miércoles, 3 de octubre de 2007

17. SOBRE LAS REPRESENTACIONES OBSCURAS

Introducción

La idea principal del presente trabajo es como se fue desarrollando la conceptualización de las representaciones obscuras
Para una mejor compresión del desarrollo de esta conceptualización se trabajará las representaciones obscuras desde Descartes hasta llegar a Kant
La segunda idea principal es relacionar a la representaciones obscuras como una de las principales fuentes filosóficas para la conceptualización de la idea del inconciente en Freud.

Primer punto: las ideas obscuras desarrolladas desde Descartes y Locke

Uno de los primeros autores importantes en desarrollar la conceptualización de las ideas obscuras –antecesor de las representaciones obscuras- es Descartes. Cuatro citas a Descartes dejarán en claro como conceptualiza las ideas obscuras.
En “Discurso del método” dice lo siguiente:

“Pues en primer lugar, esa misma regla recibe su certeza solo de que Dios es o existe, y de que es un ser perfecto, y de que todo lo que está en nosotros proviene de él; de donde se sigue que, siendo nuestras ideas o nociones, cuando son claras y distintas, cosas reales y procedentes de Dios, no pueden por menos de ser también, en ese respecto, verdaderas. De suerte que si tenemos con bastante frecuencia ideas que encierra falsedad, es porque hay en ellas algo confuso y oscuro, y en este respecto participan de la nada; es decir, que si están así confusas en nosotros, es porque no somos totalmente perfectos. Y es evidente que no hay menos repugnancia en admitir que la falsedad o imperfección proceda de la nada. Mas si no superamos que todo cuanto en nosotros es real y verdadero proviene de un ser prefecto e infinito, entonces por claras y distintas que nuestras ideas fuesen, no habría razón alguna que nos asegurase que tienen la perfección de ser verdaderas.” (1)

En esta cita hay una conceptualización que ronda alrededor de lo claro, obscuro, distinto y confuso.
En “Meditaciones metafísicas” se puede leer lo siguiente:

“Desde luego, en este mi primer conocimiento nada hay que me asegure su verdad si no es la percepción clara y distinta de lo que digo, lo cual no seria, por cierto, suficiente para asegurar que lo que digo es verdad, si pudiese ocurrir alguna vez que fuese falsa una cosa concebida por mi de ese modo claro y distinto; por lo cual me parece que ya puedo establecer esta regla general; que todas las cosas que concebimos muy claras y distintamente son verdaderas.” (2)

Acá el autor remarca lo claro como lo verdadero y lo obscuro como falso
En otra parte de “Meditaciones Metafísicas” dice:

“Y en lo que toca a las ideas de la cosas corporales, no reconozco en ellas nada tan grande y excelente que no me parezca poder provenir de mi mismo, pues si considero de cerca y las examino, como hice ayer con la idea de la cera, encuentro que no se dan en ellas sino poquísimas cosas que yo conciba clara y distintamente (…)En cuanto a las demás cosas, luz, colores, sonidos, olores, sabores, calor, frío y otras cualidades que caen bajo el tacto, hallanse en mi pensamiento tan oscuras y confusas, que hasta ignoro si son verdaderas o falsas, es decir, si las ideas que concibo de esas cualidades son efectivamente las ideas de cosas reales o si no me representan mas que uno quiméricos seres que no pueden existir.” (3)

Acá relaciona la obscuridad con los sentidos
En esta ultima cita a meditación metafísicas dirá que:

“Y, por cierto, no puede haber otra que la que he explicado, pues mientras contengo mi voluntad entre de los límites de mi conocimiento, sin juzgar mas que de aquellas cosas que el entendimiento representa claras y distintas, no puede suceder que me equivoque, porque toda la concepción clara y distinta es, sin duda, algo y, por lo tanto, no puede provenir de la nada, y debe necesariamente ser obra de Dios, quien siendo sumamente perfecto, no puede ser causa de error; y , por consiguiente, hay que concluir que esa concepción o ese juicio es verdadero. Por lo demás, no solo he aprendido hoy lo que debo evitar para no errar, sino también lo que debo hacer para llegar al conocimiento de la verdad. Pues de seguro que llegaré a alcanzarlo, si detengo bastante mi atención sobre las cosas que concibo perfectamente, separándolas de las que concibo confusas y obscuras; de todo lo cual me cuidaré mucho en adelante.” (4)

