinta fotos, tienen mensajes contradictorios, y que producen cierto efecto al verlos uno tras otro, de complementariedad y estadios.

Estas fotos son un principio de cierto arte, luego hay incluso del Tobar García en los años 80.

Los pacientes tirados, parecen como víctimas de la triple A.

Pensé que estas fotos estaban hechas como naturalmente, no armadas, la doctora Rosa Falcone me dio a entender como que esa interpretación es muy ingenua.

Cortazar fue añadido en la lista negra militar, Pages Larraya ha tenido dos sobrinos desaparecidos.

Se imprimieron 1000 ejemplares, casi todos incautados, el 26 de marzo del 76 salió publicado.



Si bien salió en el 76, las fotos se hicieron en el 66,

El original del libro cotiza  8.500 pesos, el único que vi tiene el lomo baqueteado.

Creo tener una docena de fotos, en el libros son al menos veinte.

El equipo Facio, Amico, Cortazar, ya había publicado un libro antes, sobre la ciudad de Buenos Aires, en 1965, este se hizo en 1966, pero se publicó en el 76, y se hizo por pedido de Pages Larraya.


 Entrevistas a Sara Facio y Alicia D’Amico

 En una entrevista realizada en 2007 a Sara Facio, esta explica: “Cuando hicimos el libro con Julio Cortázar Humanario, era lo contrario que el Bestiario, fotografías de pacientes psiquiátricos, con un inédito de Cortázar escrito bajo circunstancias muy especiales, en 1970 le llevamos las fotos a Julio a París, Alicia D’Amico quería que los textos los escribiera Samuel Beckett que también vivía en París, Julio nos consiguió una recomendación para que nos recibiera, hablamos con su secretario particular, porque justo en ese momento internaron en un psiquiátrico a Beckett y definitivamente no era el momento de mostrarle estas fotos. Al tiempo en un nuevo viaje a París, le dije a Julio ‘devolveme la caja de fotos, no tiene sentido que las tengas vos’, él preguntó: -‘¿Qué van a hacer?’ –‘Nada’ le dije, él insistió –‘¿y en La Azotea no lo podés hacer?’ –‘Pero Julio vos sabés que es carísimo imprimir un libro así, perdemos toda la plata, no se va a recuperar nada’, contundentemente se comprometió: -‘Si lo hacés, el texto se lo escribo yo y no les cobro ni un centavo’. Ya con el texto de Cortázar decidimos hacer el libro, que ahora lo piden de todas las Universidades, no por las fotos, sino por el texto de Cortázar”.

- T: ¿Qué le significó el trabajo de "Humanario", profesional y personalmente?

- S.F: El director del Instituto Nacional de Salud Mental, Fernando Pagés Larraya, tenía que pedir aumento presupuestario para los psiquiátricos y nos convocó para tomar fotos de las fallas de los edificios del Borda, del Moyano y de otros de la provincia de Buenos Aires. Y cuando fuimos nos impactó ver el estado en que estaban los internos y por eso ampliamos tres o cuatro fotos para demostrar cómo estaban, abandonados. Personalmente fue una conmoción total, un antes y un después, era un costado de la vida que desconocíamos por completo. En ese momento recién empezaba la televisión, de modo que no se sabía nada de eso, eran temas ocultos. Después no nos podíamos sacar las imágenes de la cabeza, tuvimos 10 años los negativos en un archivo. Las fotos fueron tomadas en el 66 y las publicamos en el 76, en plena dictadura.

- T: ¿Qué le significó que algunas de sus fotos estuvieran en estampillas?

- S.F: Fue otro regalo del cielo. Hasta ese momento siempre las estampillas habían sido tomadas de dibujos o pinturas, pero para un congreso de salud mental se hizo un concurso y presentaron una fotografía mía, que yo no había mandado, supongo que fue Pérez Larraya quien la envió, y salió elegida. Fue la primera vez que una foto -ni una litografía, ni una reproducción de pintura- salía publicada en una estampilla. Era la foto de un niño con juguetes. Se hicieron millones. Yo compré una plancha del día de la emisión, era el año 65.




