miércoles, 20 de mayo de 2015

Nociones Psicológicas en la Región de Cuyo: Diferencias y similitudes entre el período virreinal y colonial

Eje temático: II La formación de grado y posgrado en Psicología
Palabras Clave: Paroxismo – Nociones psicológicas – Región de Cuyo – Derecho de Indias – Tribunal de la Inquisición – Jesuitas y Betlemitas

El presente trabajo se propone indagar dos momentos en la historia de psicología correspondientes al período virreinal-colonial de la región de Cuyo.
En primer lugar, la época virreinal, que comienza con fundación de nuevas ciudades, exhibe un tomismo psicológico que se inicia con el Derecho de Indias y se sostiene hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. Aquí aparece el concepto de paroxismo (mencionado en actas del Derecho de Indias), el cual si bien es tomado de las nociones trabajadas por Santo Tomás de Aquino, vale destacar que éste se opone a la idea de catarsis mientras que aquí se encuentran relacionados paroxismo y catarsis.
Esta conformación local del Tribunal de la Inquisición, que aparentemente forma parte del Tribunal del Derecho de Indias, aporta un lenguaje psicológico que desliga a la psicopatología de los demonios antiguos y la brujería. No obstante, continúa aplicando torturas a los afectados. Por su parte, el papel que desempeñan los jesuitas en este momento se resume a lo estrictamente administrativo.
En segundo lugar, la época colonial, que se ubica con posterioridad a la expulsión de los jesuitas, se caracteriza por la llegada de los monjes betlemitas una vez que la Inquisición se ha disuelto en el Virreinato. Llegan a todo el país pero especialmente a lo que actualmente corresponde a la provincia de Mendoza, en simultáneo con el regreso del Gral. José de San Martín.
Es el galenismo betlemita el que hace seguir a San Martín: sus remedios aplicados al Santo de la Espada. Los remedios betlemitas usan el corpus de conocimientos ampliado por los jesuitas, utilizando hierbas medicinales con propiedades para curar manías y melancolías.
Este período muestra la llegada de los monjes betlemitas a los hospitales, convirtiéndose en los sucesores de la orden franciscana de los Hermanos de San Juan de Dios.
A modo de conclusión puede afirmarse que en el primer momento, la época virreinal, si bien están presentes los jesuitas en la región de Cuyo, es el Tribunal de la Inquisición el encargado de tratar a los enfermos mientras que en el segundo, el colonial, los saberes jesuitas son puestos en acto por los monjes betlemitas. Asimismo, aun cuando el Tribunal de la Inquisición separa las cuestiones demoníacas de las patológicas, continúa aplicando métodos de tortura; por otra parte, con la llegada de los betlemitas se regresa al uso medicinal de las hierbas autóctonas. Finalmente, se señala que en ambos períodos, las cuestiones patológicas son abordadas desde ideas psicológicas.
Casos de Inquisición.
Se encuentra un caso en Mendoza, data de 1721
“La del clérigo francés Juan de Ullos, residente en Mendoza, que publicaba que el Papa ni el concilio general eran los jefes de la Iglesia, proposición que habiendo sido dada a calificar al jesuita Luis de Andrade y al mercedario fray Francisco Galiano, como expresasen que por tratarse de un francés se hacía difícil la calificación, se les secuestró el peculio y se les metió en la cárcel.” (1)

Sarmiento, habla del caso de la Inquisición, el caso de Angela Carranza, en recuerdos de provincia, recordándolo como un caso célebre (aunque sea un caso de la provincia de Córdoba)

Caso de derecho de Indias.
Se puede encontrar el caso de la golosa de brevas, y una postal de todo esto es el árbol del tormento, que se encontraba en Mendoza en 1781


 Árbol del tormento, donde  se castigaba indios, hacia fines del siglo XIX, en Mendoza

En todo el derecho de indias se encuentran términos en relación a psicología, siendo el más aproximado el concepto de paroxismo y catarsis. Tomado probablemente de sto tomas de Aquino, paroxismo es el más utilizado en relación a los psíquico, el termino catarsis muy relacionado a cataros, y por ende, suena a herejía.
paroxismo. (Del gr. παροξυσμός). 1. m. Exaltación extrema de los afectos y pasiones. 2. m. Med. Exacerbación de una enfermedad. 3. m. Med. Accidente

 Caso de Golosa de Brevas, en el derecho de indias, de Mendoza, en 1781

Historia de hospitales de Cuyo
Recordemos que hasta  que se  creara el Virreinato del Río de la Plata, San Luis dependía políticamente de España a través de a la Gobernación de Chile. Pero la cordillera la separaba de las soluciones rápidas a sus problemas. El virreinato no fue una solución. La posibilidad de ataques de los indios ranqueles y pehuenches era otro factor de aislamiento.