Acá se remarca que lo claro lleva al conocimiento verdadero.
Hasta acá llega lo que trabaja Descartes en cuanto a las ideas obscuras. Locke también trabajará sobre las ideas obscuras pero con su enfoque empirista.
Todas las siguientes citas de Locke vendrán de su “Ensayo sobre el entendimiento humano”
Locke dedica todo un capitulo a “ideas claras y obscuras, distintas y confusas”. Dirá lo siguiente al respecto:

“1.Algunas ideas son claras y distintas, otras son obscuras y confusas. Después de haber demostrado el origen de nuestras ideas y de haber revisado sus diferentes clases; después de haber considerado la diferencia que hay entre las ideas simples y la complejas, y de haber observado de que manera las ideas complejas se dividen en modos, substancias y relaciones; todo lo que cual, creo, debe necesariamente hacer quien pretenda conocer a fondo el progreso de la mente en su modo de aprehender y de conocer las cosas, podría parecer que, quizá, ya me he detenido bastante en el examen de las ideas. Sin embargo, va a ser precioso pedir venia para ofrecer unas pocas mas de consideraciones acerca de ellas, y la primera en que algunas ideas son claras, otras son obscuras; algunas son distintas, y otras son confusas.
2.La claridad y la obscuridad de las ideas, explicadas por la vista. Como la percepción de la mente se explica mas adecuadamente por medio de palabras que se relacionan a la vista, entenderemos mejor lo que se quiere decir por claridad y obscuridad en la ideas, si reflexionamos en lo que llamanos claro y obscuro respecto a los objetos de la vista. Puesto que la luz es aquello que nos descubre los objetos visibles, llamamos obscuro a aquello que no esta situado en una luz suficiente para descubrirnos pormenorizadamente la forma y los colores que puede observarse, y que, en mejor luz, serian discernibles. De parecida manera, nuestras ideas simples son claras cuando son tal como los objetos mismos de donde proceden, las presentan o pueden presentarlas a una sensación o percepción bien ordenada. En tanto que la memoria puede retenerlas de esa manera, y puede ofrecerlas a la mentes siempre que esta tenga ocasión para considerarlas, se trata de las ideas claras. Y en la medida en que esas ideas carecen en algo de esa exactitud original, o en la medida en que han perdido su primera frescura, y están, como quien dice, marchitas o empaladas por efecto del tiempo, en esa medida son ideas obscuras. En cuanto a las ideas complejas, como están formadas de ideas simples, serán claras en la medida en que las ideas de que esten compuestas sean claras y en la medida en que el numero y el orden de esas ideas simples, que son los ingredientes de toda idea compleja, esten bien determinados y fijos en la mente.
3.causa de la obscuridad. Las causas de la obscuridad en las ideas simples parecen ser, o el embotamiento de los órganos, o la ligereza y fugacidad de la impresión causada por el objeto, o bien la debilidad en la memoria, incapaz de retener las impresiones según se reciben. Porque, para volver a los objetos visibles que puedan auxiliarnos en la compresión de este asunto, si los organos o las facultades de la apercepción, semejantes a la cera endurecida por el frío, no reciben la impresión del sello a consecuencia de la presión que de ordinario basta para dejar a la huella; cuando ha sido impresa; o bien, suponiendo que la cera este en su punto adecuado, pero que falte la presión suficiente en la aplicación del sello para hacer una impresión clara; en cuales quiera de estos casos, la impresión del sello será obscura. Esto, supongo, no requiera ninguna aplicación concreta para hacerlo mas llano.
4.Que sea una idea distinta y una idea confusa. Así como una idea clara es aquella de la cual la mente tiene una percepción tan plena y evidente como la que recibe de un objeto exterior que opera debidamente sobre un órgano bien dispuesto, asi también una idea distinta es aquella por la cual la mente percibe la diferencia respecto a todas las demás; y una idea confusa es aquella que no se distingue lo bastante de clara, de la cual debe ser diferente.” (5)