-Usted luchó por muchas cosas, una de las más difíciles debió ser la publicación del libro Humanario, sobre el hospital Borda, en plena dictadura de Videla.

-Sí, fue difícil. Y fue en realidad el principio de La Azotea como libros. Porque ni nos animábamos a llevarlo a una editorial porque el tema no le interesaba a nadie y las fotos no las entendían. El único que estaba entusiasmado era Cortázar. Entonces prácticamente le exigí a mi socia, a Cristina, que lo hiciéramos. ¿Quién iba a comprar el libro? Y no importa, decía Julio, hagan pocos ejemplares. Hicimos mil quinientos, creo. No se vendieron ni cien. Sin embargo, ahora en Internet lo venden a no sé cuántos miles de euros. Fue porque el tema… bueno, no era la época. De golpe, como dice Marguerite Yourcenar, adelantarse a su época es equivocarse.

- con esa foto ganó un concurso, ¿no?

-Sí. (Se levanta y busca la estampilla) ¿Ves? Ésta. Bueno, esta foto, como está tomada en Colonia, en el Uruguay, parece que está en un museo allá. Entonces me habló por teléfono una chica y me dijo que era la nena de la foto.

-¿El libro fue censurado porque no querían que se vea lo que ustedes retrataron?

-SF: Lo que pasa es que ese también fue un trabajo profesional. Fue un trabajo al que nos convocó el director de salud mental de ese momento el Dr. Pagés Larraya, que había visto el libro de Buenos Aires que habíamos hecho Alicia D´Amico y yo también, junto con Julio Cortázar. Le gustó la forma de conectarnos con la gente. Él necesitaba fotografías para pedir mayor presupuesto para los sanatorios de salud mental. Lo que quería era que documentáramos la parte edilicia. Cómo estaban de mal: las paredes rotas, las ventanas sin vidrios, las cocinas que se deshacían, los baños que tenían unas letrinas inmundas. Quería mostrar eso para conseguir presupuesto. Nosotras cuando llegamos ahí y vimos la gente, por supuesto que hicimos las fotos que él quería, pero hicimos también las fotos de los internados. Las mujeres, los varones y sobretodo los chicos que era lo más triste y desagradable que te puedas imaginar. Fue otro tipo de trabajo que hicimos en 1965, creo. Y recién las mostramos más de 10 años después porque nos perturbaba mucho hacer las fotos y mirarlas. Eran muy, no sólo dramáticas, sino que tenían un contenido muy triste. Julio Cortázar estaba fascinado por las fotos. Decía que tenían un gran valor y que teníamos que hacer el libro. Insistió tanto: que él las hacía, que escribía el texto, que no nos iba a cobrar nada y todos esos argumentos. Sobretodo a mi socia editorial María Cristina Uribe que tenía que poner la plata para hacer el libro y también la convenció.

 Fragmentos del texto de introducción de Pages Larraya

 El doctor explica que esta obra es un capítulo más de la fisiognómica aristotélica, aunque la ubica con trazos muy originales en la plástica argentina.

“magnífica forma para descubrir la disposición de la mente a través de los lineamientos del cuerpo” (p. 6)

 “habría que considerarla como un retorno a sus misterios medievales por la ese essentia que expresa a través de la unión mística de la imagen y la palabra” (p. 7).

“logrado realizar el primer HUMANARIO de nuestra historia plástica” (fragmento inubicable)

 

Fragmentos del texto de Cortazar “Estrictamente no profesional”

 Nada sé de la locura que muestran la imágenes de este libro (p. 11).