Orden San Juan de Dios:
Originaria de Santiago de Chile con sede en Quito y Lima. Desde principios de siglo XVII administran excelentemente hospitales en Europa. Esquirol las nombra en 1838. En1634-1637 hay tratativas de establecer la orden en ciudades argentinas por fray Alonso de Benavides. No se llega a nada en claro y los datos son pocos precisos. Hay nuevas tratativas, en 1770 refundan en Mendoza y en San Juan los hospitales principales. Son franciscanos

Orden Bethlemita
Vienen de Lima. Orden de origen latinoamericano con sede en:
Buenos aires 1750. Córdoba en 1762. San Juan en 1815. Mendoza en 1815. Salta en 1804. Es una primera experiencia en organizar las enfermedades en distintos pabellones. Son franciscanos

 Hermandad de la santa caridad
Funda el colegio de huérfanas y el hospital de mujeres. Se hacen cargo de la casa de niños expósitos a partir de 1779. Una orden similar se hace cargo del hospital de mujeres y niños en Córdoba. Son franciscanas

Hospital en Mendoza fundado en 1561, en  San Juan fundado en 1562
Hospital en San Luis
En 1737 (2)  “el alcalde del primer voto es llamado porDoña María de Adaro  pues se halla herido el español Don Antonio de salas y Baldes... de una puñalada. Hace reconocer la herida por dos señoras de buena posición y fama que lo curaron.... Un tal Victoriano curó al herido en los primeros días al cual se le pagó por esos servicios con el poncho, la chupa y calzones pertenecientes al malhechor embargados a tal efecto
En  1750 (3)  El alférez  Josefo Arrietasu mujertoda su familia y sus indios entenados “concurren en auxilio a los enfermos de Viruela por motivo de caridad”.
En Septiembre de 1750 (4) se establece por orden del lugarteniente Miguel de Vilches primera cuarentena anteuna epidemia de viruela, de la que se tenga noticias.
Vilches escribe:
“...desta Ciudad de San Luis de Loyola y su jurisdiccion por Su Magestad que Dios guarde... por lo que ordeno y mando...al alferes Arrieta , su muger, su familia...y sus entenados que continuen  en la asistencia de otros enfermos...”
Dispone además las medidas de aislamiento y cohorte conocidas en Europa desde 1403:
a)      ...” acudan a la asistencia yatencion de otros enfermos: pidiendo desde alli, lo que para ello le faltare...”
b)      “...no dentren en ninguna pulperia con ningun pretexto...”
c)      “...como tampoco, ninguno de su casa, dentre en las Iglesias de Santo Domingo, ni de la Compañía(de Jesús) a misa ni a otra funcion sino solo a la Iglesia mayor, los días prescriptos, como asi mesmo mando...”
d)     “...ninguno de sus entenados se mesclen con los que tienen peste. Ni pasen para el pueblo y na cuadra de su casa para arriva...”
En relaciona al Protomedicato, se pude encontrar:
En enero de 1806 (5)  se envía la primera partida de vacuna antivariólica un documento firmado por José Ignacio Pintor de Silva informa al  del Promedicato:
que la anterior partida de cristales conteniendo el “prodigioso ynbento de la yntroduccion de la Bacuna  no llegara apto para producir sus admirables efectos en esa Ciudad el q.e desea el recto ánimo de su Ex.a y el infatigable celo de el R. Tribunal... de haverse malogrado el proyecto sin poderse atribuir a otro principio que haverse disipado el elixir del liquido bacuno sin duda por la mala condicion de los cristales en q.e benia depositado... Dice que ha recibido nuevamente 6 cristales bien acondicionados para propagar el uso de la bacunacion q.e libra de los efectos sencibles y trágicos de la viruela que remite a esa (San Luis) dos cristales de los 6 que me franquicio su Ex.a”
El primer enfermero vacunador fue Don Rodrigo Sosa,un sangrador empírico a quien de Silva:
le dio instruccion sobre el método que es indispensable obserbarse en la introduccion de la Bacuna...se hace acreedor de esta mi confianza por ser un sangador que desempeña con acierto y no carece de algunos conocimientos en las ramas de medicina y cirugia, bien que dentro de la esfera bulgar, adquiridos con su juicio y obserbacion...”
En 1819 el primer hospital que se menciona en laHistoria de San Luis por J. W Gez es uno de campaña ubicado en el Campamento general de las Chacras (Pág. 112) a cuyo cargo está El Dr. José María Gómez, al frente de la Sanidad Militar, este era un ex prisionero español de la batalla de Chacabuco que había defendido del intento de asesinato durante la conspiración realista del ’18 al entonces Gobernador Vicente Dupuy (1814-1820).
En 1837 (6)  el Coronel Pablo Lucero envía al gobernador de San Luis (Calderón) oficiales enfermos desde Rencapor no disponer de los medios ni personas  para la atención de enfermos y heridos. No se ha encontrado evidencia que estos enfermos y heridos fueran atendidos por algún médico o derivados a un hospital.
1845 (7)  Pablo Lucero, ya como gobernador, destina fondos de la policía para solventar los gastos de un hospital, pero en el documento consultado no menciona donde está, solo la orden de llevar una cuidadosa estadística demográfica de quienes ingresan, permanecen y salen de él.
En 1895 la población (8)  de San Luis era de 81.450 habitantes en ese censo se contaron profesiones sanitarias (Cuadro 4.2).
Cuadro 4.2. Profesiones sanitarias en San Luis según censo de 1895
Profesiones
Argentinos
Extranjeros
Total

