martes, 3 de septiembre de 2019

El franciscano Duns Escoto, su voluntarismo, y su influencia en Espinoza y Kant.


El presente trabajo tiene como primer objetivo, hablar sobre sus teorizaciones sobre la voluntad, su influencia posterior en el vitalismo (y por lo tanto, en la historia de la Psicología), como segundo objetivo es hablar de la influencia en Occam, como tercer objetivo es hablar sobre influencia en Descartes, como cuarto objetivo es hablar sobre la influencia en Espinoza, como quinto objetivo es su influencia en Kant, como último objetivo, es hablar de la ausencia en las citas correspondientes, e intentar con ello la correspondiente explicación.

Palabras clave
Voluntarismo - Vitalismo – Franciscano – Empirismo

The present work has as its first objective, to talk about its theories about the will, its subsequent influence on vitalism (and therefore, in the history of Psychology), as the second objective is to talk about the influence in Occam, as a third objective is to talk about influence in Descartes, as the fourth objective is to talk about the influence on Espinoza, as fifth objective is its influence on Kant, as the ultimate objective, is to speak of absence in the corresponding citations, and try with it the corresponding explanation.

Keywords
Voluntarism - Vitalism - Franciscan - Empiricism

Algunos oscuros datos biográficos

Juan Duns Escoto, su nacimiento se debate entre tres lugares y tres fechas, para algunos nació en la aldea de Duns en Escocia, para otros en el condado de Nortumberland, y para Wading en Irlanda. Se dan tres fechas distintas para su nacimiento, en 1274, en 1263, o en 1247. Ingreso en la Orden de San Francisco, enseñó en la Universidad de Oxford, reuniendo de entre tres mil hasta treinta mil discípulos, prueba de su gran labor. En la Universidad de París, enseñó en los años de 1306-7, pasando de allí a Colonia por orden de los superiores, en cuya ciudad muere, en este caso no hay una triple muerte, el 8 de noviembre de 1308.
El nombre de Duns se convirtió en símbolo de estupidez de la escolástica, en la palabra inglesa dunce (burro), como profesor se lo llamó entre  "Doctor Burro", y "Doctor Sutil".
Entre sus obras destacan Ordinatio (Opus oxoniense) y Reportata parisiensa (Opus parisiense), son dos obras de anotaciones de alumnos sobre sus clases en Oxford y París, igual que Aristóteles con De anima, y como sucederá posteriormente con sus discípulos.
Su filosofía se distingue por la sutileza en forma, y por la crítica en fondo. No hay cuestión en la que no tenga que presentar reparos de sus predecesores.
Ha habido pro y contras de revindicaciones católicas y protestantes sobre su obra, se han dado varias interpretaciones de su filosofía, desde la interpretación como revolucionario, como precursor directo de Occam y de Lutero, cada una de las sugerencias precedentes contiene alguna verdad. Fue un Doctor franciscano, y aunque descartase cierto número de doctrinas franciscanas, se consideró fiel a la tradición franciscana.
Fue un franciscano inglés, como aquellos que aparecen en el Nombre de la Rosa, de Umberto Eco, franciscanos más diferentes, un poco más sesudos.
Igual que Tomas de Aquino, su declarado enemigo, su obra ha quedado incompleta. Los escotistas han intentado excomulgar a Sto Tomas.
La obra incompleta se ha intentado interpretar como una especie de castigo divino. En Antiguo Testamento, de la Biblia, se castiga dejando incompleta la propia labor, como el ejemplo de la Torre de Babel, torre gigantesca construida, según libro de Génesis 11, con el propósito que su cúspide llegase al cielo, y el pueblo que la edificó se hiciese un nombre, su construcción quedó inconclusa y Dios castigó la soberbia de sus constructores con la confusión de su idioma, se convirtió en el emblema histórico de la soberbia humana, lo que significa la palabra “Babel”, literalmente “confusión”. En Nuevo Testamento, la obra si es verdadera sobrevivirá al fuego purificador, según san Pablo.
Sobre los árabes, sigue más a Avicena, que a Averroes, a este último lo llama maldito, aunque también comparte su especie de excepticismo, que luego se llamara averroísmo.
La crítica que se le hace al escotismo es que corresponde a un ya caduco capítulo de la historia de la Psicología, solo como precursor, que agregó barbarismos a la pureza del lenguaje, pero últimamente ha habido un nuevo interés en la obra de Escoto, en una nueva generación.
En el marco de la catedra de Historia de la psicología, catedra Rossi, se indica tímidamente, como esta vertiente de influencia, el protestantismo alemán, el voluntarismo, influye en la Psicología.