Si nuestra intuición fuera infalible, quizá los rostros que se ven en este libro permitirían descubrir cuáles de esos seres se mueven en la zona axial, de contacto, y cuáles están fuera de todo alcance; de la misma manera que si nuestra intuición fuera infalible, quizá las fotografías de jefes de estado, mariscales famosos, filósofos, banqueros, políticos e industriales, permitirían descubrir cuáles de esos seres se mueven en la zona axial, de contacto, y cuáles están fuera de todo alcance. (p. 12 - 3)

Me parece más necesario que nunca señalar esos grados extremos en que la inteligencia y la cordura se encierran en su propia saturación y se vuelven mucho más peligrosos que la locura del hospicio. No es por casualidad que estoy pensando en este momento en Adolf Eichmann, tan extraordinariamente inteligente; y sin caer en tremendismos, la forma escogida por la  junta militar chilena para sanear mentalmente el país, ¿usted la pone del lado de la cordura? (p.13-4).

La diferencia esencial entre locura y cordura no está ni con mucho en las manifestaciones exteriores, sino en el hecho de que el loco es un hombre que está solo, que no tiene relación con nuestro tablero de dirección, así como nosotros no la tenemos con el suyo. (p.14).

La gente astuta hará notar que la diferencia esencial entre locura y cordura no está ni con mucho en las manifestaciones exteriores. (p. 14)

El poeta, que no acepta el lenguaje en su intención puramente racional, ve muchas cosas convergentes y colindantes en términos como razón y locura, e incluso prefiere eliminarlos para aprehender directamente eso que es un loco o un cuerdo; como está resueltamente instalado en la zona axial, su visión permeable le muestra todo proyecto de hombre por venir como una integración fecunda y saltarina de componentes que vienen de los primeros grados de la razón y de la sinrazón, allí donde hay un territorio común, donde la lógica aristotélica no es soberana absoluta sino solamente constitucional. (p. 15)

Fotógrafas de Buenos Aires, autoras de admirables retratos, Sara y Alicia descendieron al infierno de un manicomio y de él trajeron un testimonio que bien merece su título de Humanario. Mi texto no hubiera sido escrito si yo no conociera desde hace mucho su bondad y su comprensión; evitando lo espectacular o lo aberrante, Sara y Alicia nos acercan como pocos a una realidad que por fin se está abriendo paso entre hipocresías, prejuicios y temores. (inubicable fragmento)

La única suerte que tienen ciertos coleccionistas maniáticos, ciertos multimillonarios que pagan guerras y genocidios para multiplicar una fortuna que ya no les sirve para nada a fuerza de inmensa, ciertos Pinochets y ciertos Francos, es que no se babean; este pequeño detalle húmedo es la sola razón por la cual no han sido encerrados y además fotografiados por Sara y Alicia. (inubicable fragmento)

qué es ese todo que el loco ha perdido? Exactamente lo mismo —pero sin la inocencia que delata al insano— que ha perdido el profesor ilustre concentrado. (inubicable fragmento)

Muchos de los seres que pueblan infiernos como el que aquí se desnuda, podrían estar de nuestro lado si nuestro lado no mantuviera con tan persistente eficacia los diversos ghettos que protegen la ciudad del hombre normal. (inubicable fragmento)

 Alguna que otra conclusión

 Lo poco de los textos, los fragmentos de los autores, suenan en contraposición, por un lado, lo casi muy serio académico de Pages Larraya, y lo rozando lo cómico trágico de Cortazar.

Lo singular de la escasa tirada lo hace subir de valor.

















lunes, 16 de noviembre de 2020

hist homosex en colonia arg

psique femenina internacional

VIEYTES, EL MANICOMIO, LA FISIOCRACIA Y LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES.

Resumen

El presente trabajo tiene por primer objetivo hablar sobre relación de Vieytes y manicomio, como segundo objetivo es hablar sobre algunos datos biográficos, como tercer objetivo es hablar sobre su seminario y sus colaboradores, como cuarto objetivo es hablar sobre la fisiocracia, como quinto objetivo es hablar sobre la educación de las mujeres.

 Palabras claves

Fisiocracia Jabón Carlotismo Manicomio

 VIEYTES, THE MADHOUSE, THE PHYSIOCRACY AND THE EDUCATION OF THE WOMEN.