Mujer
Hombre
Mujer
Hombre

Curanderos
12

2

14
Enfermeros

5

1
  6
Parteras
11

1

12
Farmacéuticos

2
1
7
10
Médicos

9

6
15

Es insuficiente la información disponible para hacer una hipótesis de situación respecto a  ¿Qué entendían por enfermero en esa época y en cada lugar donde se recolectaron los datos? Además es llamativa la relación de género masculino en los enfermeros diferenciándolos de las parteras. ¿Estaría determinado por la concentración de estos en los hospitales de campaña en sanidad militar? Por otra parte en este año ya no existía el protomedicato ¿Quién fiscalizaba y bajo que criterio, a los “profesionales” que reunían los requisitos para ejercer cada profesión?
1834 (9)  Don Pablo Lucero comunica al gobernador de la provincia (J. G. Calderón) que hace comparecer en el campamento del Morro al curandero Feliciano Reyespara que ayude con los enfermos de escarlatina y soldados heridos, sin medicinas, ni siquiera aguardiente.
En 1845 (10) Curandera Petrona MorenoEl gobernador Pablo Lucero escribe (con bastantes errores de ortografía) al Intendente de policía Nasario Robledo ordenándole que a la “señora curandera...Da.  petrona Moreno encargada de la Curacion de ... enfermos se le facilitara los fondos de la policia todo lo q.e nesecite...leña y alimentos...hasimismo. llevara v.s. una escueta y prolija Cuenta de los enfermos que entren al Ospital. Como los que salen y el tiempo que ayan estado en el ospital...sin error...ni equibocacion...para q.e por su bisita pase la obserbacion que debe aser y proverle de lo que le falte a fin de q.e se abace Su curación.....”



Paula Domínguez de Bazán (1806-1860) (11)Denominada por Gez en su Historia de la provincia de San Luis como virtuosa “matrona” (Fig. 4.7). Filántropa y educadora argentina del siglo XIX que desempeñó un importante papel en la mejora de las condiciones de educación y salud de la mujer puntana.
Hija de  Don José Narciso Domínguez tomado prisionero a causa de sus ideas liberales (unitarios) junto a sus hijos y su mujer. Su estancia de La Punilla fue arrasada y su ganado arreado por Facundo Quiroga luego que hiciera matar a Pringles en 1831 (Gez pág. 141). Su madre, Misia Faustina de Alba estaba emparentada con el duque de Alba. Ella y sus dos hermanas, Nicolasa  e Inés, estudiaron en el Colegio de Huérfanas de Córdoba. A los 29 años se casa (12) con  Javier  Rodríguez, (hermano del héroe de la Independencia José Elías Rodríguez) quedando viuda al poco tiempo. A los 33 años se casa con Bernardo Bazán y regresa a San Luis. Ingresa a la Honorable Cofradía  del Santísimo Rosario en el templo de los Hermanos Dominicos.
Funda una escuela  de mujeres en su casa y se la deja a su hermana.
Fue la gestora, reuniendo a “cincuenta y tantos señoras de la mejor sociedad puntana”  (como la esposa del gobernador, y esposas de ex gobernadores y personajes de la historia reciente de la vida política provincial) que en 1857 echaban los cimientos de la Sociedad de Beneficencia de San Luis estuvo ligada al funcionamiento del Hospital de Caridad por muchos años, las escuelas de niñas  (con becas para niñas pobres) en San Luis, San Francisco, Renca, El Morro y Rincón del Carmen,  la de Varones, el Hospital de la Caridad, el Buen Pastor El mismo año de creación de la Sociedad muere su marido. Con el cual no tuvo hijos. Preparaba comida para los presos y visitaba a los humildes. Sus restos descansan junto a los de su esposo en el panteón de Don Carlos Juan Rodríguez (sobrino) en el Cementerio de San José en La Capital de San Luis.
Matrona Teresa Lucero (13) perteneciente a la Sociedad de Beneficencia, conocida por la asistencia a enfermos de Viruela en 1888.

San Martín y los bethlemitas
En una de las galerías, del antiguo asilo porteño del buen pastor,  también se puede ver un gran busto del General José de San Martín, pero no en homenaje a su obra como militar, sino a su labor como penitenciario, habiendo San Martín estado al frente de las penitenciarías en la región de Cuyo (Mendoza, San Luis, San Juan). Fue Gobernador Intendente y se ocupó muy especialmente de los presos, por ejemplo, clausurando “los infiernillos”, que eran unas celdas bajo tierra. Además, dispuso que las mujeres pudieran comer dos veces al día y que esa comida fuera pagada por el estado.

Sátira periodística chilena de San Martin, dibujado como un tigre criollo destripador




Fray Luis Beltrán, compañero franciscano de san Martín, tuvo un episodio delirante, según Loudet, en el cual tuvo varios intentos de suicidio, Loudet analizo su complexión física.

