lunes, 16 de noviembre de 2020

EL SANATORIO DE FLORES DE BOSCH Y LAS CAMILAS

Resumen

El presente trabajo tiene por primer objetivo hablar sobre la Historia del inmueble, como segundo objetivo es hablar sobre la orden de las Camilas en relación al sanatorio Flores, el tercero objetivo es hablar sobre Gonzalo Bosch en relación a sanatorio Flores, el cuarto objetivo es hablar sobre casos, el quinto objetivo es hablar sobre una nota sobre música de frenopático.

 Palabras clave

Sanatorio Frenopático Camilas Sífilis

 THE FLORES SANATORIUM OF BOSCH AND THE CAMILAS

 Summary

The present work has as its first objective to talking about the History of the property, as a second objective is to talk about the Camilas order in relation to the Flores sanatorium, the third objective is to speak about Gonzalo Bosch in relation to the Flores sanatorium, the fourth objective is to speak about cases, the fifth objective is Talk about a note about frenopathic music.

 Keywords

Sanatorium Frenopathic Camilas Syphilis

 Historia del inmueble

 Se encuentra dentro de la periferia del casco histórico de San José de Flores. En Donato Álvarez y Bogotá estaba el sanatorio psiquiátrico del doctor Gonzalo Bosch. En el siglo XVIII fue un fortín, desde 1830 a 1850, fue la residencia de Calixto Silveyra. Otra familia propietaria fue la Mayer. En 1887, presenta cuatro estructuras que dan a Av. Avellaneda y a Calcena. Desde principios del siglo XX funcionó el Sanatorio Flores para Enfermedades Nerviosas, se especializaba en la curación de la histeria, epilepsia, neuratenia y alcoholismo. Ofrecía pabellones separados para hombres, señoras y niños, cubría una manzana rodeada de verjas, solo quedan las palmeras. En 1980, el intendente Cacciatore inaugura la Plaza Aramburu, uno de los jefes de la Revolución Libertadora, se destacan una glorieta sostenida por sesenta columnas y el grupo escultórico La familia, obra de Armando Pedro Scalisi. En la actualidad, se llama "Plaza del Ángel Gris", por el escritor Alejandro Dolina.

 La orden de las Camilas en relación al sanatorio Flores

 La orden religiosa a cargo son las Camilas, son franciscanas, haciendo a veces ejercicios espirituales jesuíticos.

Camilo de Lellis nació en el pueblo de Bucchianico, Italia, en 1550. Nació en establo, su madre quiso imitar el nacimiento de Jesús. Quedó huérfano de madre, vivió con su padre, mercenario militar, hasta que quedó huérfano, en su adolescencia comenzó el vicio de las cartas. Hijo de un militar, eligió esta profesión a los diecinueve años, tras ser herido, trabajó como enfermero. El vicio del juego, le hizo acabar mendigando. Un caballero lo llevó al Convento de Frailes Capuchinos en 1575, ingresando con el nombre de fray Cristóbal. En 1582 miró a un enfermo abandonado en el muelle, le inspiró a dedicar su vida al servicio de los enfermos. A la edad de treinta años, se ordenó sacerdote, funda la Congregación de Camilianos, el tifus asoló Roma, murió en Roma, el 14 de julio de 1614, a la edad de 64 años. Sus restos se encuentran en la Iglesia de Santa María Magdalena, se encuentran Santa Marcela, San Maximino de Aix e incluso María Magdalena.

En 1886, León XIII declaró San Camilo, con San Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y hospitales del mundo católico; patrono universal de los enfermos, de los hospitales y del personal hospitalicio.

La Congregación de las Hijas de San Camilo, fue fundada en Roma el 2 de febrero de 1892. En abril de 1904, la hermana Francesca Rocchi y la hermana Verónica Pini, habían salido de Italia a Buenos Aires con la intención de "mendigar", tomaron servicio en el sanatorio Flores -para demencia- el 15 de junio de 1904, se retiraron a las hermanas de los "Ejercicios espirituales", fundados por la venerable María Antonia de San José de Paz y Figueroa.