 Summary

The present work has as its first objective talk about the relationship between Vieytes and the asylum, as a second objective is to talk about some biographical data, as a third objective is to talk about his seminar and his collaborators, as a fourth objective is to talk about the physiocracy, as a fifth objective is to talk about women's education.

 Keywords

Physiocracy Soap Carlotism Madhouse

 Relación de Vieytes y manicomio.

 A Vieytes se refiere “Balada para un loco” de 1969 de Astor Piazzola: “De Vieytes nos aplauden: Viva! Viva!,/ los locos que inventaron el Amor”.

A Vieytes, asocian su nombre con su jabonería o con un manicomio del barrio de Barracas, sobre la calle Vieytes, hoy Ramón Carrillo 375. La calle del manicomio se llamó Vieytes, quizás porque la jaboneria estaba en la calle que iba en dirección a la Convalescencia Betlemita, en los márgenes, para que no se sintieran olores contaminantes. O quizás el manicomio se llamó Vieytes, por sus delirios febriles melancólicos paranoicos hacia el final de su vida, es quizás estas dos interpretaciones las más probables. Su monumento se encuentra en la zona de manicomios, Av. Vieytes y Suárez, junto a Vieytes se encuentra una escultura de mujer, que representa a la inspiración alada, obra del escultor José Llaneces, con su Seminario esculpido en la mano. Hay una Asociación Colombófila Vieytes, amigos de palomas, quizás por estar representado siempre con casco de Mercurio alado y con mujer alada.

 Algunos datos biográficos

 Juan Hipólito Vieytes Mora de Agüero, nace el 12 de agosto de 1762, en San Antonio de Areco, Buenos Aires, muere el 5 de Octubre de 1815, en San Fernando, Buenos AiresParticipo de varias generaciones de patriotas, en un discreto segundo plano. Hijo de Juan Vieytes y Petrona Mora Fernández de Agüero, tenía cuatro hermanos: María Isabel, Vicente, Ramón y Gregorio. Su infancia en San Antonio de Areco hasta los 8 años, sus padres lo trasladaron a Buenos Aires para cursar estudios superiores en el Colegio Real de San Carlos, administrado por franciscanos, junto a su hermano Ramón, que llegó a ordenarse sacerdote católico.

Autodidacta enciclopedista, se interesa en química, economía, con orientación de producción agrícola.

Se casó con Josefa Torres y adoptó dos hijos: Carlota Joaquina y José Benjamín.

Fue periodista y fundador del segundo periódico publicado en Buenos Aires, el "Semanario de Agricultura, Industria y Comercio", publicado por la imprenta de la Casa de Niños Expósitos.

Participó en las Invasiones Inglesas de los años 1806 y 1807, logra el grado militar de capitán.

Forma parte de las tertulias, la jabonería de Vieytes, perteneciente también a Rodríguez Peña, debatían ideas de la revolución, en la esquina de las calles Tacuarí y Venezuela, ​otras fuentes la ubican en la calle México 1050 al 1068.

Formó parte del Carlotismo, partido político que pretendía coronar a Carlota Joaquina de Borbón como regente, en nombre del rey Fernando VII, en el Virreinato del Río de la Plata. El proyecto fracasó, pero debe haber creído mucho en él, porque su única hija se llamó Carlota Joaquina.

Fue masón en la Logia Independencia, sus objetivos, ocupar los principales cargos en la Primera Junta, la logia propiciará la formación de la Logia Lautaro. Colaborador de Belgrano en el “Correo del comercio”. En 1810 apoyó la Revolución de Mayo.

Delegado Militar de la Primera Junta del Ejército del Norte, sofocó una rebelión contra el gobierno, que culminó con el fusilamiento de Santiago de Liniers en Córdoba, desobedecido la orden de la Primera Junta, propuso envenenar a Liniers, no fusilarlo, orden que cumplió Castelli.