Continuó el equipamiento del Ejército de los Andes, esta vez para la Campaña del Perú, en sus talleres en Valparaíso (en la costa del Pacífico). En 1821 instaló una nueva maestranza en Lima (Perú), y proveyó de armas a varias expediciones marítimas y terrestres. Cuando los españoles recuperaron el puerto de El Callao, Beltrán trasladó sus talleres a Trujillo (Perú). Permaneció en su puesto hasta 1824, cuando fue reemplazado por los oficiales de Simón Bolívar. A órdenes deAntonio José de Sucre participó de la victoria definitiva de la causa americana, la batalla de Ayacucho.
En una ocasión, en 1825, le hizo ciertas observaciones a Simón Bolívar acerca de los pertrechos y este reaccionó desaprobándolo con altanería en público. Debido a este desaire, Luis Beltrán intentó suicidarse asfixiándose, y aunque lograron salvarlo perdió la razón y estuvo enajenado por varios meses.3 Restablecido, viajó a Buenos Aires donde se incorporó a la maestranza del ejército que marchó a la Guerra del Brasil, pero pronto debió regresar a la ciudad, donde falleció el 8 de diciembre de 1827. A pesar de que llevaba once años de haber dejado de ser religioso, fue sepultado como franciscano, con el hábito de su orden.



San Martín con fray Luis Beltrán
Conocidos médicos al lado de san Martín fueron Jardon y Paroisien.
Los bethlemitas  siguen a san Martin, porque es estoico, se dice que tenía libro de Epicteto bajo la almohada,  y los pocos bethlemitas quedarían dispersos luego del asesinado de su prior.
 Cinco religiosos bethlemitas se integraron al cuerpo de sanidad como médicos de este ejército, cumpliendo la doble misión espiritual y humana en grado honroso. El benemérito fray Antonio de San Alberto - dice el general Espejo- continuó sus servicios como cirujano y aún se embarcó en Valparaíso, en agosto de 1820, con el Ejército Libertador del Perú, bajo las órdenes del general San Martín. En el año 1823, en que entró en Lima el libertador Simón Bolívar, le nombró su médico de cámara y le expidió el despacho de teniente coronel del ejército. A su lado asistió al resto de la campaña. Para las celebraciones religiosas del Ejército de los Andes en campaña, el general San Martín había ordenado la preparación de cuatro capillas portátiles, con los respectivos ornamentos y objetos litúrgicos. “Los capellanes, que hasta el presente han servido sin sueldo ni gratificación alguna -le decía Güiraldes a San Martín-son acreedores a que V.E. los incorpore ya en las revistas y estados generales con arreglo a ordenanzas, donde perciban sus sueldos, dignándose mandarles algún socorro para que se preparen a la marcha como miembros del ejército.” En efecto, aquellos capellanes, henchidos de amor a la patria y decididos por la emancipación americana, partieron con la tropa para cumplir la campaña de los Andes. Las arduas jornadas cordilleranas supieron de su abnegada misión al compartir plenamente las vicisitudes del soldado. En realidad, todo ello era el testimonio del afecto y lealtad que brindaron los capellanes castrenses al Gran Capitán.
Quedan registros en el hospital bethlemítico de la Residencia sobre dos granaderos, uno de ellos puntano




Juan Bautista Baigorria, también conocido como el Granadero Baigorria, (n. El Chorrillo, San Luis ¿? 1764 - Bañado de Pajas, Córdoba ¿? 1860) fue un soldado que participó en el Combate de San Lorenzo, en Santa Fe, evitando que un realista atravesara con su bayoneta al coronel José de San Martín.2
Dice el Suboficial Mayor Pedro Pablo Hass, en su libro CABRAL, Sargento Epónimo, que los recibió el Oficial JUSTO GERMÁN BERMUDEZ, quien luego y con el grado de Capitán comandaría la carga de la segunda columna de ataque en el Bautismo de fuego del Regimiento. En el mismo trabajo aparecen en la lista de soldados internados en el Hospital de la Residencia, administrado por los hermanos de la Orden de Belén o de los Bethlemitas tanto Cabral como Baigorria entre octubre y diciembre dado que se conoce la suma a pagar por dicha internación, se especula que ambos con problemas gastrointestinales posiblemente por el agua poco potable de la Ciudad. El mártir de San Lorenzo, que pertenecía a la primera compañía del primer escuadrón ingresa al nosocomio hacia finales de diciembre por unos pocos días, pero Baigorria internado desde el 17 de setiembre, o sea tres días después de ser incorporado,lo hace hasta el 10 de noviembre, totalizando 54 días de internación que fueron pasados al cobro en la misma factura que incluye a Cabral. Es de suponer que la dolencia del puntano haya sido de mayor importancia que la del correntino. En la relación de gastos del tercer tercio de 1812 el Regimiento tuvo la cantidad de 287 hospitalizaciones-día, con un costo de 4 reales diarios cada una, lo que hace un total de 1043 pesos con cuatro reales por dicho período que debió solventar el erario. Lo cierto es que a principios de enero ambos Granaderos estaban listos para cumplir el servicio de armas y así lo hicieron
San Martin tenía un botiquín homeopático, rodeado de bethlemitas (que llevaban encima el corpus medicinal heredado de los jesuitas), es imposible no asociar este botiquín con el conocimiento de yerbas autóctonas desarrollado por las órdenes religiosas franciscana y jesuita. Con él trato sus enfermedades hasta su muerte.
San Martín supo de la efectividad de la Homeopatía gracias a un botiquín de 60 medicamentos. Dicho botiquín, que lo acompañó en sus expediciones libertadoras y que fuera utilizado consigo mismo y con los soldados de su tropa, se encuentra actualmente en el Museo Histórico Sanmartiniano de la ciudad de Mendoza
En el museo Gral. San Martín de la ciudad de Mendoza, se conserva un botiquín homeopático. Se trata de un pequeño botiquín transportable donde se encuentran sesenta frascos con medicación homeopática. Entre ellos, glóbulos homeopáticos de belladona, bromiun, ipeca, nux vómica y pulsatila.
En el Museo del General Bartolomé Mitre de la ciudad de Buenos Aires también hay un botiquín homeopático que perteneció a Bartolomé Mitre.



