INTRODUCCION
El relevamiento de instituciones manicomiales de
principios del siglo XX, nos enfrenta a la reiteración de problemáticas y ejes
de análisis ya abordadas en investigaciones precedentes. La construcción de nuevos hospitales se constituyo en uno de los
recursos más acertados para enfrentar al mismo tiempo el control urbano de la
población, la beneficencia pública y la enfermedad. La acción médico asistencial fue uno de los medios más claros, a
través de los cuales, se podían solucionar los males de la sociedad la fiebre
amarilla, la tuberculosis y dentro de esos males, la locura. La necesidad de
darle un espacio propio a la enfermedad mental llevó a la creación de los
hospicios, en ese propósito confluyeron las estrategias médicas, el aparato
sanitario y de higiene pública (saneamiento urbano); la identificación de los
enfermos con las personas carenciadas; la medicina con la beneficencia pública,
la caridad y la filantropía; e incluso la fundamentación ideológica del quehacer
médico con los ideales civilizatorios del Estado.
Entre 1880 y 1930, la creación de los nuevos
establecimientos para enfermos mentales repetía la misma lógica con la que se
venían enfrentando las epidemias sociales, el modelo no fue terapéutico ni de
abordaje de la locura, sino que sus propósitos higienistas asimilaban la
enfermedad con las carencias de un grupo circunscripto de la población y su fin
primordial consistía en evitar la propagación de la enfermedad con los medios
que se tenía al alcance.
La institución de la que nos ocuparemos en el presente
trabajo sigue estos propósitos
ecuménicos. Su relevamiento ha sido posible a partir del rastreo de fuentes documentales exiguas junto a algunas
vagas referencias en diversas fuentes secundarias. En términos generales, la
creación del Asilo de Lomas repite, el
modelo de la época, a saber, traza una línea de ideas políticas, económicas y
culturales que fueron modificando las estrategias médico asistenciales. En el caso específico, de la creación de este
establecimiento, hallamos la confluencia de varios elementos de análisis: por
un lado, la incidencia de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal y
sus propósitos humanitarios; por otro, la ayuda brindada por la congregación de
las Hermanas del Huerto, recién llegadas al país; y por último la
reorganización del espacio urbano, que encuentra a la ciudad de Lomas de Zamora
en un proceso de expansión, que a través de la instalación del ferrocarril
genera un espacio adecuado para el traslado de las enfermas que se encontraban
en estado de hacinamiento, en el Hospital de Alienadas de Buenos Aires.
El Asilo de Lomas (1908)
El Asilo de Lomas (1908)
El historia del surgimiento del Asilo de Lomas se
remonta al mes de mayo de 1902, cuando la Sociedad de Beneficencia encargada de
la administración de los Hospitales Nacionales es informada que el Hospital
Nacional de Alienadas, que alojaba a 2056 enfermas, tenía 132 pacientes que
dormían en el suelo por falta de infraestructura, agravada por la demanda de
enfermas. El 31 de diciembre de 1902, una Comisión de Damas visita al señor
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto (quién dependía de la Sociedad) para
interiorizarlo de las necesidades y solicitar un presupuesto que permitiera remediarlas. En febrero del año siguiente las inspectoras
del Hospital Nacional de Alienadas manifestaron tener el encargo del médico
Director, Dr. Piñero de pedir la construcción de un nuevo pabellón, ya que el
número de enfermas que dormían en el suelo se elevaba a 182[i]. Ante esta situación se
propuso como solución la construcción urgente de un nuevo pabellón, qué si bien
no daría solución por lo menos aliviaría el problema. Habilitado en julio de
ese año el nuevo pabellón atemperó en algo la situación pero aún se observaba
hacinamiento en los patios.
En el mes de julio de 1903, se consigue por intermedio
del Doctor Norberto Costa una gran casa en Lomas de Zamora, conocida como la
“Quinta de Varela”. La propiedad pertenecía al Banco Hipotecario Nacional, en
liquidación, y el Directorio estuvo dispuesto a alquilarla a la Sociedad a un
precio muy módico: doscientos pesos mensuales. La Sociedad se compromete a
conservar los jardines de la quinta, a pagar los sueldos de los empleados y
cualquier refacción que hubiera que hacer para ocuparla. Esto sería una
solución pero demoraría unos años en concretarse[ii].