Reemplaza Moreno a Vieytes, en su viaje diplomático. Vieytes se suma a la Junta Grande, ocupa la Secretaria de Gobierno y Guerra. Sufrió persecuciones de los saavedristas.

Con la Asamblea General del año 1813, fue secretario. Se desempeñó como capitán del Regimiento Patricios, reglamenta el funcionamiento de Buenos Aires.

Vieytes, buscando el sitio geográfico ideal para el combate contra posibles flotas invasoras, sugirió el paraje de la Vuelta de Obligado, anotándolo en su bitácora.

Con la caída de Carlos de Alvear, acusado de sedición, con proceso agraviante, engrillado a su cama, con sentencia. Al vecino San Fernando llega exiliado y enfermo, deprimido por encarcelamiento y vejaciones, yace moribundo, en medio de los temblores de la fiebre. La esposa vela su delirio febril, coloca paños fríos en su cabeza, recibe sacramentos, murió el 5 de octubre de 1815, tenía 53 años, es sepultado en la parroquia de San Fernando, ésta fue demolida, no fue posible dar con los restos del prócer, la jabonería fue demolida. Su esposa, Josefa Torres, lo sobrevivió con penurias hasta el año 1827.

José Benjamín estudió en la Universidad de Buenos Aires, doctor en medicina en el año 1827; muere a los 40 años de edad en San Miguel de Tucumán, el 25 de febrero de 1839.

Carlota Joaquina Rios nació en 1795. Se casó con el Coronel Carlos Forest en 1821, que era Coronel del Batallón No 6 del Ejército del Norte de San Martín. Tuvo un hijo: Rafael Forest Vieytes, 1821 – 1886, 64 años, eligió la carrera de militar, se incorporó al ejército de Juan Lavalle, al de Lamadrid, al de Urquiza, al de Alsina contra indígenas, al de Roca en conquista del Desierto, al de Tejedor contra Avellaneda. Participo en dos matanzas: se salvó de la matanza de oficiales que hicieron sus soldados para regresar a las fuerzas de Juan Manuel de Rosas, y de la matanza del general Costa y sus oficiales, murió en septiembre de 1886. Su hijo fue coronel chileno.

Ramos Mejía, en Las neurosis de los hombres célebres en la Argentina, incluye entre los neuróticos a Hipólito Vieytes.

 Su semanario y sus colaboradores

 Se contaron Manuel Belgrano y Pedro Cerviño, editaron 218 números. Pedro Antonio Cerviño, ingeniero, hijo de Galicia; ingresó como laico a la Tercera Orden Franciscana; Regimiento de Infantería (Tercio) de Galicia. Colaboró con Francisco Cabello y Mesa en el Telégrafo Mercantil. Firmó con anagrama masónico.

 La fisiocracia

Viene en par con el enciclopedismo. Vieytes se interesó por los cultivos por región, fisiocracia. El desarrollo de la agricultura, aprovechamiento de recursos de la tierra son la base de riqueza, ideario fisiócrata, igual que Belgrano. Era conocedor del interior de estas tierras, de sus producciones. Por cada provincia dice cuáles son sus plantaciones adecuadas, su ganado, si se puede producir jabón, y el temperamento de pobladores.

Jujuy

Por las lanas de la Puna, los tintes de añil y de grana, telares de algodón; propone establecer fábrica de géneros;

seria necesario pensar en establecer alguna fabrica de generos groseros, (….) cuyas proporciones ventajosas le ministran las lanas de la Puna, y los tintes como el añil, cuya planta se produce en abundancia en su frontera.(…). El Algodón no es inferior en calidad al que se cosecha en las costas del mar del Sur. (Vieytes, 2003, tomo III, p 23)

Sobre su temperamento y sus plantas, habla de las bondades de las tierras para el cultivo de caña de azúcar, su temperamento;

“posee ademas los mas fértiles terrenos de la frontera del Chaco que tiene a corta distancia; temperamento a propósito para crecidos plantios de caña de azúcar” (Vieytes, 2003, tomo III, p 22-3)

“hay de estos algunos que ciertos individuos industriosos han fomentado, pero que retarda su acrecentamento la escasez de brazos, y por consiguiente lo subido de los jornales y lo caro y costoso de sus alimentos” (Vieytes, tomo III, 22-23).