En esta cita extensa a Locke se puede apreciar como la ideas obscuras son trabajadas desde el empirismo. Una idea obscura puede tener distintos orígenes: embotamiento de sentidos, poca fuerza en su impresión, o endurecimiento de la cera a imprimir
Si bien Locke trabaja las ideas obscuras tanto como Descartes, son trabajadas de un modo distinto, son diferentes enfoques.

Segundo punto: Conocimiento Obscuro trabajado por Leibniz

Leibniz va un paso mas allá en la conceptualización de la ideas obscuras y propone lo que llama un conocimiento obscuro
En “Discurso de Metafísica dirá lo siguiente:

“24. que es un conocimiento claro y obscuro, distinto o confuso, adecuado e intuitivo o supositivo; definición nominal, real, casual, esencial.
Para entender mejor la naturaleza de las ideas, es necesario decir algo sobre la variedad de los conocimientos. Cuando puedo reconocer una cosa entre otras, sin poder decir en que consisten sus diferencias o propiedades, el conocimiento es confuso. Es asi como a veces conocemos claramente, sin tener ninguna duda, si un poema o cuadro esta bien o esta mal hecho, porque hay un no se que nos satisface o nos repugna. Pero cuando puedo explicar las características que tiene, el conocimiento se llama distinto. Tal es el conocimiento de un ensayador que discierne lo verdadero de lo falso por medio de ciertas pruebas o características que constituyen la definición del oro. Pero el conocimiento distinto tiene grados, pues ordinariamente las nociones que entran en la definición tendrían necesidad ellas mismas de definición y solo son conocidas confusamente. Pero cuando todo lo que entra en una definición o conocimiento distinto es conocido distintamente, hasta las nociones primitivas, llamo adecuado a este conocimiento.” (6)

Sobre la cita anterior, vale remarcar que solo va un paso pequeño mas allá de sus precedentes
En el mismo “Discurso de Metafísica”, es interesante mostrar una diferenciación que hace:

“De este modo las expresiones que están en nuestra alma, sea que se las conciba o no, pueden ser llamadas ideas, pero las que son concebidas o formadas pueden llamarse nociones, conceptos. Pero de cualquier manera que se lo tome, siempre será falso decir que todas nuestras nociones preceden de los sentidos llamados exteriores, pues aquella que tengo en mi y de mis pensamiento es y por consiguiente del ser, de la substancia, de la acción y de la identidad y de muchas obras, proceden de una experiencia interna.” (7)

Es interesante acá la diferencia que hace entre idea y concepto. Pueden haber ideas que no sean concebidas. También es interesante acá remarcar que hay nociones que no vienen de los sentidos, y acá se contrapone un poco a Locke.
También de “Discurso de Metafísica”, es interesante remarcar esta cita:

“33. Explicación de la unión del alma y del cuerpo, que ha pasado por inexplicable o por milagrosa y del origen de las percepciones confusas (..) también se ve que las percepciones de nuestros sentidos, aun cuando sean claras, deben necesariamente contener algún sentimiento confuso, pues como todos los cuerpos del universo simpatizan, el nuestro recibe al impresión de todos los demás, y aunque nuestros sentidos se relacionan con todo, no es posible que nuestra alma pueda atender a todo en particular. Es por esto que nuestros sentimientos confusos son el resultado de una variedad de percepciones, que es absolutamente infinita, análoga al murmullo confuso que oyen quienes se aproximan a la orilla del mar, que proviene de la unión de las repercusiones de olas innumerables. Ahora bien, solo se las puede percibir confusamente, si de muchas percepciones (que no concuerdan en formar una), no hay ninguna que sobresalga por encima de las otras, y si forman impresiones casi igualmente fuertes o igualmente capaces de determinar la atención del alma.” (8)