Sobre la voluntad, ¿fundador del voluntarismo?

Podría considerárselo el primer voluntarista. El voluntarismo nació en el siglo XVI, es difícil encontrar anteriormente, una filosofía donde la voluntad sea lo central. Lutero es voluntarista, el jesuita Francisco Suárez intentó el voluntarismo de Duns Scoto y de William Occam, un jesuita y dos franciscanos, son los mayores representantes del voluntarismo, el voluntarismo es básicamente el vitalismo alemán, que ha influido tanto en la Psicología del siglo XIX.

Influencia en Occam

Ambos autores fueron franciscanos, los dos hablan mucho de la voluntad en relación a la libertad, quizás por los embates del tomismo y otros similares.
Escoto atribuía al universal cierta unidad, la de la esencia o naturaleza común de Avicena, suficiente para explicar el grado de unidad de las especies y de los géneros, pero inferior a la unidad numérica de los seres particulares. La unidad del universal, era la de un grupo, fundada a la vez en la colectividad y en cada uno de los individuos que la constituyen. A la teoría del conocimiento, había colocado entre el sujeto perceptor y el objeto percibido una 'especie sensible' y una 'especie inteligible'.
La voluntad y la libertad están relacionadas, distingue entre las potencias naturales y la voluntad. Las potencias naturales actúan determinadas y necesariamente, cuando se cumplen las condiciones para hacerlo; la voluntad es indeterminada y se autodetermina a actuar. La voluntad puede querer actos contrarios y objetos contrarios, sin que nada exterior a ella la determine. La voluntad humana puede querer objetos contrarios con actos volitivos distintos y en tiempos distintos, debido a su imperfección y mutabilidad.
Occam es el primer gran crítico de Escoto, Occam es el pionero de la moderna epistemología, fue el líder de los nominalistas y fundador de la moderna escuela, de temperamento crítico y negativo, no tuvo la misma capacidad constructiva de su maestro, la crítica a su maestro, es sobre los universales, contra su realismo.
La investigación empírica, análisis psicológico, actividad de la razón en el campo epistemológico, el reconocimiento de lo específico en el objeto de la naturaleza, le llevó a resultados muy divergentes de los de Escoto.
Occam considera todo eso una maquinaria superflua, lo de las especies sensibles y intelegibles. Los objetos provocan impresiones sensoriales, que son transmutadas en imágenes mentales por el intelecto activo; la realidad de esas imágenes es, en el uso moderno de los términos, no objetiva sino subjetiva. Occam influye luego en lo que se conocerá como epistemología y semiología.
Occam no acepta esta tesis de lo universal; no hay más unidad que la unidad numérica del individuo, y todo lo que se lo tiene una unidad inferior a la unidad numérica no puede tener ninguna clase de unidad, estas naturalezas comunes que se imaginan están desprovistas de realidad. No se puede suponer en el individuo un más o menos indiferente, un más o menos uno. Occam afirma que ningún universal es una sustancia existente fuera de la mente, y lo demuestra mediante una variedad de razonamientos lógicos.
La voluntad esta en relación a la libertad, su ética se ha desarrollado en entender la libertad, la libertad es ausencia de necesidad, halla su fundamento en la indiferencia de la voluntad que permanece indeterminada frente a su objeto pudiendo obrar o no, querer una cosa y su contraria. Libertad es capacidad de autodeterminación. Utiliza el lenguaje de doctrina aristotélica del libre arbitrio, la voluntad es poder activo cuya opción fundamental no depende del intelecto, que no actualiza ni determina a la voluntad.
Propone un análisis lingüístico que revela la libertad como término connotativo que significa a la misma voluntad y a la inteligencia definidas en su propia actividad. La voluntad es capaz de producir acciones contrarias o posponer una acción en circunstancias idénticas. Lo natural y lo libre son nociones antitéticas.
La voluntad y la libertad, están en relación al espacio y tiempo.