Salta

Sobre sus plantas, enfatiza el cebil:

“y las chacras, se han hecho excelentes curtidos a que ayuda el clima, la buena cal, y abundancia de sevil “(Vieytes, 2003, tomo III, p 46).

Sobre sus animales, señala la producción de charquis:

“la proporcion de amoldar grandes fondos o pailas, en atención a no estar distante Atacama, que por ser escasa de carnes, pudieran proveer los Salteños de cecina y charques, conduciendo de retorno los dichos utensilios,” (Vieytes, tomo III, p46).

Sobre el jabón en esta provincia:

El consumo del xabon que hace la provincia de Potosí, es difícil de reducir a cuenta, y grande la estimación que tiene por estos parajes el fabricado en los fuertes de la frontera de dicha ciudad: la abundancia de piedra caliza (Vieytes, 2003, tomo III, p 46).

Temperamento y siembra, contra ignorancia de sembradores, interesados en durazno, higuera y naranjo:

no hay un labrador que conozca el terreno en que siembra, ni una mano solicita que plante un arbol siendo adequado el terreno y temple de la atmosfera para varias clases de frutales: solo el durazno, la higuera y el naranjo ocupan la atención del ciudadano y del chacarero (Vieytes, 2003, tomo III, p 27).

Tucumán

Sobre sus plantas, reseña tejidos, tinturas y cultivo de varios vegetales:

Poco a poco se pueden ir aumentando otras algunas manufacturas en esta Provincia la mas bella y abundante de la gobernación superior; la siembra del algodón; la del lino, y sin elaboración, y texido, la fabricación del añil, que ignoran, y de que tienen tanta abundancia; el conocimiento de la Gualda, de la Rubia, y de otras especies colorantes de que estan cubiertos sus campos; el recojo económico de la Grana, y el comercio de exportación del palo Sucedáneo del Campeche, de la Tara, Morera, y otros a propósito para la tintura; las cosechas del arroz, del trigo, agi y garbanzos, deben igualmente adelantarse; (Vieytes, 2003, tomo III, p 78).

Sobre su temperamento, sus habitantes son ricos pero en miseria:

... no hay necesidad de haber vivido por mucho tiempo en un angulo de la Groenlandia para conocer al primer golpe de vista la notable diferencia que hay de aquel escarchado y melancólico suelo, al templado y delicioso en que habita el Tucumano: feliz no se si diga, porque conoce los bienes sobre que le dio dominio la providencia generosa, o porque no apetece los que ignora, y de que solo tiene una idea confusa; (Vieytes, 2003, tomo III, p 52).

la manía agradablemente vana de oirse titular dueños de inmensos terrenos, y mas que no posean un grano de trigo; por lo que solo el derecho de propiedad es toda la suma de entradas que aparece en un pliego de papel que acredita la compra, y fixa los linderos; es sin duda la causa de la desidia del campesino (Vieytes, tomo III, p 59-62).

Santiago del Estero

Sobre sus plantas, contrapuso la riqueza de Tucumán con la pobreza de Santiago del Estero, habla de la mujer:

la agricultura que es el verdadero manantial de la abundancia doméstica, se reduce unicamente a un exercicio pasivo, toda la ocupación del campesino consiste en el acopio de algarroba de que hacen su diario alimento fiando a la mano de la muger el tosco texido de lana con que cubren escasamente sus carnes. Si las suertes de tierra inmediatas a la población reconocieran propietarios laboriosos se ocuparía el brazo del peon, de la muger y del hijo; (Vieytes, tomo III, 169-170)

sobre su temperamento:

“este cortisimo vecindario que en otro tiempo fue cabeza de la basta Provincia del Tucumán, dexe de ser en el término de pocos años; aquí se desconocen enteramente las artes” (vieytes, tomo III, p 169-170)

Córdoba

Sobre sus vegetales, habla del cebil:

Yo creo que, sobre no ser imposible el propagar el Sebil en alguno de los muchos parages abrigados y de terreno aproposito, que seguramente tiene la provincia, seria muy facil el sacar el extracto de ella de los abundantes montes que se crian en Mancopa de la jurisdicción de S. Miguel del Tucuman y conducirla en polvo (Vieytes, 2003, tomo III, p 230).