Es así que la Presidenta de la Sociedad, la Sra.
Beláustegui sugiere hacer una visita a la Quinta para analizar un posible
traslado para sacar a alguna de las enfermas del Hospital de Alienadas. De la
visita surge que la finca es apta pero sin la capacidad suficiente para Asilo
pues solo podría albergar 84 camas. Se haría necesario edificar pabellones y
otras dependencias. Se propone esperar a comienzos del año próximo para
encargar al Ingeniero Nyströmer los planos de lo que el creía que podría
edificarse allí. El Sr. Nystromer comunica que el lugar tiene aspectos muy
positivos como la extensión de 6 hectáreas, el edificio central que previa
remodelación podría utilizarse como la administración y el pabellón de
enfermas. Además la belleza de los jardines sería un factor importante en el
hábitat de las enfermas[iii].
trabajos en el jardín
En agosto se cuenta con el informe del Ingeniero
Nyströmer para la instalación en la Quinta de Varela de un Asilo de Alienadas
incurables (alienadas crónicas que requieran permanecer internadas por largos
períodos). Evaluando todos los aspectos se decide esperar hasta que el Dr. José
A. Ferry tome a su cargo la Cartera de Relaciones y Culto para solicitar
formalmente la “Quinta de Varela”. Del análisis documental se desprende que
para realizar las obras se buscan los profesionales idóneos, tal es el caso del
Ingeniero Nyströmer, famoso por el diseño del Palacio de Obras Sanitarias de la
Nación, convocado también para las edificaciones en el Hospital Nacional de
Alienadas.
Finalmente, bajo la gestión del Dr. José A. Ferry a
cargo de la cartera de Relaciones Exteriores y Culto se solicita en propiedad
la finca de Lomas, el 30 de diciembre de 1903, el presidente del Banco
Hipotecario Nacional en liquidación envía una nota[iv] comunicando que la comisión
liquidadora del Banco ha resuelto ceder gratuitamente a ese Ministerio la
quinta del partido de Lomas de Zamora, por el término de tres años. Más
adelante la quinta pasará a ser propiedad de la Sociedad y el terreno se
ampliará por compra en algunos casos y por expropiación en otros. Solucionada
la cuestión de la propiedad faltaba aún la provisión de fondos para arreglos y
edificaciones.
Los primeros días del mes de marzo de 1908, la falta
de sanción del nuevo presupuesto y el decreto del Poder Ejecutivo poniendo en
vigencia para ese año el presupuesto de 1907, obliga a la Sociedad a suspender
algunas obras, pero las referidas al Asilo de Lomas merecen un tratamiento
preferencial, ya que se cree necesario el levantamiento de un pabellón
provisorio de madera para reducir el hacinamiento de enfermas en el Hospital
Nacional que había llegado a tal gravedad que su Director de entonces, el
doctor Esteves, solicita a la Sociedad la clausura del establecimiento para
nuevos ingresos salvo casos excepcionales.
