Resumen
El presente trabajo
tiene por primer objetivo hablar sobre relación de Vieytes y manicomio, como segundo objetivo es hablar sobre
algunos
datos biográficos,
como tercer objetivo es hablar sobre su seminario y sus colaboradores, como cuarto objetivo es
hablar sobre la fisiocracia,
como quinto objetivo es hablar sobre la educación de las mujeres.
Fisiocracia
Jabón Carlotismo Manicomio
The present work has as its first objective talk about
the relationship between Vieytes and the asylum, as a second objective is to
talk about some biographical data, as a third objective is to talk about his
seminar and his collaborators, as a fourth objective is to talk about the
physiocracy, as a fifth objective is to talk about women's education.
Physiocracy
Soap Carlotism Madhouse
A Vieytes, asocian su nombre con su jabonería o con un manicomio
del barrio de Barracas, sobre la calle Vieytes, hoy Ramón Carrillo
375. La calle del manicomio se llamó
Vieytes, quizás porque la jaboneria estaba en la calle que iba en dirección a
la Convalescencia Betlemita, en los márgenes, para que no se sintieran olores
contaminantes. O quizás el manicomio se llamó Vieytes, por sus delirios febriles
melancólicos paranoicos hacia el final de su vida, es quizás estas dos
interpretaciones las más probables. Su monumento se encuentra en la zona de manicomios, Av. Vieytes y
Suárez, junto a Vieytes se encuentra una escultura de mujer, que representa a
la inspiración alada, obra del escultor José
Llaneces, con su Seminario esculpido en la mano. Hay una Asociación Colombófila Vieytes, amigos de palomas,
quizás por estar representado siempre con casco de Mercurio alado y con mujer
alada.
Autodidacta enciclopedista, se interesa en química, economía, con
orientación de producción agrícola.
Se casó con Josefa Torres y adoptó dos hijos: Carlota Joaquina y José
Benjamín.
Fue periodista y fundador del segundo periódico publicado en Buenos Aires, el
"Semanario de Agricultura, Industria y Comercio", publicado por la
imprenta de la Casa de Niños Expósitos.
Participó
en las Invasiones Inglesas de los años 1806 y 1807, logra el grado
militar de capitán.
Forma
parte de las tertulias, la jabonería de Vieytes, perteneciente también a Rodríguez Peña, debatían ideas de la
revolución, en la esquina de las calles Tacuarí y Venezuela, otras fuentes la
ubican en la calle México 1050 al 1068.
Formó
parte del Carlotismo, partido político
que pretendía coronar a Carlota Joaquina de Borbón como regente, en
nombre del rey Fernando
VII, en el Virreinato del Río de la Plata. El
proyecto fracasó, pero debe haber creído mucho en él, porque su única hija se
llamó Carlota Joaquina.
Fue masón en la Logia Independencia, sus objetivos, ocupar los
principales cargos en la Primera Junta, la logia propiciará
la formación de la Logia Lautaro. Colaborador de Belgrano en el “Correo del
comercio”. En 1810 apoyó la Revolución de Mayo.
Delegado Militar de la Primera Junta del Ejército del Norte, sofocó una
rebelión contra el gobierno, que culminó con el fusilamiento de Santiago de
Liniers en Córdoba, desobedecido la orden de la Primera Junta, propuso envenenar a
Liniers, no fusilarlo, orden que cumplió Castelli.
Reemplaza
Moreno a Vieytes, en su viaje diplomático. Vieytes se suma a la Junta Grande,
ocupa la Secretaria de Gobierno y Guerra. Sufrió persecuciones de los saavedristas.
Con
la Asamblea General del año 1813, fue secretario. Se
desempeñó como capitán del Regimiento Patricios, reglamenta el funcionamiento de
Buenos Aires.
Vieytes, buscando el sitio geográfico ideal para el combate contra
posibles flotas invasoras, sugirió el paraje de la Vuelta de Obligado,
anotándolo en su bitácora.
Con
la caída de Carlos de Alvear, acusado de sedición, con proceso agraviante,
engrillado a su cama, con sentencia. Al vecino San Fernando llega exiliado y
enfermo, deprimido por encarcelamiento y vejaciones, yace moribundo, en
medio de los temblores de la fiebre. La esposa vela su delirio febril, coloca
paños fríos en su cabeza, recibe sacramentos, murió el 5 de octubre
de 1815, tenía 53 años, es sepultado en la parroquia de San Fernando, ésta fue
demolida, no fue posible dar con los restos del prócer, la jabonería fue
demolida. Su esposa, Josefa Torres, lo sobrevivió con penurias hasta el año
1827.