San Martín, como veremos más adelante, sufrió de úlcera gastroduodenal. Esta es una afección con un fuerte componente psicosomático, lo que nos lleva a pensar que San Martín era un paciente en el que los aspectos emocionales repercutían e n los físicos.
La descripción de la intensa sintomatología reumática deja claramente establecido que presentaba alguna enfermedad reumática por momentos incapacitante. Un fuerte ataque de síntomas reumáticos u osteoarticulares lo padeció el 12 de Febrero de 1817 día en que se libró la batalla de Chacabuco. Allí, el paciente tenía serias dificultades para mantenerse a caballo debido a los dolores osteoarticulares. El General ganó la batalla, lo que le permitió afirmar: "en veinticuatro días hemos hecho la campaña, pasamos las cordilleras más elevadas del globo, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile". Sin duda, y en virtud de la información disponible los dolores fueron intensos, pero no podemos saber con certeza es la enfermedad que los produjo, es decir, para ser precisos, que enfermedad reumática fue la causante. Cabe aclarar que es numerosa la lista de enfermedades reumáticas. San Martín utilizó los baños termales de Cauquenes, al sur de Chile para encontrar transitorio alivio a sus dolencias osteoarticulares y otro tanto sucede con los ataques de gota. El general Tomás Guido escribe sobre San Martin: "... a más de la molestia casi crónica que diariamente lo mortificaba, sufría de vez en cuando de agudísimos ataques de gota, que entorpeciéndole la articulación de la mano derecha, lo imposibilitaba para el uso de la pluma."
La gota es una de las tantas enfermedades incluidas dentro de las afecciones reumáticas. En ella el paciente tiene en sangre una concentración alta de ácido úrico y éste se deposita en articulaciones, los riñones y en otros órganos. El ataque agudo de gota es típico: se produce una intensa inflamación en el dedo gordo del pie (articulación metatarsofalángica) que, además de doler intensamente, va acompañado de hinchazón o inflamación y de hecho impide caminar al paciente (eventualmente puede afectar también otras articulaciones, como los tobillos o rodillas). Los síntomas en la mano derecha mencionada por Tomás Guido no son comunes en la gota, por lo tanto debemos poner en duda que la descripción hubiera correspondido a un episodio agudo o "ataque de gota". Lo que no cabe duda es que la sintomatología de "tipo reumático" era intensa, ya que le impedía escribir y lo obligaba al paciente a tomar láudano por indicación médica para paliar los intensos dolores. Meses después de la batalla de Chacabuco el mismo Guido escribe: "el estado del Gral. San Martín es de sumo grave y desespero de su vida".
el general Mitre afirmó que San Martín "abusaba del opio", aseveración a la que suscribieron el general Guido y el biógrafo chileno Benjamín Vicuña Mackenna -quienes agregaron que el Dr. Juan Isidro Zapata sobremedicaba a San Martín con dicha droga-, y también está documentado que el médico estadounidense Guillermo Colsberry le indicó opio para aliviar sus dolores.
El opio es una droga analgésica muy potente que se obtiene en forma natural de las cabezas o cápsulas de una planta denominada adormidera o papaver somniferum. El opio contiene varias sustancias psicoactivas entre las cuales se destaca la morfina. En medicina indicamos morfina a los pacientes con dolores intensos de origen oncológico o de otras enfermedades dolorosas crónicas. La morfina es una droga psicoactiva, como la heroína, que de hecho deriva de aquella y que, por lo tanto, produce adicción.
La forma en que los médicos de la época administraban la morfina era con el llamado Laudano de Sydenham. Éste fue un famoso médico inglés (1624-1689) que preparó una mezcla de opio, azafrán, canela de Ceilan, clavos de especias y vino de Málaga. El preparado que se administraba por vía oral, se indicaba para el tratamiento de los dolores intensos, del asma y de la diarrea.
También es de suponer que teniendo disponible el opio, se automedicó. Más arriba se citó que San Martín tomó baños termales en el sur de Chile, ejemplo de que debió haber recurrido a cuanto procedimiento terapéutico estuvo a su alcance, habida cuenta de su sintomatología. Como hemos señalado anteriormente, el opio, bajo la forma de Laudano de Sydenham produce constipación de ahí que se lo usara ante episodios de diarrea intensa para prevenir la deshidratación y la pérdida de sales. Sabemos por las cartas que San Martín enviaba a Manuel Belgrano que ambos padecían de hemorroides, una patología muy molesta. ¡Imaginemos esta dolencia en un militar que combatía a caballo!. Seguramente la utilización del opio reagudizó la sintomatología hemorroidal en varias oportunidades dado que la constipación aumenta esos síntomas.
¿San Martín era adicto al opio?  Si bien es cierto que el paciente recibió opio en la forma farmacéutica de Laudano de Sydenham por indicación médica, también podemos asumir como posible que en ocasiones se automedicó porque los dolores seguramente lo obligaron. Sin embargo, luego de que repasemos los síntomas mentales de una adicción, notaremos que ellos son incompatibles con los antecedentes ocupacionales y laborales del paciente. Militar en actividad, organizó el ejército de los Andes y fue artífice de la independencia de Argentina, Chile y Perú. La capacidad de trabajo, la disciplina, la convicción, la capacidad de decisión, el sentido del deber y el liderazgo demostrado son incompatibles con la adicción a una droga. Si bien por períodos pudo extralimitarse en el uso del opio en forma de láudano de Sydenham, no hay evidencia clínica como para pensar que el paciente era adicto al opio.