dr Esteves
El Dr. Esteves expone su opinión sobre las
modificaciones que conviene introducir en el croquis primitivo del Asilo de
Lomas y en los pabellones dormitorios que se construirían próximamente. La
Sociedad le responde que encuentra justas sus observaciones y que serán tenidas en cuenta al
confeccionarse los nuevos planos. El número de internadas en el Hospital de
Alienadas había aumentado de tal forma que tuvieron que alojarlas en locales de
la sucursal de la Casa de Expósitos originando un grave problema a ese
establecimiento. Por todo ello la habilitación del Asilo de Lomas se
consideraba indispensable y urgente.[v]
El 16 de junio de 1908, la Presidenta de la Sociedad
de Beneficencia informa que:
“(…) se había dirigido al Intendente Municipal
de Lomas de Zamora solicitando el arreglo del camino que va de la estación al
Asilo (…) que la Comisión de Proveeduría había ya separado los artículos
llegados de Europa para cubrir las necesidades de este Asilo (…) que para la
mejor atención de las internadas se pensó en la colaboración de una orden
religiosa y se solicito a las Hermanas
del Huerto que seleccionaran a
quiénes creyeran conveniente enviar para esa labor piadosa (…).[vi]
En cuanto al personal profesional, técnico y auxiliar
fue preocupación de la Sociedad enviar a los probadamente capacitados. La
belleza de los jardines se consideraba factor importante en el hábitat de las
pacientes. El jefe de jardineros envía pedidos de semillas y plantas que en su
mayoría se importarán. Muchas de ellas pueden admirarse hoy en el parque del
Hospital. “También se reciben donaciones (…) Así, por ejemplo, se reciben una
yunta de caballos y otra para el carro del Asilo. Las autoridades del
Ferrocarril del Sud deciden favorablemente un pedido para hacer un cincuenta
por ciento de descuento en los fletes de los envíos para el nuevo
establecimiento (…)”.[vii]
El 29 de agosto se comunica a la Sociedad la
culminación de las refacciones. En la reunión del Consejo de ese día se levanta
la siguiente acta: “Informó la Señora Presidenta sobre la terminación de las
últimas obras ejecutadas en el Asilo de Lomas y la adquisición de los elementos
necesarios para su completa instalación (…)”.[viii] La inauguración se
verificaría para el día 26 de setiembre, ya que estaban listas las diversas
dependencias del nuevo establecimiento para recibir a cuatrocientas enfermas
provenientes del Hospital Nacional de Alienadas. Se llamaría al establecimiento
Asilo de Lomas y la administración estaría a cargo de la Sociedad de
Beneficencia. Así comienza su marcha como institución que pasa por diversos
períodos hasta convertirse en el centro asistencial que llevó el nombre de
Hospital Interzonal Dr. José Antonio Esteves.
Los primeros pabellones con los que contaba el Asilo
eran construcciones altísimas, con techos de chapa comparables con verdaderas
caballerizas. Uno de ellos era el Marcé –de clínica y cirugía- y que en aquel
momento se lo llamaba El Pensionado. Luego había otro pabellón donde residían
las Hermanas del Huerto de Temperley. También contaban con una guardia médica.
El médico interno se encargaba de la admisión.
La creación del Asilo de Lomas no tenía una finalidad
terapéutica sino higienista. Esteves dice: “Este no es un establecimiento
auxiliar del Hospital urbano, no es una colonia en el sentido que debe tomarse
cuando sirve para completar un tratamiento, es simplemente un Asilo, un refugio
para muchas dementes que había en el hospital desde años atrás con la
disgregación mental más completa y que han venido sin más esperanzas que
mejorar la situación higiénica de todas”.[ix] Otro punto de interés es
que se esterilizaban a las alienadas para prevenir la infección social y moral
de la alienación y que ésta se propague.[x]
asilo de alienadas de Lomas
En 1940 las Damas de la Beneficencia pierden la
injerencia en la toma de decisiones respecto al Hospital. El primer Director
fue Antonio F. Piñero. En 1946 logra autonomía y en 1958 pasa a depender del
Instituto Nacional de Salud Mental, creado en 1957. En 1976 se le impuso la
denominación actual. Tuvo desde allí numerosos directores, entre los que
mencionaremos a Carlos A. Voss (prestigioso psiquiatra de Temperley) y a Luis
Esteves Balado (Presidente de la Academia Nacional de Medicina y también vecino
de la ciudad).Temperley, las Hermanas del Huerto y la asistencia a la enfermedad mental como una cuestión de caridad.
A partir de 1822 la labor
de Bernardino Rivadavia, en lo concerniente a la vida pública, tomó un carácter
trascendente con respecto a los hospitales. Junto a la creación de la Escuela
de Medicina, al fundarse la Universidad de Buenos Aires (1821), la tarea de la
recién fundada Sociedad de Beneficencia jugó su rol más importante. Se creó el
12 de abril de 1823, y se encargaba específicamente de la asistencia de niños y
mujeres. Como parte del mismo plan comienza a funcionar la Sociedad
Filantrópica de caballeros con el objetivo de encargarse de los hospitales y
cárceles (Requiere, 2000; Falcone, 2012).