La inauguración de la casa, en calle Agüero n. 685, en abril de 1906, la superiora de la expedición fue la hermana Gerarda Legrand.  El 15 de febrero de 1907, alquilaron una casa más grande en la calle Ayacucho N° 656, desde 1908 hasta 1913, la Municipalidad de Buenos Aires les facilitó vivienda en la calle Charcas N° 3025. En San Antonio de Areco, se fue capaz de albergar a cien pacientes necesitados, le faltaban ventanas y las mantas no eran suficientes. Sobrevivieron comiendo solo papas.  El 2 de enero de 1907, tres religiosas asumieron el servicio en el Hospital de San Pedro.  El 25 de enero de 1909, los doctores Avelino y Angelo Gutiérrez pidieron a las monjas que administraran la Dirección del Sanatorio Gutiérrez, ubicado en via Rivadavia 561. Tenían la asistencia a enfermos, la supervisión del armario y la despensa, durante 20 años con libertad, debieron retirarse el 2 de septiembre de 1929, por incompatibilidad con el nuevo director.  Asistieron en el hospital Crespo, contaba con 150 camas; permanecieron hasta diciembre de 1909, cuando el nosocomio fue trasladado a un predio más extenso (Hospital Torcuato Alvear). En 1913 ingresaron al Hospital Carlos Durand a pedido de la Municipalidad, con alrededor de 500 camas. El 1 de octubre de 1924 se inaugura la Casa Noviciado, sede Provincial de Argentina y Hogar de ancianas; este terreno fue donado por la Srta. Inés Nazar, en la actual Avenida Ángel Gallardo N° 861. La Clínica San Camilo es una Institución asistencial creada a principios de los años 60, en la Avenida Ángel Gallardo 899.  La casa de formación se halla en San Miguel, Provincia de Buenos Aires.

En 1921 prestaron servicio en el Hospital de Rufino, Provincia de Santa Fe. En 1923 la construcción de estructura de la Casa Central de la Congregación en Argentina.  La hermana de la hermana María Pareja contrajo tuberculosis, sugirieron que se mudara a las Sierras de Córdoba, el Sr. Atucha, en memoria de su hija María Teresa Atucha Llavallol, quien murió en Suiza de tuberculosis, había decidido comprar 130 hectáreas  para construir un centro de atención para niños pobres, y agradeció la disponibilidad de las hermanas.

 Gonzalo Bosch en relación a sanatorio Flores

 Es más antiguo el sanatorio que la administración de Bosch, se sabe que están funcionando desde 1906, o antes, Bosch se recibe en 1913.

Gonzalo Bosch (1885-1967) se presenta con el aura mística del erudito, cultivado literato y filántropo luchador de la causa médica. En 1912 funda la Liga Argentina de Higiene Mental y poco después su Escuela de Visitadoras Sociales, logrado su Doctorado en 1913, con la tesis “Ensayo morfológico del alienado”, se internó en la especialidad jalonando su ejercicio con numerosas publicaciones.

Gonzalo Bosch fue eximio escritor, interesado en temas psicosociales, con más de 130 publicaciones, tres libros y varias obras de teatro. Su primera incursión es de 1917, la compañía de Pablo Podestá estrena su obra “La extraña”; luego produjo “La huelga”, “Los venenos”, “En la corriente”, “Agua mansa”, obras que demostraban una percepción inhabitual de las enfermedades de la mente, y una penetrante capacidad para comprender la realidad individual de la demencia, no como una patología más sino como algo mucho más profundo y complejo. Se comprueba que el Sanatorio de Flores, fue dirigido por Gonzalo Bosch y Arturo Mó, hacia 1942.