Por este lado, es oportuno recordar a Sarmiento, formado por su tío dominico, conoce de frenología de Gall, particularmente es interesante la descripción de hace de Facundo Quiroga, su adhesión al ejército de los Andes, y su prisión en san Luis.

“También a él le llamaron tigre de los Llanos, y no le sentaba mal esta denominación a fe. La frenología y la anatomía comparada han demostrado, en efecto, las relaciones que existen en las formas exteriores y las disposiciones morales, entre la fisonomía del hombre y de algunos animales a quienes se asemeja en su carácter. Facundo, porque así lo llamaron largo tiempo los pueblos del interior; el general D. Facundo Quiroga, el Exmo. Brigadier general D. Juan Facundo Quiroga, todo eso vino después, cuando la sociedad lo recibió en su seno y la victoria lo hubo coronado de laureles: Facundo, pues, era de estatura baja y fornida; sus anchas espaldas sostenían sobre un cuello corto una cabeza bien formada, cubierta de pelo espesísimo, negro y ensortijado. Su cara un poco ovalada estaba hundida en medio de un bosque de pelo, a que correspondía una barba igualmente crespa y negra, que subía hasta los juanetes, bastante pronunciados para descubrir una voluntad firme y tenaz. Sus ojos negros, llenos de fuego y sombreados por pobladas cejas, causaban una sensación involuntaria de terror en aquellos sobre quienes alguna vez llegaban a fijarse; porque Facundo no miraba nunca de frente, y por hábito, por arte, por deseo de hacerse siempre temible, tenía de ordinario la cabeza inclinada, y miraba por entre las cejas, como el Alí-Bajá de Monvoisin. El Caín que representaba la famosa Compañía Ravel me despierta la imagen de Quiroga, quitando las posiciones artísticas de la estatuaria, que no le convienen. Por lo demás, su fisonomía era regular, y el pálido moreno de su tez sentaba bien a las sombras espesas en que quedaba encerrada. 
La estructura de su cabeza revelaba, sin embargo, bajo esta cubierta selvática, la organización privilegiada de los hombres nacidos para mandar. Quiroga poseía esas cualidades naturales que hicieron del estudiante de Brienne el Genio de la Francia, y del mameluco oscuro que se batía con los franceses en las Pirámides, el virrey de Egipto. La sociedad en que nacen da a estos caracteres la manera especial de manifestarse: sublimes, clásicos, por decirlo así, van al frente de la humanidad civilizada en unas partes; terribles, sanguinarios y malvados, son en otras su mancha, su oprobio. (…)
Facundo reaparece después en Buenos Aires, donde en 1810 es enrolado como recluta en un regimiento de Arribeños que mandaba el general Ocampo, su compatriota, después Presidente de Charcas. La carrera gloriosa de las armas se abría para él con los primeros rayos del sol de Mayo; y no hay duda que con el temple de alma de que estaba dotado, con sus instintos de destrucción y carnicería, Facundo, moralizado por la disciplina y ennoblecido por la sublimidad del objeto de la lucha, habría vuelto un día del Perú, Chile o Bolivia, uno de los generales de la República Argentina, como tantos otros valientes gauchos que principiaron su carrera desde el humilde puesto del soldado. Pero el alma rebelde de Quiroga no podía sufrir el yugo de la disciplina, el orden del cuartel, ni la demora de los ascensos. Se sentía llamado a mandar, a surgir de un golpe, a crearse él solo, a despecho de la sociedad civilizada y en hostilidad con ella, una carrera a su modo, asociando el valor y el crimen, el gobierno y la desorganización. Más tarde fue reclutado para el ejército de los Andes, y enrolado en los Granaderos a Caballo: un teniente García lo tomó de asistente, y bien pronto la deserción dejó un vacío en aquellas gloriosas filas. Después, Quiroga, como Rosas, como todas estas víboras que han medrado a la sombra de los laureles de la Patria, se ha hecho notar por su odio a los militares de la Independencia, en los que uno y otro han hecho una horrible matanza. (…)