José
Benjamín estudió en la Universidad de Buenos Aires, doctor en medicina
en el año 1827; muere a los 40 años de edad en San Miguel de Tucumán, el 25 de febrero de
1839.
Carlota
Joaquina Rios nació en 1795. Se casó con el Coronel Carlos Forest en 1821, que
era Coronel del Batallón No
6 del Ejército del Norte de San Martín. Tuvo un hijo: Rafael Forest Vieytes, 1821 – 1886,
64 años, eligió la carrera de militar, se incorporó al ejército de Juan
Lavalle, al de Lamadrid, al de Urquiza, al de Alsina contra indígenas, al de
Roca en conquista del Desierto, al de Tejedor contra Avellaneda. Participo en
dos matanzas: se salvó de la matanza de oficiales que hicieron sus soldados
para regresar a las fuerzas de Juan Manuel de Rosas, y de la matanza del general
Costa y sus oficiales, murió en septiembre de 1886. Su hijo fue coronel
chileno.
Ramos Mejía, en Las neurosis de los hombres célebres en la Argentina,
incluye entre los neuróticos a Hipólito Vieytes.
Viene en par con el enciclopedismo. Vieytes se interesó por los cultivos
por región, fisiocracia. El desarrollo de la agricultura, aprovechamiento de
recursos de la tierra son la base de riqueza, ideario fisiócrata, igual que
Belgrano. Era
conocedor del interior de estas tierras, de sus producciones. Por cada
provincia dice cuáles son sus plantaciones adecuadas, su ganado, si se puede
producir jabón, y el temperamento de pobladores.
Jujuy
Por
las lanas de la Puna, los tintes de añil y de grana, telares de algodón;
propone establecer fábrica de géneros;
seria necesario
pensar en establecer alguna fabrica de generos groseros, (….) cuyas
proporciones ventajosas le ministran las lanas de la Puna, y los tintes como el
añil, cuya planta se produce en abundancia en su frontera.(…). El Algodón no es
inferior en calidad al que se cosecha en las costas del mar del Sur. (Vieytes,
2003, tomo III, p 23)
Sobre su temperamento y sus plantas,
habla de las bondades de las tierras para el cultivo de caña de azúcar, su
temperamento;
“posee
ademas los mas fértiles terrenos de la frontera del Chaco que tiene a corta
distancia; temperamento a propósito para crecidos plantios de caña de azúcar”
(Vieytes, 2003, tomo III, p 22-3)
“hay
de estos algunos que ciertos individuos industriosos han fomentado, pero que
retarda su acrecentamento la escasez de brazos, y por consiguiente lo subido de
los jornales y lo caro y costoso de sus alimentos” (Vieytes, tomo III, 22-23).
Salta
Sobre sus plantas,
enfatiza el cebil:
“y
las chacras, se han hecho excelentes curtidos a que ayuda el clima, la buena
cal, y abundancia de sevil “(Vieytes, 2003, tomo III, p 46).
Sobre sus animales, señala la producción de charquis:
“la
proporcion de amoldar grandes fondos o pailas, en atención a no estar distante
Atacama, que por ser escasa de carnes, pudieran proveer los Salteños de cecina
y charques, conduciendo de retorno los dichos utensilios,” (Vieytes, tomo III,
p46).
Sobre el jabón en esta provincia:
El consumo del xabon que hace la provincia de Potosí, es difícil de reducir a cuenta, y
grande la estimación que tiene por estos parajes el fabricado en los fuertes de
la frontera de dicha ciudad: la abundancia de piedra caliza (Vieytes, 2003,
tomo III, p 46).
Temperamento y siembra, contra ignorancia de sembradores, interesados en
durazno, higuera y naranjo:
no hay un labrador
que conozca el terreno en que siembra, ni una mano solicita que plante un arbol
siendo adequado el terreno y temple de la atmosfera para varias clases de
frutales: solo el durazno, la higuera y el naranjo ocupan la atención del
ciudadano y del chacarero (Vieytes, 2003, tomo III, p 27).