 Caso de Pedro Algorri, agosto de 1925

 Parece ser obrero ferroviario, maquinista de tren, apareció en un diario del sindicato de la Fraternidad ferroviaria, aparentemente con problemas mentales, agradeciendo el tratamiento del sanatorio

Por la presente quiero dejar constancia de mi agradecimiento a los compañeros P. Abele y M. Zitta, por las atenciones que de ellos he recibido en el transcurso de mi enfermedad; quedando asimismo muy reconocido al doctor Cueli, y al ciudadano Ferreira, por las diligencias efectuadas a objeto de internarme en el sanatorio Flores, de donde he salido en condiciones de continuar mi trabajo – Pedro Algorri- San Martín (C.A).  (Sindicato La Fraternidad, 1925)

 Caso de mujer de julio septiembre de 1925

 Un caso femenino, sin especificar nombre de paciente o doctores a cargo, es un caso de tuberculosis con supuestos problemas mentales al final, es un caso judicial por reclamo de pagos de visitas médicas.

5º pasando ahora a las visitas, se reclama por el actor el pago de tres visitas en el sanatorio de la calle Callao y treinta visitas en el Sanatorio Flores. El informe de fs 32 establece que la causante ingreso al primero con fecha 16 de julio de 1925 y salió el 27 de ese mismo mes y año, para pasar al Sanatorio Flores; el informe de fs 35, emanado de este último, establece que ingreso el 27 de julio de 1925 y falleció el 20 de septiembre del mismo año; sobre estos puntos, los informes en cuestión me parece que tiene fuerza probatoria, por cuanto se trata de constancias de los libros respectivos, tanto más si se tiene en cuenta que la parte demandada nada ha objetado sobre la permanencia en dichos sanatorios. Ahora, en cuanto al número de visitas, se trataba de una enferma de tuberculosis en un estado tal que exigía la atención continua de su médico, por lo cual considero que debe aceptarse el número de visitas que se indica en la demanda para cada sanatorio, cuyo precio debe también el tribunal fijar equitativamente; propongo cuarenta pesos para cada una de las realizadas en el sanatorio de la calle Callao, y cien pesos para cada una de las realizadas en el sanatorio de Flores; para lo cual tengo en cuenta no solo las circunstancias ya enunciadas de la reputación científica del actor, sino también la distancia y el tiempo que lógicamente debieran absorberle. («Honorarios médicos, prueba, declaración testimonial por informe», 1929, p 456 – 459 )

 Caso de Carlos de Holmberg, julio de 1929

 Bosch es sometido a prontuario, y multa por calumnias e injurias, es un expediente que da cuenta del motivo de la injuria, por decirle anormal a un paciente, que lo toma como calumnia.

 Bosch

2º Instancia – Buenos Aires, julio 19 de 1929.- Considerando: que la sentencia apelada absuelve al doctor Gonzalo Bosch de la querella promovida a fs. 1 por el doctor Adolfo D. Holmberg en la que le acusa por el delito de injurias, consumado en su perjuicio al contestar aquel como testigo, el interrogatorio que se transcribe en el testimonio de fojas 1, relativo a la enfermedad que padecía don Carlos Holmberg  a su permanencia en el sanatorio Flores, del cual era director el querellado.

Que los dichos injuriosos los habría concretado Bosch, según la querella, al responder la pregunta IV del interrogatorio, diciendo que como dato histológico de la parálisis general, cuya sintomatología presentaba don Carlos Holmberg al ser internado en el sanatorio, puedo apreciar, por conversaciones que tuvo con el padre del enfermo, que era este un anormal por su estado de nerviosidad y por los antecedentes que conocía de su estado moral y por los datos que le dió el hermano, doctor Dago Holmberg, médico – querellante en esta causa- supo que aquel había sido un anormal toda su vida a demás lo clasifico como un dipsómano, degenerado, bebedor impulsivo y agrega que personalmente pudo observar en un viaje que con Carlos Holmberg hicieron desde mar del palta sin conocerse recíprocamente que Holmberg bebía alcohol después de la comida, notándolo completamente borracho.