Facundo, desertando de Buenos Aires, se encamina a las provincias con tres compañeros. Una partida le da alcance; hace frente, libra una verdadera batalla, que permanece indecisa por algún tiempo, hasta que dando muerte a cuatro o cinco, puede continuar su camino, abriéndose paso todavía a puñaladas por entre otras partidas que hasta San Luis le salen al paso. Más tarde debía recorrer este mismo camino con un puñado de hombres, disolver ejércitos en lugar de partidas, e ir hasta la ciudadela famosa de Tucumán a borrar los últimos restos de la república y del orden civil. (…)
 Facundo parte a asociarse a aquellos filibusteros de la Pampa, y acaso la conciencia que deja de su carácter e instintos, y de la importancia del esfuerzo que va a dar a aquellos destructores, alarma a sus compatriotas, que instruyen a las autoridades de San Luis por donde debía pasar, del designio infernal que lo guía. Dupuy, gobernador entonces (1818), lo hace aprehender, y por algún tiempo permanece confundido entre los criminales que la cárcel encierra. Esta cárcel de San Luis, empero, debía ser el primer escalón que había de conducirlo a la altura a que más tarde llegó. San Martín había hecho conducir a San Luis un gran número de oficiales españoles de todas las graduaciones de los que habían sido tomados prisioneros en Chile. Sea hostigados por las humillaciones y sufrimientos, sea que previesen la posibilidad de reunirse de nuevo a los ejércitos españoles, el depósito de prisioneros se sublevó un día, y abrió las puertas de los calabozos de reos ordinarios, a fin de que les prestasen ayuda para la común evasión. Facundo era uno de estos reos, y no bien se vio desembarazado de las prisiones, cuando enarbolando el macho de los grillos, abre el cráneo al español mismo que se los ha quitado, y yendo por entre el grupo de los amotinados, deja una ancha calle sembrada de cadáveres en el espacio que ha querido correr. Dícese que el arma de que hizo uso fue una bayoneta y que los muertos no pasaron de tres. Quiroga, empero, hablaba siempre del macho de los grillos, y de catorce muertos. Acaso es esta suma una de esas idealizaciones con que la imaginación poética del pueblo embellece los tipos de la fuerza brutal que tanto admira; acaso la historia de los grillos es una traducción argentina de la quijada de Sansón, el Hércules hebreo. Pero Facundo la aceptaba como un timbre de gloria, según su bello ideal, y machode grillos, o bayoneta, él asociándose a otros soldados y presos a quienes su ejemplo alentó, logró sofocar el alzamiento y reconciliarse por este acto de valor con la sociedad, y ponerse bajo la protección de la Patria, consiguiendo que su nombre volase por todas partes ennoblecido y lavado, aunque con sangre, de las manchas que lo afeaban. Facundo cubierto de gloria, mereciendo bien de la Patria, y con una credencial que acredita su comportación, vuelve a la Rioja, y ostenta en los Llanos, entre los gauchos, los nuevos títulos que justifican el terror que ya empieza a inspirar su nombre; porque hay algo de imponente, algo que subyuga y domina en el premiado asesino de catorce hombres a la vez.” (14)


particularmente este recuerdo de infancia de sarmiento es atractivo desde la psicología – psicopatología.

“pasaba las veladas de invierno a puerta cerrada, toda la familia en torno del brasero árabe, y sobre su estrado se tendía mi cama.  Cuando se apagaba la luz, principiaba mi martirio.  Un momento después y cuando empezaba a adormecerme, salían de todos los rincones bultos sin forma, de vara y media de alto, como los postes y los palítroques de los juegos de bolos.  Eran seres animados, pero sin fisonomías discernibles, y empezaba una danza, un dar vueltas en el interior de la pieza.  No me hacían mal ninguno, ni venían hacia mi cama.  Yo estaba en lo oscuro, mirándolos aterrado, sin atreverme a gritar de miedo que se irrtasen y me hiciesen mal, me comiesen, ¿quién sabe?.  Y esto ha durado años.  Al fin estaba habituado, a éstas y otras escenas; eran como mis amigos, mis conocidos.  La luz del día y el sueño reparador traían la alegría y el olvido de los pasados terrores.  Alguna vez conté a mi madre y hermanas estas extrañas visiones.  ¿Quién hace caso de tonteras de un niño?.  Así viví tranquilo con seres fantásticos.” (15)