Tucumán
Sobre
sus plantas, reseña tejidos, tinturas y cultivo de varios vegetales:
Poco a poco se pueden
ir aumentando otras algunas manufacturas en esta Provincia la mas bella y
abundante de la gobernación superior; la siembra del algodón; la del lino, y
sin elaboración, y texido, la fabricación del añil, que ignoran, y de que
tienen tanta abundancia; el conocimiento de la Gualda, de la Rubia, y de otras
especies colorantes de que estan cubiertos sus campos; el recojo económico de
la Grana, y el comercio de exportación del palo Sucedáneo del Campeche, de la
Tara, Morera, y otros a propósito para la tintura; las cosechas del arroz, del
trigo, agi y garbanzos, deben igualmente adelantarse; (Vieytes, 2003, tomo
III, p 78).
Sobre
su temperamento, sus habitantes son ricos pero en miseria:
... no hay necesidad
de haber vivido por mucho tiempo en un angulo de la Groenlandia para conocer al
primer golpe de vista la notable diferencia que hay de aquel escarchado y
melancólico suelo, al templado y delicioso en que habita el Tucumano: feliz no
se si diga, porque conoce los bienes sobre que le dio dominio la providencia
generosa, o porque no apetece los que ignora, y de que solo tiene una idea
confusa; (Vieytes, 2003, tomo III, p 52).
la manía
agradablemente vana de oirse titular dueños de inmensos terrenos, y mas que no
posean un grano de trigo; por lo que solo el derecho de propiedad es toda la
suma de entradas que aparece en un pliego de papel que acredita la compra, y
fixa los linderos; es sin duda la causa de la desidia del campesino (Vieytes,
tomo III, p 59-62).
Santiago
del Estero
Sobre
sus plantas, contrapuso la riqueza de Tucumán con la pobreza de
Santiago del Estero, habla de la mujer:
la agricultura que es
el verdadero manantial de la abundancia doméstica, se reduce unicamente a un
exercicio pasivo, toda la ocupación del campesino consiste en el acopio de
algarroba de que hacen su diario alimento fiando a la mano de la muger el tosco
texido de lana con que cubren escasamente sus carnes. Si las suertes de tierra
inmediatas a la población reconocieran propietarios laboriosos se ocuparía el
brazo del peon, de la muger y del hijo; (Vieytes, tomo III, 169-170)
sobre
su temperamento:
“este
cortisimo vecindario que en otro tiempo fue cabeza de la basta Provincia del
Tucumán, dexe de ser en el término de pocos años; aquí se desconocen
enteramente las artes” (vieytes, tomo III, p 169-170)
Córdoba
Sobre
sus vegetales, habla del cebil:
Yo creo que, sobre no
ser imposible el propagar el Sebil en alguno de los muchos parages abrigados y
de terreno aproposito, que seguramente tiene la provincia, seria muy facil el
sacar el extracto de ella de los abundantes montes que se crian en Mancopa de
la jurisdicción de S. Miguel del Tucuman y conducirla en polvo (Vieytes, 2003,
tomo III, p 230).
Sobre
sus animales, habla del guanaco y de ovejas:
En las alturas de la
Sierra se crian tropas inmensas de Guanacos y siendo tan suave y hermosa la
lana de estos quadrupedos, (…) que agregado al que podria hacerse de las
excelentes y finas lanas de oveja que posee creceria indeciblemente la opulencia
de sus entradas, y la comodidad general
de sus vecinos; (Vieytes, 2003, tomo III, 230-231).
Enumeró
sus productos:
“llama
casi generalmente su atención es el comercio de la Sierra: en ella se fabrican
ponchos, frazadas, pellones, xergas y otros muchos texidos apreciables y de un
copioso consumo” (Vieytes, 2003, tomo III, 220).
Sobre
su jabón:
Seria de desear
tambien que las fabricas de xabon en Cordoba se conduxesen de otro modo en las
remesas de él para la capital, pues por la mala eleccion de subdividirlo en
panes pequeños retrae al exportador de comprarlo, (…), pues por la excelente
calidad de las cenizas de la cal es buscado con preferencia al que se labra en
esta Capital; (Vieytes, 2003, tomo III, p 245-246).
Sobre
su temperamento, reconoce su tradición, cultura y producción se complementan:
De las Ciudades del
Vireynato del Rio de la Plata, apenas habrá alguna que no deba a Córdoba su
lustre, suavidad de costumbres y sosiego interior; tal es la virtud de la
literatura, que amanza los animos mas feroces, regula la razón, pule la
tosquedad natural y da nueva vida a la criatura (Vieytes, 2003, tomo III, p
214).
Sobre la ociosidad de criollos, ya
fue insinuada por franciscanos y jesuitas desde el siglo XVII.