Y luego contestando la pregunta IX sobre la inafectividad del enfermo de la que dijo que era absoluta, entre otros antecedentes que suministro para corroborar su afirmación, se refirió a manifestaciones que hacia dicho enfermo sobre las condiciones morales de su propio padre y de su hermano el doctor Holmberg que se transcriben a fs.2 vta y 3; agregando que por estas razones, como lo constató la hermana del enfermo, doña Belén Holmberg, aquel no quiso recibir la visita del querellante (…)

(…) la IX pregunta establece: “si el demandado no reclamó nunca la presencia de su esposa e hija y era manifiesta su inafectividad, tanto con respecto a ella como a los demás miembros de su familia”. Desde luego, la pregunta no se refiere a un hecho que caiga bajo la acción de los sentidos, sino a un concepto de conciencia propia del perito, que aprecia y juzga, y el procesado siendo médico especialista, director del sanatorio donde estuvo internado el demandado, al responder como testigo, cabe admitir que para  demostrar la inafectividad de aquel con respecto a los miembros de su familia, como reza la pregunta, se refiere a las manifestaciones que le atribuye.

Pero si el propósito esa demostrar esa afectividad anormal o patológica, la frase final carece de sentido lógico con lo anterior. A raíz de repetir lo que dijo el enfermo de su hermano; degenerado, chismoso, culpable por sus chismes de la muerte de su abuela, etc, “agrega el declarante que posteriormente ha oído hablar del doctor Dago Holmberg en sentido no agradable”. Si esta frase no responde a la necesidad de dar razón por su dichos, pues de ser ello cierto habría motivos para creer que la inafectividad del hermano no era tanta; sino tiene vínculo con el motivo científico que fundamenta la pregunta del interrogatorio.

(…) Que el hecho encuadra en el art 110 del cod. Penal.

Que atenta las condiciones personales del acusado, conforme a lo dispuesto en los artículos 40, 41 y 26 del mismo código, procede dejar en suspenso el cumplimiento de la pena.

Por ello, se revoca la sentencia apelada de fs 337 y se condena en forma condicional a Gonzalo Bosch a sufrir la pena de quinientos pesos moneda nacional de multa,  con costas.

-Luna Olmo. – Oribe. – Coll. («Injurias en juicio, pruebas de testigos», 1929, p 530 – 534)

 Caso del actor Pablo Podestá

 El actor Pablo Podestá fue internado en el sanatorio durante cuatro años y muere allí.

Es un caso de sífilis, termina con locura y muerte. Se recuerda aquí a artículo de Úrsula Kirsch, (Kirsch, 2001) donde se observa que Bosch consideraba que la sífilis, el matrimonio precoz, predisponen a la patología mental, en este caso son una sumatoria de causas predisponentes.

Nació el 22 de noviembre de 1875, murió el 26 de abril de 1923.  Proveniente de una familia de artistas, fue acróbata, trapecista, músico, cantor, dramaturgo, pintor y escultor, actor salvaje, intuitivo, violento, arrebatado. No bebía. Vivía con decenas de perros. Era un niño grande apasionado por las mujeres, gasta fortunas en una noche de apuestas. Sin educación formal, componía a sus criaturas con sutilezas de las que carecía en el trato cotidiano, resultaba hosco, callado.

El público creía ver un asesinato cuando mataba en escena a su hermano mayor, José Podestá. Una noche de julio de 1919, en el teatro Olimpo de Rosario, actuó por última vez, Pablo quería salir a escena a cada momento, incluso cuando no le correspondía, habló con el propietario, y le ofreció comprar la sala, adquirió chalecos por docenas. Volvió a la Capital.