Algunas conclusiones

Cuyo no es ajeno a la historia de sus vecinos,  paso por los procesos del derecho de indias, inquisición, protomedicato, y en relación a hospital, a las órdenes de san  juan de dios, la orden bethlemita, y mas cerca en la historia, el asilo del buen pastor.
La provincia mas afectada, en todo caso, por la inquisición, seria Mendoza, tanto como en el derecho de indias, la inquisición, los dominicos a produjeron a sarmiento, o sea, mayor influencia del tomismo
El curanderismo, por más que fue combatido, resistió, hay mucho registro de curandera mujer.
El asilo del buen pastor, seria quizás el capítulo mas contemporáneo de todo esto.


Citas bibliográficas

(1) Medina, José Toribio. Historia del tribunal de la Inquisición de Lima : 1569-1820. Tomo II /. Capítulo XXII (pagina 241)
(2)Tobares, J. L. (1994) Médicos y Boticarios Puntanos de antaño. ICCED. San Luis. P. 15-16.
(3) Archivo Histórico de San Luis  Carpeta 7. Doc. 84. San Luis 17/09/1750. (Invest. De Estudiante de Enfermería Luna Carolina. UNSL. 2004)http://biblioteca.sanluis.gov.ar/Publicaciones/medicos%20y%20boticarios%20puntanos%20de%20anta%C3%B1o.pdf
 (4) Archivo Histórico De San Luis  Carpeta 7. Doc. 84. San Luis 17/09/1750. (Invest. De Estudiante de Enfermería Luna Carolina. UNSL. 2004)
(5) Archivo Historico De San Luis  Carpeta 10. Doc. 1536. Mendoza 28/01/1806. (Invest. De Estudiante de Enfermería González Claudia. UNSL. 2004)
(6) Archivo Histórico De San Luis Doc. 6785 del 15/05/1837. (Investigación de la Estud. de Enf. Quiroga Norma B. UNSL 2004).
(7)Archivo Histórico Provincial CarpetaN°103 Doc. 9655 San Luis 13/09/1845  (Invest. Por la Estudiante de Enfermería Soler Soledad. UNSL 2003)
(8)Presidencia De La Nación Segundo Censo Nacional de Población de 1895.Ed. Penitencieria Nacional. Buenos Aires 1898. Pág. 329.  (Material recolectado por Estudiante de Enfermería Peralta Silgvina G.. UNSL2004)
(9)Archivo Histórico Provincial. Carpeta N° 54, doc. 5191, San Luis 08.02.1854. Carpeta N° 55. Doc. 5376. San Luis 27.06.1834.(Invest. por estudiante de Enfermería Fernández Fernanda S. y Lucero Mónica B. UNSL 2003)
(10) Archivo Histórico Provincial CarpetaN°103 Doc. 9655 San Luis 13/09/1845 ( Invest. Por la Estudiante de Enfermería Soler Soledad. UNSL 2003)
(11) Carreras de Migliozzi M. T (2002) Paula Domínguez de Bazán, su vida y su obra. Publicaciones Biblioteca de San Luis.http://biblioteca.sanluis.gov.ar/%5CPublicaciones%5CPAULA%20DOMINGUEZ%20DE%20BAZAN.pdf
(12) Carreras De Migliozzi, M. T. (2002) Paula Dominguez de Bazán, su vida y su obra. Ed. Artesanal. Bs. As.  Investigación de la Est. de Enfermería Daniela Magallanes. UNSL. 2003)
(13) Archivo Histórico de San Luis. Diario Oasis 28/09/1888.
(14) Sarmiento, Domingo F .Facundo, civilización y barbarie. Bureau editor. Buenos aires. (1845). 2000. Pag 61-64
(15) Sarmiento, Domingo F.  Recuerdos de provincia. Primera edición, Imprenta de Julio Belín y compañía, Santiago. 1850.

Referencias bibliográficas:
Gez, J. W. (1916) Historia de San Luis. Ed. Marzo Reimpresión 1996. Pp. 210-212.http://biblioteca.sanluis.gov.ar/Publicaciones/Historia_de_la_Provincia_de_San_Luis_W_1_._Gez.pdf

Hass, Pedro Pablo. Cabral, sargento epónimo. Biblioteca del Suboficial, Ejército Argentino 1997, luego reeditado por EDIVERN con el nombre CABRAL SOLDADO HEROICO, en 2004
Loudet, Osvaldo. Fray Luis Beltrán, estudio sobre su intento de suicidio. Neuropsiquiatri. 1976, n 1, p 65-69

Medina, José Toribio. Historia del tribunal de la Inquisición de Lima : 1569-1820. Tomo II /. Capítulo XXII (pagina 241)


Samiento, Domingo F .Facundo, civilización y barbarie. Bureau editor. Buenos aires. (1845). 2000

Sarmiento, Domingo F.  Recuerdos de provincia. Primera edición, Imprenta de Julio Belín y compañía, Santiago. 1850.



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