Dentro del conjunto de
instituciones dirigidas por la Sociedad de Beneficencia y asistidas por las
hermanas de caridad, hay secciones destinadas a la atención de enfermos
mentales. En este primer tiempo de la historia hospitalaria psiquiátrica, la
asistencia y dirección de los asilos eran ejercidas por las “Damas” que
delegaban en la dedicación y voluntad de las religiosas, el trabajo con las
enfermas. Los médicos sólo concurrían por la mañana dejando en manos de las
religiosas la asistencia y la prescripción de los medios de controlar los
accesos de furor de las internas.
Del análisis documental se
desprende que ha sido decisivo en la cronología de la creación del Asilo de
Lomas, la ayuda brindada por la congregación religiosa de las Hermanas del
Huerto que, en una política de expansión, se habían instalado en la Argentina,
desde 1858. La congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto,
conocidas también como Gianellinas, fue fundada por Antonio Maria Gianelli, en
1829, en la provincia de Liguria, Italia. Fueron las primeras 12 hermanas,
conocidas por su caridad, las que se extendieron por distintos puntos de
Italia, abriéndose al servicio de hospitales, hospicios para huérfanos y
escuelas.
Hermanas del Huerto
instituto actual de Nuestra Señora del Huerto
En 1856, ocho religiosas
ginellinas expanden la obra de Gianelli hacia el continente americano, llegando
ese año a Montevideo, Uruguay. Dos años después (1958) la Congregación llega a
la Argentina. La noticia de la heroica conducta de las Hermanas del Huerto
durante la fiebre amarilla en Montevideo se esparció rápidamente, y tanto de
Buenos Aires como de Córdoba, solicitaron su ayuda. La R. M. Clara Podestá,
invitada por la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires, se trasladó a esta
ciudad en febrero de 1858 para visitar los hospitales que deseaban confiarle.
Aceptó el de mujeres, por parecerle el más necesitado de Religiosas. En enero
de 1860, llegaron de Italia veinte Hermanas más que acompañadas por la R.M.
Luisa Solari, quienes se dirigieron hacia Buenos Aires[xi].
matrimonio Esteves y Fonseca
Fue obra también de esta
congregación religiosa el Colegio Hermanas del Huerto en Temperley y el
Hospital Rivadavia, que aún conserva el mismo edificio de entonces. Según la
cronología, a pocos años de la fundación de la ciudad de Temperley, en 1878,
los esposos Roque Estebes Correa y Dámasa Gomes Fonseca, donaron a las Hermanas
del Huerto una capilla en Temperley, que fue la primera capilla católica en la
zona. Junto a la capilla se erigen el Colegio Nuestra Señora del Huerto;
también de 1878, el Colegio Manuel Belgrano, fundado en 1913 y la entrada oeste
del túnel sub-ferroviario.
sala de costura
CONCLUSIONES
El 26 de setiembre de 1908
era inaugurado el Asilo de Alienadas, hoy Hospital Interzonal José Estevez, en
la Quinta de los Varela. La Congregación de las Hermanas de la Caridad (Hijas
de María Santísima del Huerto) se hizo cargo de la atención espiritual y
psiquiátrica de estas enfermas. El Asilo comenzó siendo un anexo para las
enfermas crónicas y discapacitadas que se encontraban por entonces hacinadas en
el Hospital Nacional de Alienadas (Hoy Braulio Moyano). La construcción del
Asilo de Lomas obedeció a la necesidad de contar con un establecimiento
suburbano o rural que permitiera albergar a las enfermas crónicas que
obstaculizaban la asistencia de las agudas, ya que en el Hospital Nacional de
Alienadas, el espacio era poco para el
crecimiento de la población de enfermas que fue aumentando paulatinamente. El
traslado de enfermas se hizo al Asilo de Alienadas de Lomas y algunas fueron
llevadas al Asilo de Oliva de la provincia de Córdoba, esto permitió sortear
unos años la situación, pero en el año 1928, a pesar de los esfuerzos de la
Sociedad de Beneficencia y los directores que pasaron por el Hospital Nacional
de Alienadas, la situación desbordante del hacinamiento se siguió repitiendo.