Refiere Enrique García Velloso (citado en Schoo, 1999) que recibió en su casa una visita del actor, muy temprano en la mañana. Pablo estaba eufórico, le anunció a su amigo que había encontrado la fórmula de la felicidad,  empezó a arrojar por el aire billetes de cien pesos, al anochecer un muchacho le acerca un sobre con veinte billetes de cinco pesos.

Lo internaron en el Sanatorio Flores, cuatro años, en la clínica de Gonzalo Bosch, con deterioro mental por los cuales fue hospitalizado, con custodia y papagayo. Lo acompañaron sus delirios, su instrumento favorito, el violonchelo, y algunas visitas ilustres.

Dice Belloso:

 "Dos días después, conversaba en el sanatorio de Flores con el doctor Gonzalo Bosch, quien profundamente conmovido me decía que, efectivamente, “Pablo había perdido la razón." Bosch  conduce a don Enrique a la habitación de Podestá. Este lo abraza y, entusiasmado, le confía: "¡Velloso querido, por fin vas a ser rico! ¡Estoy poderoso y todos serán poderosos también! Compré los treinta teatros de Buenos Aires, mañana firmo la escritura de los cuatro de Rosario, ya hice telegramas a Montevideo y el Solís será mío mañana. Voy a construir un hospital que ocupará dieciséis manzanas, para que puedan curarse como reyes los pobres artistas; eché abajo la tapera de la Sociedad de Empresarios, para levantar un edificio que sea un asilo de los compañeros desvalidos (…) Pablo calla; me mira con sus grandes ojos y, acariciándose la leonina melena, dice entre el borboteo de su risa feliz: ¡Cuánto bien vamos a hacer! ¡Cuánta plata, que es la felicidad, vamos a repartir! Me dejas dichoso con tu visita: no faltes mañana; ahora vete, que por fin voy a dormir tranquilo sabiendo que vas a ser mi consejero..." (García Belloso, citado en Schoo, 1999)

Quería que Buenos Aires fuera una gran jaula y llenarla de pájaros. Quería techar la ciudad y construir canales para que no se inundara. Hacía compras exageradas de ropa para regalar a sus amigos. Repartía billetes.

Carlos Gardel y José Razzano fueron amigos de Pablo Podestá, actuaron en una función a su beneficio realizada en el teatro Avenida, poco después de que el actor quedara confinado.

Pablo fue el autor del estilo criollo “La piedra del escándalo”, que musicalizó los versos de Martín Coronado en el drama del mismo título estrenado en 1902. Gardel y Razzano cantaron durante muchos años “La piedra del escándalo”, pero nunca llegaron a grabarlo.

 Razzano relata una visita que le hicieron.

“Al poco tiempo de ese homenaje a Pablo Podestá, tuve que internarme por una operación de la garganta. Los médicos me prohibieron hablar. Gardel solía venir a buscarme los días de sol para hacer un corto y silencioso paseo. La casa de salud donde Pablo estaba recluido era cercana al sanatorio y en uno de esos paseos nos encontramos con Pepe y Antonio Podestá, que iban a visitar a su pobre hermano. ´Muchachos –dijeron–, vengan con nosotros a verlo´. Gardel les explicó mi estado. Ellos insistieron. Entramos. Nos reconoció y nos abrazó en forma conmovedora. ´¡Canten! ¡Canten!´, nos pedía”.

 “Gardel le hizo comprender que yo no podía ni hablar. ´¡Cantá vos, Carlitos! –le dijo– ¡Cantame ‘Amargura'´. Trajo su violonchelo del que nunca se separó y sin una vacilación acompañó a Gardel. La voz de Carlos se quebraba en sollozos. También las cuerdas del violonchelo. Nosotros, escuchando, conteníamos los nuestros. Pero el semblante de Pablo estaba transfigurado en un éxtasis dichoso”. (Montero, 2019)

El actor murió a causa de sífilis, en abril de 1923.