Vieytes se hace pasar
por fraile, como especie de ficción fantasía, que ronda el delirio, para educar
mujeres, puesta en ficción, un párroco
ejemplar, instruía cómo sembrar, cosechar, qué ayuda debían prestar las mujeres, el
enunciador de las cartas, J. H. V., tiene características de la biografía de
Vieytes. Las mujeres pueden ilustrarse:
¿Será posible que se educa tan mal a esta
preciosa mitad de nuestra especie?”, [...] yo no digo que indistintamente se
dirija a todas las mujeres por el camino de la ilustración y del buen gusto,
porque el tiempo necesario para cultivar su razón lo necesitan las gentes
pobres para ocuparlo en la labor, y para enseñarlas a reconcentrarse del todo
en el cuidado y conocimiento de las cosas domésticas pero ¿por qué a las
mujeres de fortuna no se les había de enseñar alguna parte de la historia, de
la moral, de la filosofía, de la geografía y de la botánica? ¿Por qué a lo
menos no se les había de hacer aprender a hablar el idioma patrio con pureza y
precisión? (Vieytes, 1804, tomo 2, número 89, p 305)
Esperaba
de las mujeres de los labradores que trabajen:
si las mujeres y sus
pequeños hijos en lugar de no hacer uso alguno de sus manos las convirtiesen a
la rueca, al torno y al telar y surtiesen de este modo a la familia del grosero
vestuario que exige su profesión,(...) veríamos al labrador ya no abrumado por
la pesada carga de una familia que le usurpaba ociosamente el fruto de sus
sudores sino alegre y contento en medio de una mujer y de unos hijos que con su
industria le ayudaban a fijar en el fondo de sus tierras el valor de sus
desvelos y fatigas. (Vieytes, 1802, tomo 1, número 2, p 9 - 57)
Los telares darían trabajo a la mujer, alivio a su esposo:
nada parece más
conforme al actual estado de nuestra situación, que el introducir en el centro
de las campañas el uso de
los telares en
los que se
podrían fabricar casi a ningún
costo aquellas telas groseras que fueran capaz de producir
el primer ensayo de las manos de la mujer del labrador, con lo que podría
ocurrir éste a auxiliar sus primeras y más precisas necesidades en un renglón
que por los crecidos precios con
se importa de las fábricas
más remotas, le
absorbe todo el
producto de sus sudores y fatigas. (Vieytes, 3 de noviembre
de 1802, p 176)
Se observa repetición de escena traumática, de fusilamiento, en su
descendencia.
Se puede observar su fisiocracia, enciclopedismo y masoneria. Estudió
plantas con sus propiedades químicas, en relación a provincias, con su
temperamento, esto es la fisiocracia, esta tiene componente psicológico. Esto
es bien franciscano jesuítico, como atribuirle caracteres de ociosidad a la
población. Promueve la austeridad, y estima la producción de jabón como la más
alta.
Sobre las mujeres; el Carlotismo podría verse como principio de
feminismo colonial. En las mujeres de la familia de Vieytes puede verse un
principio de transvestismo. Promueve el trabajo de las mujeres, para aliviar
trabajo del hombre, que sean austeras, para evitar gastos inútiles.
Fray Castañeda, 10 años después, repetiría la ficción de Vieytes,
haciéndose pasar, no por fraile, sino como mujer, en su periódico, como sátira.
Coppa, Celia. (2009). República de mujeres. Buenos Aires. Editorial
Vinciguerra
Juárez, Francisco N.
(2001). Vieytes, el
desterrado. Buenos Aires. Editorial Sudamericana.
Lacan, J. (1932). De las
psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad, México, Siglo XXI.
Vieytes, Hipólito.
(1802). Seminario
de Agricultura, Industria y Comercio, Tomo 1, número 2, 8 de septiembre de 1802
Vieytes, Hipólito.
(1802). Seminario
de Agricultura, Industria y Comercio, Tomo 1, 3 de noviembre de
1802.
Vieytes, Hipólito.
(1804). Educación de las mujeres. Semanario de Agricultura, Industria y
Comercio, tomo 2, número 89, 30 de mayo de 1804.
Vieytes, Hipólito.
(2003). Semanario de Agricultura,
Industria y Comercio. Reimpresión facsimilar. Biblioteca testimonial del
bicentenario. 5 tomos. Buenos Aires. Editorial Docencia.
Furlong, Guillermo.
(1969). El Transplante Social. Buenos Aires. Tipográfica Editora Argentina.
Ramos Mejía, José María. (1936). Las neurosis de los hombres célebres en la Argentina.
Buenos Aires. Ediciones
Anaconda.
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