Cabe destacar la incidencia
tanto del Dr. Antonio Estevez junto al Dr. Domingo Cabred y el Dr.Borda, que
respondieron a la inquietud de mejorar la situación de las internas con
trastornos mentales. La ley 4953, que se promulgó, a instancias de Cabred, el
28 de julio de 1906, tuvo trascendental importancia para la creación de asilos
y hospitales regionales para la asistencia y tratamiento de toda clase de
enfermedades. Según este influyente médico argentino la ley dio la solución
completa al importante problema de la asistencia pública nacional.
Junto a las estrategias
médico asistenciales de darle un espacio propio a la enfermedad mental, varios
fueron los factores que se conjugaron, además de los mencionados. La
importancia del ordenamiento urbano y la acción del Ferrocarril del Sur, en el
caso de la construcción del Asilo de Lomas, fue de crucial importancia. En
1884, el Ferrocarril del Sur trasladó la estación Temperley a la ubicación
actual, en razón de establecer su empalme Temperley-Mármol, que por el ramal
Mármol-La Plata completó la línea Plaza Constitución-La Plata, habilitada al
público el 15 de abril de 1884. Desde entonces quedó constituida en uno de los
principales nudos ferroviarios del país.
La acción del Ferrocarril
del Sur contribuyó a generar diversos núcleos urbanos dentro del Partido de
Lomas de Zamora que en un principio configuraban asentamientos espacialmente
identificables, pero, a medida que su crecimiento demográfico se intensificaba
se lotearon los intermedios rurales, y así la trama cobró unidad y se
integraron a un gran proceso de urbanización. De tal modo que la llegada al
asilo estaba bastante facilitada ya que las pacientes eran transportadas en
tren hasta la estación de Temperley y desde allí en carruaje hasta la
institución.
Teniendo en cuenta la
cronología desarrollada en el presente artículo, confeccionado con las fuentes
con las que contábamos, es posible concluir provisoriamente que la construcción
del Asilo de Lomas obedeció a varios factores que conjugaron la finalidad
higiénica con la asistencia social, que su propósito no fue primariamente
terapéutico asistencial, sino que obedeció a un problema nacional que
precisaba, por parte de las autoridades, de una solución urgente como forma de
controlar la pobreza, el atraso, el crimen, el contagio y diversas
manifestaciones ideológicas de la época.
Bibliografía y fuentes
primarias consultadas
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Publicación electrónica Vol. 1, pp. 267- 275 ISSN 1851-4812.
LUGONES, L. (1907). El imperio jesuítico. Ediciones
Hyspamérica. Buenos Aires. 1985.
Testimonio personal oral de sora de st Vicente de san Paul
Testimonio personal oral de sora de Nuestra Señora del Huerto
Notas
[i] El
estado de la cuestión se aclara con la siguiente referencia estadística del Hospital Nacional de Alienadas
(fuente: Actas de la Sociedad de Beneficencia. Vol. 0013, folio 206. Archivo General de
la Nación
1901
|
Total 1488
|
1902
|
|
Entradas
|
578 enfermas
|
Salidas
|
384 enfermas
|
Fallecidas
|
112 enfermas
|
Total
|
1570[i]
|
[iv] “Señor
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Dr. José A. Ferry: (…) Tengo el
agrado de comunicar a Ud. Que la comisión liquidadora de este Banco en su
sesión de fecha 28 del presente ha resuelto ceder gratuitamente a ese
Ministerio la Quinta que este Establecimiento posee en la provincia de Buenos
Aires, partido de Lomas de Zamora, por el término de tres años, siendo
entendido que el Superior Gobierno de la Nación se hará cargo de todos los
impuestos que gravan la propiedad así como todos los gastos que ocasione el
cuidado de la misma (…). Firman la nota: Ramón B. Muñiz y Eduardo M. Miño.
Ibidem. V. 0013, Folio 227. A.G.N.
[v] Actas de
la Sociedad de Beneficencia-Hospital Nacional de Alienadas, pp.206-209. A.N.G.