 Una nota sobre música de Frenopático

 La música porteña, el tango, tiene una extraña tradición en referencia a instituciones mentales. En el caso de este sanatorio, el principal testimonio de un caso de este sanatorio, es el creador de un sainete musical teatral, llamado Instituto Frenopatico, el autor es Enrique Garcia Velloso. José Ingenieros recuerda dos centros de encuentro donde alternaban médicos, escritores, científicos e intelectuales de varias disciplinas; las reuniones de El Ateneo, y los almuerzos en el Instituto Frenopático, dirigido por José María Ramos Mejía. Asistían desde el viejo poeta Lamberti hasta los más jóvenes, muchísimos desfilaron por la mesa del instituto: Lugones, Diaz Romero, Ghiraldo. Jose ingenieros dice:  “uno de los comensales, Enrique García Velloso, había estrenado algunos años antes, en 1897, en el teatro Olimpia de Buenos Aires, un sainete lirico, con música de Eduardo García Lalanne, que se titulaba precisamente Instituto Frenopático” (Ingenieros, 1961, tomo 6, p. 436)

 Algunas conclusiones

 Es un tercer instituto privado mental, de Buenos Aires, esta vez es un sanatorio, no se llama Instituto Frenopático. La presencia femenina de este sanatorio, en este caso, son las franciscanas Camilas. Se puede decir que se usaba la gnosología de Bosch sobre los anormales. El caso de Podestá, seguro que Bosch debe de haber atribuido a un matrimonio temprano, predisponente a la locura. Es interesante el nexo de Bosch con las obras de teatro, que aparecen justo en relación a su futuro paciente, su hijo Gonzalo también escribe sobre obras de teatro. Con los años se van apagando las noticias de este lugar. Del sanatorio no queda nada. Es una historia similar a las historias de los dos frenopáticos principales (Barracas y villa Devoto), que se van extinguiendo hacia los años sesenta. Se vuelve a establecer una relación notable entre tango y locura, uno de los creadores de un sainete musical, es el principal referente del paciente del sanatorio Flores.

 Bibliografía

Bosch, Gonzalo. (1936). El Pavoroso Aspecto de la Locura en la República Argentina. Buenos Aires. Editor Amorrortu

Bosch, Gonzalo.  (1932). Anormalidades de la personalidad. Buenos Aires. Editor Amorrortu.

Bosch, Mariano G. (1969). Historia de los orígenes del teatro nacional argentino y la época de Pablo Podestá. Buenos Aires. Solar / Hachette.

Kirsch, Úrsula. (2001). Prácticas clínicas y política asistencial en la década del 30. En ), Psicología: su inscripción universitaria como profesión. Una historia de discursos y de prácticas. (1.ª ed., pp. 163 - 182). Buenos Aires: Eudeba. Buenos Aires: Eudeba.

Honorarios médicos, prueba, declaración testimonial por informe. (1929). Jurisprudencia Argentina, (Volumen 30).

Injurias en juicio, pruebas de testigos. (1929). Jurisprudencia Argentina, (Volumen 30).

Ingenieros, J. (1961). Obras completas. Tomo 6. Buenos Aires: Mar Océano.

Montero, J. (2019). Barranca abajo. Recuperado 7 de junio de 2020, de La Agenda Revista website: https://laagenda.buenosaires.gob.ar/post/186152323980/aniversario-barranca-abajo

Schoo, E. (1999). La loca felicidad de Podestá. Recuperado 7 de junio de 2020, de LA NACION website: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/la-loca-felicidad-de-podesta-nid149576/

Ramos Mejía, José María. (1936). Las neurosis de los hombres célebres en la Argentina. Buenos Aires. Ediciones Anaconda.

Sindicato La Fraternidad [Internet]. 1925 [citado 7 junio 2020];(340). Disponible en: http://sindicatolafraternidad.com/incloud/docs/10G89/contenido/1925/Revista-340/29.html

 


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