En esta cita es interesante como es trabajada una percepción confusa
En “Principios de la naturaleza” seguirá trabajando sobre la percepción confusa, dando una interesante diferenciación:

“Es cierto que los animales están a veces en estado de simples seres vivos, y sus almas en estado de simples monadas, a saber, cuando sus percepciones son suficientemente distiantas para que se las pueda recordar, como sucede en un sueño profundo sin ensueños o en un desvanecimiento. Pero las percepciones que se han tornado completamente confusas deben desarrollarse de nuevo en los animales, por las razones que luego expondré. Por ello, conviene distinguir entre la percepción, que es un estado inferior de la monada y que representa las cosas externas; y la apercepción, que es la conciencia o el conocimiento reflexivo de este estado interior, la cual no le es dada a todas las almas ni siempre a la misma alma. Y por omitir esta distinción los cartesianos se han equivocado al no tener en cuenta para nada las percepciones de las cuelas no nos apercibimos, del mismo modo como el vulgo no tiene en cuenta para nada los cuerpos imperceptibles. Esto ha hecho creer también a los mismos cartesianos que solo los espíritus son monadas y que no hay almas de los animales y menos aun otros principios de vida. Y así como han ignorado la opinión común del los hombres al negar el sentimiento a los animales, se han conformado demasiado, por el contrario, a los prejuicios del vulgo, al confundir el largo aturdimiento que precede de una gran
confusión de percepciones, con una muerte en sentido riguroso, en la que cesaría toda percepción, lo que ha confirmado la opinión mal fundada de la destrucción de algunas almas y el nocivo parecer de algunos pretenciosos incrédulos que han combatido la inmortalidad de la nuestra.” (9)

Es interesante remarcar de la cita anterior de la diferencia entre percepción y apercepción, y también remarcar el error que Leibniz señala a los cartesianos.
también de “Principios de la naturaleza” es la siguiente cita, que continua trabajando sobre la percepción confusa:

“13. pues en la cosas todo esta regulado de una vez por todas con tanto orden y correspondencia como es posible, ya que la suprema sabiduría y bondad solo pueden obrar con una perfecta armonía; el presente está grávido del futuro, el futuro se podría leer en el pasado, lo remoto se expresa en lo próximo. Se podría conocer la belleza del universo en cada alma si se pudiera desplegar todos sus dobleces, que solo con el tiempo se desarrollan de manera perceptible. Pero como cada percepción distinta del alma comprende una infinidad de percepciones confusas que abarcan todo el universo, el alma misma solo conoce las cosas, de las que tiene percepción, en cuanto tiene de ellas percepciones distintas y relevantes, y se perfecciona en la medida de sus percepciones distintas. cada alma conoce el infinito, lo conoce todo, pero confusamente, de la misma manera al caminar pero la orilla del armar y oír el gran rumor que produce, escucho sin discernir los rumores particulares de cada ola de los que esta compuesto el rumor total; nuestra percepciones confusas son el resultado de las impresiones que produce en nosotros todo el universo. Lo mismo sucede con cada monada. Solo Dios tiene un conocimiento distinto de todo; pues él es su fuente. Se ha dicho con acierto que es el centro de todo, pero que su circunferencia no está en ninguna parte, pues a él todo le es inmediatamente presente, sin ningún alejamiento de ese centro.” (10)

Sigue trabajando en esta cita las percepciones confusas y como se producen ellas.
Sobre este segundo punto conviene aclara que de Locke a Leibniz hay un traslado hacia otro país, en este caso Alemania, y que esta concepciones de la ideas obscuras seguirán siendo tratadas por Kant.

Tercer punto: las representaciones oscuras de Kant

Siguiendo la tradición de Leibniz, Kant supone el traspaso de un conocimiento obscuro a una representación obscura
Kant trabajará sobre las representaciones obscuras en su “Antropología”. En este texto, todo un apartado lleva el nombre “De las representaciones que tenemos sin ser consciente de ellas”.

