viernes, 5 de enero de 2018

Mis anotaciones sobre Descartes


Doct:
Comparto mis anotaciones manuscritas hechas sobre textos de Descartes en abril del 2003.
Estoy pensado publicarlas en mi blog y que las pueda leer cualquiera.
Me parece gracioso compartir mis anotaciones, algo que pensé que quedaría para mí solo.
Enfatizo este párrafo para la doct Rossi, que parece que teje:
"Como todos los espíritus no son igualmente aptos para descubrir la verdad por su propio esfuerzo, estas reglas, nos enseñan, que debemos comenzar de las artes menos importantes y más sencillas, principalmente aquellas en que impera el orden, como son los oficios del tejedor, del tapicero, de las mujeres, que bordan o hacen encaje; como son las combinaciones de números, las operaciones aritméticas, y otras antes semejantes con tal las desciframos por nosotros mismos, y no por los demás, como nada hay en ellos que  sea obscura, y no esté al alcance de la inteligencia humana, mas hacen ver distintamente sistemas innumerables, diferentes entre sí, y, sin embargo, regulares; y observamos el encadenamiento de estos sistemas. De este modo adquirimos la posible sagacidad" (pag 302, texto de “Reglas para la dirección del espíritu”)
A Freud por decir algo parecido, le mereció la lapidación por parte del feminismo más radical.
Más comentarios sobre mis lecturas al respecto, se encuentra al ppio del word (no teman, es breve)
No incluyo, acá, el texto sobre la música, que sigo traduciendo.

Doct:
Las obras completas publicadas por Garnier, leídas la misma edición ambas en Bib Nac o Bib del Maestro de Bs As, no incluían lo del tratado del hombre, creo, recuerdo sus hojas gruesas pesadas y amarillas, con tapa dura restaurada.
Mis anotaciones manuscritas datan de abril del 2003
No puedo dejar de observar, esa tendencia jesuita de autoproclamarse una elite de iluminados, y que su tarea es enseñar a pensar correctamente a salvajes.
Hay una tendencia de querer enseñar a las mujeres, ver las cartas a la princesa, por los ejemplos del tejido.
Con las cartas a la princesa, se completó por mi lado, este conocimiento de sus obras completas. Previo a esto consulté sus obras completas en francés.
El ultimo escrito, especie de obra de teatro, como estilo de parodia, parece basado en la obra de teatro de Galileo, en el cual gasta al papa, que le basto para que le tiren dardos, parece que le contesta a Locke, o en todo caso, Locke se basa en él con su tabula rasa, no lo sé, estoy escribiendo esto sin referencias.
Del ultimo texto, lo mismo opino en relación a Cervantes, lo del loco de vidrio, lo de los que están en una finca, no sé quien leyó a quien, Cervantes a Descartes o viceversa, no lo sé, escribo esto de memoria, solo enfatizo que el Quijote fue escrito para gastar a Ignacio de Loyola (Cervantes fue franciscano)

Descartes,
Obra completas
París. Casa editorial Garnier Hermanos. año (¿)

1) Compendio de las objeciones hechas contra las meditaciones
Copiado el 4 de abril de 2003, de la Biblioteca del Maestro de Cap Fed de Buenos Aires

El objeto exterior no está en el entendimiento, pero hay en este una realidad objetiva de la idea. Conocerlo, que la realidad objetiva no es un ser real, en cuanto no está fuera del entendimiento; no es tampoco un ser de razón, pero si algo real que es concebido; luego esta concepción necesita una causa. (126)
De la distinción entre el cuerpo y el alma, no resulta que el hombre es puro espíritu; ya dije que el alma y el cuerpo están substancialmente unidos,. El pensamiento puede ser perturbado por los órganos, sin ser producto de ellos (…)
Reconozco los peligros de la  duda y la distinción que es precioso establecer entre la especulación científica, por instarlo, y las materias y prácticas de la vida, por otras (136)
Para tener una idea de lo infinito no necesito comprenderlo, porque, hay una contradicción entre infinito y comprender, y, sin embargo, esa idea representa no una parte de lo infinito sino todo el infinito, como puedo ser representada por una idea humana.145)
Como nuestra noción del pensamiento es distinto de la del movimiento, no podemos confundir una con otra. El pensamiento  y la extensión se unen en el hombre en unidad de composición, pero no en unidad de naturaleza. (151)
La duda general debe aplicarse a las materias especulativas, pero nunca a la vida práctica. (157)

2) Reglas  para la dirección del espíritu
(tratado en latín, publicado en 1701, cincuenta años después de su muerte)
Copiado el 5 de abril de 2003, de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires

Es preciso constatar ese error tan generalizado. Las ciencias todas, no son más que la inteligencia humana, que es siempre una y siempre la misma, por grande que sea la variedad de su objeto, como la luz del sol es una, por múltiples y distintos que sean las cosas que ilumina. Ninguna limitación debe imponerse al espíritu. Si el ejercicio de un arte impide que aprendamos otro, no ocurre lo mismo en el campo de las ciencias, el conocimiento de una verdad lejos de ser un obstáculo nos ayudará al descubrir otros. (271)
Para hacer ver con la debida amplitud la exactitud de nuestras palabras conviene tener en cuenta ante todo que  los dos únicos caminos para llegar al conocimiento de las cosas, son la experiencia y la deducción.
La experiencia nos engaña frecuentemente; la deducción o en otros términos, la operación por la cual se infiere una cosa de otra, puede faltar en el caso de que no se perciba, pero la inteligencia  menos a propósito para el razonamiento no puede hacerlo mal. Las reglas, que nos parecen trabas, por las cuales, los dialecticos creen dirigen la razón humana, no parecen de muy discutible utilidad, aunque menos que sean muy convenientes para otros usos. Los errores en que suelen caer los hombres, nunca nacen de una mala inducción, sino del establecimiento como principios de ciertas experimentaciones mal comprendidas, y de juicios temerarios y sin ningún fundamento (…)
Sin embargo, no debemos extrañarnos de que muchas espíritus cultos se dediquen con preferencia a la filosofía, a otros estudios, porque en las materias confusas y obscuras, hay más ancho campo para fantasear y divagar y es mucho más fácil hacer conjeturas en una cuestión cualquiera que llega a la verdad, por muy  llano que sea el camino. (275)
Aun cuando todos estuvieran de acuerdo, su doctrina no nos bastaría nunca, usemos matemáticas, aunque suponiera de memoria las demostraciones inventadas por los demás, si nuestro espíritu no es capaz de resolver por si mismo toda clase de problemas; nunca seremos filósofos, aunque hayamos leído para todos los razonamientos de Platón y Aristóteles, si no podemos formar un juicio sólido sobre cualquier proporción; porque eso sería  aprender  historia pero no ciencias. (…)
Para no caer en el mismo error, vamos a enumerar aquí todos los actos de nuestra inteligencia por los cuales podemos llegar al conocimiento de  las cosas sin temor al error. No admitimos más que dos; la intuición y la inducción.
Entiendo por inducción, no las creencias en el variable testimonio de los sentidos o en los juicio engañosos de la imaginación - mala reguladora- sino la concepción de un espíritu sano y atento, tan distinto y tan fiel que ninguna duda queda sobre lo conocido; lo que es lo mismo, la concepción firme que nace en un espíritu sano y atento, por las luces naturales de la razón. (277)
(…)Definíamos la inducción. Consiste en una operación por al cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia necesaria de otras conocidas por nosotros con toda certeza. (278)
Esas son las vías seguras para llegar a la ciencia. Ninguna más debemos admitir; antes bien hemos de rechazarlas, por sospechosas y sujetas a error. (279)
Para el exacto cumplimiento de esta regla, hemos de observar que todas las cosas - en el sentido en que aquí la tomamos, es decir, no considerándolas aisladamente sino comparándolas para conocer las unas por los otros – pueden ser llamadas absolutas o relativas.
Denomino absoluta todo lo que en si contiene la naturaleza pura y simple que se investiga , por ejemplo, la que se considera como independiente, causa, simple, universal, uno, igual, semejante, etc. Lo absoluto es los más fácil y lo más simple, y de él debemos servirnos para resolver las cuestiones.
Llamo relativo a lo que es de la misma naturaleza o al menos participa de ello en un punto, en el cual podremos referirlo a la absoluta y deducirlo de estar siguiendo en cierto orden. Lo relativo contiene  otras cosas llamadas relaciones. Relativo es todo lo que denominamos dependiente, efecto, compuesto, particular, múltiple, desigual, desemejante, etc. (287)
 Si quiero conocer como una sola y menor causa, puedo producir al mismo tiempo efectos contrarios, no me fijaré en los remedios, que arrojan ciertos humores del cuerpo, y retienen otros, no diré que la luna calienta, con su luz y enfría por una cualidad oculta, sino que consideraré una balanza en pesos iguales, en un solo y previo instante elevan en platillo y hacen descender el otro.(301)
He nacido, lo confieso, con un espíritu tal que para mí el mayor placer del estudio ha sido el escuchar las razones de los demás, como el de descubrirlos por mí mismo.
Esto solo me llevó desde joven al estudio de las ciencias y cada vez que un libro prometía por su título un nuevo descubrimiento, antes de avanzar en la lectura, trataba de ver por mi sagacidad natural  poder llegar a concebir alguna cosa semejante y me gustaba bien de privarme de este inocente placer con esa lectura precipitada (…) con tanto cuidado he cultivado este método que me ha persuadido de que, desde el principio, según, el mejor procedimiento de estudio.
Como todos los espíritus no son igualmente aptos para descubrir la verdad por su propio esfuerzo, estas reglas, nos enseñan, que debemos comenzar de las artes menos importantes y más sencillas, principalmente aquellas en que impera el orden, como son los oficios del tejedor, del tapicero, de las mujeres, que bordan o hacen encaje; como son las combinaciones de números, las operaciones aritméticas, y otras antes semejantes con tal las desciframos por nosotros mismos, y no por los demás, como nada hay en ellos que  sea obscura, y no esté al alcance de la inteligencia humana, mas hacen ver distintamente sistemas innumerables, diferentes entre sí, y, sin embargo, regulares; y observamos el encadenamiento de estos sistemas. De este modo adquirimos la posible sagacidad (302)
La dialéctica al enseñar las formas de los silogismos suponen conocidos los términos y la materia del silogismo. Nosotros exigimos ante todo que la cuestión sea comprendida perfectamente. Los dialécticos distinguen dos términos extremos, uno medio. Nosotros consideramos la cuestión de este modo: en toda cuestión hay algo desconocido porque de lo contrario sería inútil la cuestión; este algo desconocido debe ser designado de alguna manera, porque sino no sabríamos lo que íbamos a buscar; la designación debe formarse con algo conocido. (320)