[vii] Actas de
la Sociedad de Beneficencia. Vol. 0013. Archivo General de la Nación.
[ix] Albina,
E. Primeras medidas de higiene y profilaxis mental en la provincia de Buenos
Aires. Revista Argentina de Neurología,
Psiquiatría y Medicina Legal, pp.528-529.
[x] En
cuanto a los tratamientos, de acuerdo a la documentación encontrada, se
mencionan: a) lactoterapia: terapia piretógena, basada en la producción de
fiebre. La técnica consistía en una inyección subcutánea de 10 a 30 c/c de
leche de vaca fresca y esterilizada por ebullición que producía una hipertermia
que se normalizaba al día siguiente. En pocas horas, se calmaba la agitación,
se moderaban las manifestaciones motrices,
disminuía el tono de voz, los ademanes se hacían más lentos e
infrecuentes, las pacientes se serenaban y se volvían más tranquilas; b)
soluciones polibromuradas, a partir de 1914; c) Insulinoterapia (a partir de
1933) como terapia física. Consistía en el suministro de sucesivas dosis de
insulina hasta llegar al shock o coma hipoglucémico y finalmente al coma
profundo; d) Electroshock (a partir de 1940). Terapia convulsionante física
basada en el pasaje de una corriente eléctrica a través del cerebro; la
cardiazolterapia, cuando a partir de 1940, aparece el Cardiazol: consiste en
provocar una crisis epiléptica, casi como un electroshock químico; e) Los
neurolépticos (el primero fue el ampliactil) a partir de 1960 (Alcmeon n°28,
1999).
[1] En el mismo año, 1858, se hicieron cargo de la casa de dementes de Montevideo, y se instalaron en el Hospital Mixto de Córdoba, debiendo viajar en diligencia desde Rosario, y detenerse por la noche en posadas o ranchos miserables o inseguros, como sucedió en casi todas las fundaciones del norte argentino.
MAPA DEL SIGLO XIX
Hacia el
año 1920 de los 15.000 alienados probablemente existentes en la República,
están hospitalizados 8.800, distribuidos de la siguiente forma:
6 comentarios:
Estimado: estoy buscando el discurso inaugural del Dr. D. Cabred que ud. cita pero no lo encuentro, podría indicarme cómo acceder a él? muchas gracias
Estimado: estoy buscando el discurso inaugural del Dr. D. Cabred que ud. cita pero no lo encuentro, podría indicarme cómo acceder a él? muchas gracias
Estimado, la reconstrucción que hace es muy valiosa, quisiera saber cual es la fuente de las imagenes que tiiene el texto? son del AGN? cual es el fondo documental donde pueden buscarse?
gracias
Hola, soy miembro investigador del Programa de Patrimonio del Municipio de Lomas de Zamora y subdelegado de la Comisión Nacional de Monumentos, cómo podría ponerme en contacto con usted para consultarle algunas cosas referidas a este informe? Muchas gracias.
Hola brunoac este informe no es mio, sin embargo me llego su consulta porque estoy suscrita al blog, tengo desarrollada una investigación sobre las Historias Clínicas del Hospital Esteves, donde llegaban las llamadas "crónicas" del asilo de lomas. Recientemente publique un libro sobre el tema:"Historias locas. Internaciones psiquiátricas durante el siglo XX" ed. teseo, disponble para descarga gratuita en: https://www.editorialteseo.com/archivos/17470/historias-locas/ Si les te interesa, luego de la cuarentena puedo hacerles llegar o acercarles su version papel. Escribirme a anahisy@gmail.com
gracias!
Estimados Anahi y Bruno ac
Les contestaré como puedo, no recuerdo si le contesté puntualmente a Anahi, bueno, en realidad no sé si la inquietud es de ella, porque figura la fuente del comentario como unknow, pero bueno, si no le contesté espero contestarle, también me tomaré el tiempo para leer su libro, si es que puedo verlo.
A Bruno ac, si me quiere contactar, puede hacerlo al mail juan_ramon_guardia_lescano@hotmail.com, y le contestaré lo que pueda sobre alguna inquetud suya en relación al informe.
Espero que esten bien, y que este texto no les llegue a destiempo.
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