“Tener representaciones y, sin embargo, no ser consciente de ellas, es algo en que aparece haber una contradicción; pues, ¿como podemos saber que las tenemos si no somos conscientes de ellas? Esta objeción la hizo ya Locke, que rechazaba, por ello, la existencia de semejante especie de representaciones. Pero lo cierto es que podemos ser mediatamente conscientes de ellas. Este genero de representaciones se llaman, consecuentemente, obscuras; las restantes son claras, y si su claridad se extiende a las representaciones parciales de un todo de ellas y a su vinculo, representaciones distintas, sean del pensamiento o de la intuición.
Cuando se es consciente de estar viendo a lo lejos , en una pradera, un hombre, si bien no se es consciente de ver sus ojos, nariz, boca, etc, propiamente se concluye solo que aquella cosa es un hombre; pues si porque no se es consciente de percibir estar partes del cuerpo (e igualmente las restantes partes del hombre), se quisiera sostener que no se tiene en absoluto en la intuición la representación de ellas, tampoco se podría decir que se ve un hombre; pues de estas representaciones parciales esta compuesta la total (de la cabeza o del hombre entero).
El hecho de que el campo de aquellas intuiciones sensibles y sensaciones de que no somos conscientes, si bien podemos concluir indubitablemente que las tenemos, esto es, las representaciones obscuras en el hombre (y también en los animales), sea inmenso; las claras, por el contrario, encierran solo unos, infinitamente pocos, puntos de aquellas que están abiertos a la conciencia, de suerte que, por decirla asi, en el gran mapa de nuestro espíritu solo unos pocos lugares están iluminados, este hecho puede infundirnos admiración por nuestra propia naturaleza; pues bastaría que una potencia superior gritase: ¡hágase la luz! para que sin la cooperación del menor de todos (tomemos, por ejemplo, a un erudito con todo lo que tiene en su memoria ) se extendiese ante sus ojos como un nuevo hemisferio (…)
El campo de las representaciones oscuras es, pues, el mayor de todos en el hombre. pero como es un campo que solo deja percibir a este en su parte pasiva, como juego de las sensaciones, su teoría pertenece exclusivamente a la antropología fisiológica, no a la pragmática, que es la que propiamente interesa aquí.
Jugamos frecuentemente, en efecto, con representaciones obscuras, y tenemos el interés de relegar a la sombra y sustraer a la imaginación objetos queridos o no queridos; con mas frecuencia, empero, somos nosotros mismos un juguete de las representaciones oscuras, y nuestro entendimiento no logra salvarse de los absurdos en que su influencia le hunde, aun cuando reconoce su error.
Así pasa con el amor sexual, en tanto no persigue propiamente el bien, sino el goce de su objeto.¡ Cuanto ingenio no se ha derrochado siempre para arroja un delgado cendal sobre aquello que es apetecido, mas hace ver al hombre en tan estrecho parentesco con el común genero animal, que se agravia el pudor y las expresiónes que lo mentan no pueden brotare en el trato social fino sin ir envueltas en flores, aunque con transparencia bastante para hacer sonreir! La imaginación gustara aquí de pasear en la oscuridad, y será menester siempre un arte no común, si no se quiere, para evitar el cinismo, correr el peligro de incurrir en el ridículo puritanismo.
Mas por otro lado somos también con bastante frecuencia el juguete de representaciones oscuras que no quieren desaparecer aunque el entendimiento las ilumine. Decidir si colocar su tumba en el jardín o bajo la sombra de un árbol, o en el campo y en suelo seco, es con frecuencia un negocio importante para un moribundo; si bien en el primer caso no puede esperarse recrearse en una bella perspectiva, ni en el ultimo tiene motivo para preocuparse de un constipado cogido por la humedad
El dicho que el hábito hace al monje vale en cierta medida hasta para el hombre sensato. Es cierto que el refrán ruso dice: “se recibe al huésped según su vestido y se lo acompaña según su entendimiento”; pero el entendimiento no puede impedir la impresión de representaciones oscuras de una cierta importancia que hace una persona bien vestida, sino a lo sumo abrigar el proposito de rectificar mas adelante el juicio pronunciado provisionalmente sobre ella.
Hasta se emplea una estudiada oscuridad, frecuentemente con el éxito deseado, simular penetración y profundidad; como los objetos vistos en el crepúsculo o a través de una niebla se ven siempre mayores de lo que son. El “skotison” (oscurécelo) es el imperativo de todos los místicos, para fingir mediante una artificiosa oscuridad atrayentes tesoros de sabiduría. Pero, en general, un cierto grado de contenido enigmático en una obras no es desagradable al lector; porque gracia a eso se le hace sensible a este su propia sagacidad para resolver lo oscuro en conceptos claros.” (11)