3) Investigación de la verdad por la luz natural
No es necesario que el hombre lea todos los libros, si aprende cuidadosamente lo que enseñan en las escuelas; el consagrar mucho tiempo a las letras, es un vicio de la educación. Hay, en la vida, muchas cosas para hacer, y es preciso que el hombre dirija a  la suya, de modo que la mayor parte de su existencia sea implicada en realizar bellas acciones. (347)
Espero que el lector encuentre aquí una vía mucho más fácil que la anterior, y que no rechace las verdades que voy a exponer: aunque no las haya tomado de Platón y Aristóteles; porque esas verdades son conocidas, monedas que tiene igual valor cuando salen de la bolsa de su labrador, que cuando proceden del público.
Cuidadosamente he procurado exponer esas verdades de modo que sean útiles por igual a todos los hombres: a estén  fin no he podido encontrar estilo más conveniente que el de la conversación, en la cual todas manifestamos familiarmente a nuestros amigos la mayor parte de nuestros pensamientos. Bajo los nombres de Eudoxio, Poliandro y Epistemón, supongo ese hombre dotado de espíritu mediocre, cuyo (…) no ha sido corrompido por ninguna falsa opinión, que conserve su razón como la razón de la naturaleza, y que en la casa de campo que habita es visitado por dos hombres, ávidos de conocimientos, de espíritu simple, ignorante, uno de ellos de lo que enseñan los libros, y muy interesado el otro de todos lo que puede aprenderse en las escuelas. En su conversación alegaran los argumentos que les proporcionan las circunstancias de lugar y los objetos que les rodeen, los cuales serán tomados como ejemplo para dar mejor claridad a sus concepciones. Ellos establecieron con con su discurso el asiento  de que trataron hasta el fin de estos dos libros. (349)
Epistemón – todo eso se explica muy claramente si comparamos la imaginación de los niños a una tabla rasa sobre la cual deben juntarse nuestras ideas que sean como imágenes fieles de cada objeto (354)
Epistemón- pienso también que es peligroso avanzar demasiado lejos por esa vía. Las dudas universales de esta clase nos conducen directamente  a la ignorancia de Sócrates o a la incertidumbre de Pirrón – incertidumbre que es como un pozo, en el cual el que nunca encuentra terreno firme.
Eudoxio- confieso que es muy peligroso confiarse sin guía, por un camino dificultoso. Muchos se han perdido en él. 357)

Descartes, René
Meditaciones Metafísicas y otros textos.
Edit Gredos. 1987
Copiado de la biblioteca nacional

Meditaciones Metafísicas.
Ciertamente, no parece haber ninguna razón para negar que existen estas manos y este cuerpo mío, a no ser que me equipare con ciertos locos cuyos cerebros trastornados por un sopor tan contumaz o atrabilario, que constantemente, aseveran que son reyes, siendo paupérrimos, o que visten de purpura, estando desnudos, o que tienen la cabeza de barro, o que son calabazas, o que están hechos de vidrio; pero estos son dementes, y yo mismo no pareciera menos loco si siguiera su ejemplo. (16-7)
Supondré, pues, no que un Dios, Óptimo, fuente de verdad, como cierto genio maligno, tan sumamente astuto como poderoso, ha puesto todo su industria en engañarnos, pensaré que el cielo, el aire, la tierra, los colores, las figuras, la  cama y todas las cosas externas no son objetos de los engaños de los sueños, y por medio de ellos, ha tendido trampas a mi credulidad. (20)
Pues bien, ¿que he pensado ahora que soy? Un hombre, por supuesto. Pero, porque después tendremos que indagar que es un animal, y que es racional, y así a partir de una sola cuestión iría a pasar a muchas y muy difíciles; y no dispongo de tanto tiempo como para malgastarlo en semejantes sutilezas.(23)
Mucho me queda aún por investigar sobre los atributos de Dios, mucho sobre mi propia naturaleza, es decir, sobre mi mente; (57)

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