Sobre sus animales, habla del guanaco y de ovejas:

En las alturas de la Sierra se crian tropas inmensas de Guanacos y siendo tan suave y hermosa la lana de estos quadrupedos, (…) que agregado al que podria hacerse de las excelentes y finas lanas de oveja que posee creceria indeciblemente la opulencia de sus  entradas, y la comodidad general de sus vecinos; (Vieytes, 2003, tomo III, 230-231).

Enumeró sus productos:

“llama casi generalmente su atención es el comercio de la Sierra: en ella se fabrican ponchos, frazadas, pellones, xergas y otros muchos texidos apreciables y de un copioso consumo” (Vieytes, 2003, tomo III, 220).

Sobre su jabón:

Seria de desear tambien que las fabricas de xabon en Cordoba se conduxesen de otro modo en las remesas de él para la capital, pues por la mala eleccion de subdividirlo en panes pequeños retrae al exportador de comprarlo, (…), pues por la excelente calidad de las cenizas de la cal es buscado con preferencia al que se labra en esta Capital; (Vieytes, 2003, tomo III, p 245-246).

Sobre su temperamento, reconoce su tradición, cultura y producción se complementan:

De las Ciudades del Vireynato del Rio de la Plata, apenas habrá alguna que no deba a Córdoba su lustre, suavidad de costumbres y sosiego interior; tal es la virtud de la literatura, que amanza los animos mas feroces, regula la razón, pule la tosquedad natural y da nueva vida a la criatura (Vieytes, 2003, tomo III, p 214).

Sobre la ociosidad de criollos, ya fue insinuada por franciscanos y jesuitas desde el siglo XVII.

 La educación de las mujeres

 Ya se ha mencionado su Carlotismo político. Su casamiento con Josefa Torres, salteña, tez morena, ojos de fuego, 20 años menor, enfrentada con su suegra Petrona Mora y Araujo, que quería una esposa de la misma estirpe. La pareja aspiraba a la independencia política y económica de América. El nacimiento del romance, al compás de los acontecimientos políticos revolucionarios de los del Alto Perú, la participación de Josefa en la Revolución de Mayo, disfrazada de varón, concluye con la muerte de Vieytes en el exilio. Las tumbas de ambos nunca se hallaron. Las mujeres de la familia de Vieytes, fueron vistas en la plaza de la Victoria, durante los sucesos de Mayo disfrazadas probablemente de varones. Es conocido que Ana Perichón, se disfrazaba de soldado para visitar a Liniers, era cercana al círculo de Vieytes, aunque criticada por el gallego Cerviño.

Vieytes se hace pasar por fraile, como especie de ficción fantasía, que ronda el delirio, para educar mujeres, puesta en ficción, un párroco ejemplar, instruía cómo sembrar, cosechar, qué ayuda debían prestar las mujeres, el enunciador de las cartas, J. H. V., tiene características de la biografía de Vieytes. Las mujeres pueden ilustrarse:

 ¿Será posible que se educa tan mal a esta preciosa mitad de nuestra especie?”, [...] yo no digo que indistintamente se dirija a todas las mujeres por el camino de la ilustración y del buen gusto, porque el tiempo necesario para cultivar su razón lo necesitan las gentes pobres para ocuparlo en la labor, y para enseñarlas a reconcentrarse del todo en el cuidado y conocimiento de las cosas domésticas pero ¿por qué a las mujeres de fortuna no se les había de enseñar alguna parte de la historia, de la moral, de la filosofía, de la geografía y de la botánica? ¿Por qué a lo menos no se les había de hacer aprender a hablar el idioma patrio con pureza y precisión? (Vieytes, 1804, tomo 2, número 89, p 305)