Influencia en Descartes

Dios en Escoto, se encuentra como testigo, una relación de creado y creador, puede ser espectador de su obra, igual en Descartes.
Descartes es tan voluntarista que sostiene que toda afirmación proviene de la voluntad y no del intelecto, toda afirmación no es ciencia sino creencia.
La prueba de Duns Escoto de la existencia de Dios en su Tratado sobre Dios como primer principio y el Opus oxoniense es la fuente más probable para el aparato de términos, conceptos e imágenes de Descartes en su prueba de la existencia de Dios en la Tercera Mediación.
El concepto de "realidad objetiva" aparece tanto en el Tratado como en el Opus oxoniense de Duns Escoto.
En el Opus oxoniense, Escoto emplea la imagen del sol en su discusión sobre la confiabilidad del conocimiento adquirido a través de los sentidos. Descartes reúne una impresionante variedad de terminología de Escoto: "causa infinita", "grados de perfección" y "propiedades formales" y "eminentes".
Escoto influye en Descartes, en su tercera meditación.  No hay una transferencia de los conceptos de Escoto al marco cartesiano, pero las correspondencias significativas entre Escoto y Descartes indican que Descartes encontró suficiente en el pensamiento filosófico de Escoto como para construir una de las características de su filosofía.
Nunca se refiere a Escoto en la Tercera Meditación, pero las huellas de Escoto están en el plano de las mentes cartesianas dentro de una idea de Dios. La posibilidad de que lea los escritos de primera mano de Escoto no es exagerada.
Como lector cercano de los escritos de Escoto en el siglo XVII, se mantuvo en gran parte fiel a la acción de Escoto de las imágenes y la terminología en la construcción de su prueba conceptual de la existencia de Dios como una idea innata de la mente. Siguiendo a Escoto, define a Dios como un ser infinito que es la perfección de las perfecciones. Para probar que la idea mental de Dios es una idea de ser perfecto e infinito, aplica el método de Escoto para probar la existencia de Dios a través del "orden esencial de las causas".
La fuente de "realidad objetiva" de Descartes ha sido un tema desconcertante para sus comentaristas.
 En el fragmento de la tercera meditación donde encontramos la imagen de la piedra, Descartes invoca el concepto de Escoto de una serie de causas esencialmente ordenadas para argumentar que la idea "formal" de la mente de un Dios infinito no puede haberse originado en la mente. Descartes debe suponer que existe un Dios infinito para que la idea innata de un Dios infinito tenga una realidad o perfección mayor que las ideas compuestas o adventicias de la mente.
La prueba de Descartes de la existencia de Dios en la Tercera Meditación es ortodoxa, en el sentido de que continúa la tradición escolástica de generar una prueba de la existencia de Dios utilizando la terminología escolástica convencional. Es dudoso que tal terminología llegara a manos de Descartes de fuentes renacentistas; es probable que Descartes lea las pruebas escolásticas de la existencia de Dios de primera mano, o en comentarios o libros de texto.
Las ideas innatas de la mente pertenecen a una cadena, aunque sean causas cortas o esencialmente ordenadas que informan a la mente con una idea de existencia o Dios infinito. La idea de un Dios infinito permite a Descartes organizar ideas, y luego en una escala de grados de perfección. Descartes muestra el ejemplo de la piedra en un contexto conceptual que refleja la discusión de Escoto sobre una primera causa infinita.