Si bien esta cita ha sido extensa, su extensión es comparable al importante desarrollo que hace de las representaciones obscuras.
Con Kant concluiría este desarrollo en la conceptulización de las ideas obscuras.

Cuarto punto: ha leido Freud la “Antropología” de Kant?

Sobre la pregunta de este punto, la cita siguiente de “La Interpretación de los sueños responde positivamente:

“Análoga idea expone Kant en un pasaje de su Antropología al afirmar que el sueño tiene por función la de descubrirnos nuestras disposiciones ocultas y revelarnos no lo que somos, sino lo que hubiéramos podido llegar a ser si hubiéramos recibido una educación diferente.” (12)

Si bien en la cita Freud dice que ha leído la “Antropología”, no queda explicito la influencia de las representaciones obscuras en su idea de inconsciente.

Conclusiones

Como se ha dicho al principio, es interesante destacar en este trabajo esta raíz filosófica de las representaciones obscuras como antecesores o precursores a la a idea de inconciente en Freud
Es evidente que la idea de inconciente en Freud tiene casi infinitas influencias, no obstante, el objetivo del trabajo es remarcar que esta línea de las representaciones obscuras es quizás una de las mas importantes en su línea filosófica.
Importa destacar también que esta linea de las representaciones oscuras involucra a filósofos muy importantes, los ya citado. En todas bibliografías sobre la concepción de la idea de inconsciente suele citarse a filósofos, pero no de tanta importancia.
Otra seria de detalles a tener en cuenta seria: a) autores anteriores a Descartes que hable en relación a lo claro y obscuro. b) la influencia del cristianismo en el abordaje de lo claro y obscuro. c) los conceptos propios de cada idioma trabajado por los autores –se recuerda que este trabajo ha sido redactado en base a traducciones.
Para finalizar es interesante remarcar que la traducción al español pueden tener una fuerte tendencia pretenciosa que puede hacer atribuir términos psicoanalíticos a autores que por ahí no la tienen. La traducción de la “Antropología” de Kant es la que puede dar mas errores a este nivel.


Referencias bibliográficas

1. Descartes, Rene. Discurso del método/meditaciones metafísicas. Espasa Calpe. Madrid.1985. pag 66-67
2. Descartes, Rene. Op. cit. Pag 131-132
3. Descartes, Rene. Op. cit. Pag 138-139
4. Descartes, Rene. Op cit. Pag 156-157
5. Locke, John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Fondo de Cultura económica. México. Df. 1992. pag 346-347.
6. Leibniz, Gottfried W. Tres textos metafísicos. Grupo editorial Norma. Barcelona-Buenos Aires-Caracas. 1992. pag 47
7. Leibniz, Gottfried W. op cit . pag 52
8. Leibniz, Gottfried W. op cit. pag 61-62
9. Leibniz, Gottfried. W. op cit. Pag 93-94
10. Leibniz, Gottfried W. Op. cit. pag 99-1000
11. Kant, Manuel. Antropología en sentido pragmático. Revista de Occidente. Madrid. 1935. pag 21-24
12. Freud, Sigmund . Obras completas. Tomo I. Biblioteca Nueva. Madrid.1996. pag 391.

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