Esperaba de las mujeres de los labradores que trabajen:

si las mujeres y sus pequeños hijos en lugar de no hacer uso alguno de sus manos las convirtiesen a la rueca, al torno y al telar y surtiesen de este modo a la familia del grosero vestuario que exige su profesión,(...) veríamos al labrador ya no abrumado por la pesada carga de una familia que le usurpaba ociosamente el fruto de sus sudores sino alegre y contento en medio de una mujer y de unos hijos que con su industria le ayudaban a fijar en el fondo de sus tierras el valor de sus desvelos y fatigas. (Vieytes, 1802, tomo 1, número 2, p 9 - 57)

Los telares darían trabajo a la mujer, alivio a su esposo:

nada parece más conforme al actual estado de nuestra situación, que el introducir en el centro de las  campañas  el  uso  de  los  telares  en  los  que  se  podrían  fabricar  casi  a  ningún  costo  aquellas  telas groseras que fueran capaz de producir el primer ensayo de las manos de la mujer del labrador, con lo que podría ocurrir éste a auxiliar sus primeras y más precisas necesidades en un renglón que por los crecidos  precios  con  se  importa  de  las  fábricas  más  remotas,  le  absorbe  todo  el  producto  de  sus sudores y fatigas. (Vieytes, 3 de noviembre de 1802, p 176)

 Algunas conclusiones

 Su episodio delirante febril paranoico es quizás el más conocido en Argentina, tomando en referencia la calle y el apodo del manicomio. Se señala relaciones de Vieytes con el manicomio, su calle, la melancolía, su monumento. Lacan dice que paranoicos, son grandes genios intelectuales como Rosseau. 

Se observa repetición de escena traumática, de fusilamiento, en su descendencia.

Se puede observar su fisiocracia, enciclopedismo y masoneria. Estudió plantas con sus propiedades químicas, en relación a provincias, con su temperamento, esto es la fisiocracia, esta tiene componente psicológico. Esto es bien franciscano jesuítico, como atribuirle caracteres de ociosidad a la población. Promueve la austeridad, y estima la producción de jabón como la más alta.

Sobre las mujeres; el Carlotismo podría verse como principio de feminismo colonial. En las mujeres de la familia de Vieytes puede verse un principio de transvestismo. Promueve el trabajo de las mujeres, para aliviar trabajo del hombre, que sean austeras, para evitar gastos inútiles.

Fray Castañeda, 10 años después, repetiría la ficción de Vieytes, haciéndose pasar, no por fraile, sino como mujer, en su periódico, como sátira.

 Bibliografía

Coppa, Celia. (2009). República de mujeres. Buenos Aires. Editorial Vinciguerra

Juárez, Francisco N. (2001).  Vieytes, el desterrado. Buenos Aires. Editorial Sudamericana.

Lacan, J. (1932). De las psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad, México, Siglo XXI.

Vieytes, Hipólito. (1802). Seminario de Agricultura, Industria y Comercio, Tomo 1, número 2, 8 de septiembre de 1802

Vieytes, Hipólito. (1802). Seminario de Agricultura, Industria y Comercio, Tomo 1, 3 de noviembre de 1802.

Vieytes, Hipólito. (1804). Educación de las mujeres. Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, tomo 2, número 89, 30 de mayo de 1804.

Vieytes, Hipólito. (2003). Semanario de Agricultura, Industria y Comercio. Reimpresión facsimilar. Biblioteca testimonial del bicentenario. 5 tomos. Buenos Aires. Editorial Docencia.

Furlong, Guillermo. (1969). El Transplante Social. Buenos Aires. Tipográfica Editora Argentina.

Ramos Mejía, José María. (1936). Las neurosis de los hombres célebres en la Argentina. Buenos Aires. Ediciones Anaconda.