Influencia en Espinoza

Aparentemente, Espinoza no lo cita a Escoto. La doctora Lucía Rossi, en sus teóricos, habla de Espinoza, su panteísmo, su influencia en Psicología, en que Dios se encuentra en parte de todas las cosas.
En vista de su obra, es probable que la familia Espinoza, marranos de España, conversos, hayan tenido contacto con franciscanos escotistas.
Se puede notar, ese excepticismo averroísta, tanto de Escoto, como de Espinoza, como el atribuido a Espinoza en Los tres Impostores, que se puede decir que es un panfleto averroísta. La doctora Rossi, en comunicación personal, lo dice:
“Yo doy este ejemplo en teóricos para demostrar lo ficcional y el personalismo- a la vez. ¿No han existido (los tres impostores)?(…). Te aviso que su autor es Espinoza. Todo lo de él circuló clandestino. Alejandro Korn tiene un comentario sobre este texto de Espinoza.'”. (Rossi, 2009). 
En la obra de Duns Escoto, la de mayor trascendencia es Tratado del Primer Principio, la obra avanza "more geométrico", a partir de premisas y conclusiones iniciales que se van encadenando hasta el final para construir todo el edificio, Espinoza utilizará este modo de filosofar en su Ética.
Escoto no rechaza la analogía de atribución, puesto que admite que el ser pertenece primaria y principalmente a Dios, y enseña que las criaturas son a Dios como “mensurata ad mensuram, vel excessa ad excedens”, (Medido de acuerdo con el estándar o superado el desbordamiento), (Duns Scoto, s.f.) y en el De Anima dice que “omnia entia habent attributionem ad ens primum, quod est Deus” (todos los seres tienen una referencia al primer ser, que es Dios). (Duns Scotus, 2006). Todo esto no deja de sonar como la obra de Espinoza, a su panteísmo.
Escoto, por su perspectiva teológica, lo obligó a concebir el Ser unívoco como un concepto neutralizado e indiferente. Indiferente entre finito e infinito, singular y universal, perfecto e imperfecto, creado y no creado. A este problema, aplica uno de sus conceptos más originales, que complementa el de la univocalidad: la idea de la distinción formal. Se relaciona con las quiddities distintas que pertenecen al mismo tema, esto debe referirse a un acto de comprensión. La distinción formal es definitivamente una distinción real, expresando como lo hace las diferentes capas de realidad que forman o constituyen un ser.
La univocidad de ser conduce a la univocalidad de los atributos divinos: el concepto de atributo que puede llevarse al infinito es en sí mismo común a Dios y a las criaturas, no elimina la razón formal de lo que se agrega, pero predicado de manera formal y positiva sobre Dios, ¿cómo pueden los atributos infinitos o los nombres divinos no introducirse en un Dios?
En una monografía de Gilles Deleuzes de 1968/1992 sobre Espinoza,  presenta la fundación esencialmente de Duns Escoto en la metafísica de Espinoza, basada tanto en un principio de univocalidad, como en una distinción formal. Es un punto importante que conecta a Espinoza con el escolasticismo, pero para disgusto de Deleuze, para con Descartes también. No le quita nada a la originalidad de Espinoza en una perspectiva que ya se puede encontrar en Duns Escoto.
Espinoza, el concepto de Ser univocal está perfectamente determinado, como lo que se predica en el mismo sentido de sustancia en sí misma, y de los modos que están en otra cosa, la univocalidad se convierte en el objeto de la afirmación pura.  Es la idea de causa inmanente que se adueña, de la univocidad, liberándola de la indiferencia y neutralidad a la que había estado confinada por la teoría de una creación divina. Y es inmanente que la univocidad encuentre su formulación claramente espinozista: se dice que Dios es la causa de todas las cosas en el sentido mismo (eo sensu) de que se dice que es causa de sí mismo.

Influencia en Kant

Aparentemente, Kant no lo cita a Escoto. Básicamente lo que une a Escoto y a Kant son sus afinidades en la concepción de la voluntad y sus tendencias críticas (excepticismo).
Para Escoto, la voluntad y sus manifestaciones son superiores a los actos y manifestaciones del entendimiento, la voluntad es superior a la razón, no sólo con relación a la vida presente, sino a la vida eterna, cuya esencia consiste en un acto de la voluntad y no del entendimiento. Su doctrina sobrepone el orden práctico.
Con sus críticas, llegará hasta el escepticismo, opina que la omnipotencia de Dios no puede ser demostrada por las solas fuerzas de la razón natural, sin auxilio de la revelación: “Omnipotentia videtur esse credita de primo efficiente, et non demonstrata”. (El poder omnipotente, parece que se cree que es uno de los primeros agentes, y no habrá sido demostrado.) (Duns Scotus, 1894). La crítica es su doctrina, enfatizar defectos verdaderos o imaginarios de pruebas y argumentos de demás autores, desvirtuar fuerza de demostraciones, y descubrir vicios y lagunas de procedimientos, tal es su empeño y preocupación fija.  Las cuestiones se desvanecen, reducidas a polvo impalpable, a fuerza de divisiones y subdivisiones, se hace imposible seguir al autor por caminos  complicados, se peligra en perder problema y solución, aturdido con divisiones.
La escuela Alberto Magno, Santo Tomás, San Buenaventura, Enrique de Gante, descubre crítica, y cuando las exigencias de la evidencia o de la fe divina impiden apartarse de sentencia, se esfuerza en desvirtuar la fuerza de razones, complace en triturar argumentaciones, esparcir dudas sobre legitimidad de valor de pruebas. Niega de valor de demostraciones que refieren a atributos de Dios y a  inmortalidad del alma humana, debido a la fe católica. Somete tesis filosófico-dogmáticas, considera sofísticas pruebas de sus antecesores. Descubre sofismas en raciocinios y demostraciones, somete a crítica implacable teorías, demostraciones, pruebas y opiniones.  El filósofo cristiano contiene sus pasos antes de franquear completamente sus límites.
Para Kant, las manifestaciones de la voluntad y el orden práctico, tienen una importancia superior, al orden especulativo, a las manifestaciones de razón como facultad de conocer. El alcance y poder de la voluntad libre es superior al alcance o fuerza de la razón, entraña la demostración de Dios, de ley moral y de inmortalidad, a que no alcanza la razón humana, descubría antinomias y paralogismos donde los filósofos veían armonías reales y demostraciones científicas. Llevó el escepticismo hasta tocar y entrar en el terreno de lo absurdo, somete a su crítica las tesis de los representantes del dogmatismo filosófico, su escepticismo se encuentra representado por la negación del valor nouménico de los conceptos y demostraciones de la razón pura, considera como paralogismos las demostraciones alegadas por los filósofos en favor de ciertas verdades, como la existencia de Dios, la espiritualidad e inmortalidad del alma. 
Hay que señalar, también,  que ambos autores, hablan del ser, en cuanto a lo transcendental.
Las doctrinas y conclusiones de Escoto y de Kant no serán las mismas acerca de muchos problemas en concreto, eso es una diferencia reconocida y consignada. Se encuentran grandes analogías entre ciertas tendencias y direcciones generales de los dos escritores, existe realmente ciertas tendencias o direcciones generales. El procedimiento, las tendencias, la marcha y el pensamiento que informan y caracterizan una y otra Filosofía, coinciden en el fondo y tienen perfecta afinidad, salvas las diferencias entre el racionalismo de uno y el catolicismo del otro.
Puede pensarse que Escoto es el Kant del siglo XIII, su escepticismo es el escepticismo posible en el filósofo cristiano; el criticismo de Escoto es el criticismo del autor de la Crítica de la razón pura, sin el racionalismo que informa la doctrina toda del filósofo alemán, y salvas también las diferencias consiguientes a la situación de los espíritus y a las condiciones de civilización en dos momentos históricos separados por cinco siglos de distancia.
La voluntad y la libertad, en Kant, están en relación al espacio y tiempo, como en Occam.

Algunas conclusiones:

Siguiendo el programa de la catedra de historia de la Psicología, de Lucía Rossi, en sus teóricos, se nota esbozos - atisbos de como la obra franciscana es tomada lentamente y absorbida por filósofos principales, incluso se puede ver como no solo filósofos ligados a un empirismo naciente, sino también ligados a racionalismo, ver en este caso, lo hablado sobre Descartes.
La influencia en Psicología, ha sido, quizás indirecta, pero ha influido en el vitalismo alemán, muy influyente en Psicología, y el voluntarismo, prácticamente, Duns Escoto es quizás el principal fundador.
Es una paradoja, que el mayor influente, no es citado formalmente, pero es testimonio que ha sido puesto en acto, no recordado, puede ser una paradoja, pero ha sucedido muy frecuentemente en la historia.
Se intenta rescatar, en este trabajo, en Psicología a un gran olvidado, no citado, pero palpable en el trasfondo de la historia de la Psicología.
Es interesante ver como sus discípulos, cada uno toma independientemente y concretan, lo que les interesa particularmente de Escoto, particulares asuntos que él mismo mostró ya en esbozos incumplidos.
Por lo tanto, es interesante ver, como lo interrumpido en su vida, su obra, luego fue concretado y cumplido en sus discípulos, paradójicamente, lo mismo que le pasó a Sto Tomas de Aquino, su declarado enemigo, así que la condena bíblica, de dejar las obras a medias, por no ser estrictamente devotos, se ha cumplido a medias, quizás porque fueron lo verdaderamente devotos.

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